Precedencia protocolaria para la Secretaria General Iberoamericana

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Son muchas las consultas que me llegan acerca del puesto idóneo en España que debe ocupar el/la titular de la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB), que actualmente ocupa la que fuera vicepresidenta de Costa Rica, Rebeca Grynspan. En definitiva, cuál debe ser su correcta precedencia y protocolo cuando asiste a actos más allá de las cumbres o conferencias iberoamericanas. No es fácil la respuesta, pues no hay nada normativizado al respecto en nuestro país, ni tampoco el Estatuto de la SEGIB, conocido como el Estatuto de Santa Cruz de la Sierra. La Secretaria es el órgano permanente de apoyo institucional, técnico y administrativo a la Conferencia Iberoamericana y entre sus múltiples competencias figura la de “contribuir a la proyección internacional de la Comunidad Iberoamericana en el marco de las instrucciones y mandatos recibidos de los Jefes de Estado y de Gobierno”. Desde las altas instancias de Protocolo de nuestro país se la considera “Jefe de Gobierno” a efectos de protocolo, pero no siempre ocupa el puesto que corresponde a ese rango.

En la normativa española no se contempla ningún cargo que no pertenezca directamente a alguna institución española (al margen del cuerpo diplomático y consular), razón por la cual desde el punto de vista legal no se puede afirmar que tenga reserva de puesto alguno cuando se le invita a cualquier tipo de evento, sea quien sea el que lo organiza. Por ello resulta difícil determinar su precedencia, y ningún alto responsable de protocolo del país se atreve a ciencia cierta a fijar por escrito una precedencia estable. Se valora la circunstancia del evento y se aconseja. Hasta ahí llega la cuestión.

Rango de Jefe de Gobierno

Pero resulta evidente, que al igual que otros altos cargos no considerados en nuestro marco legal, no es una autoridad cuya precedencia “nos dé un poco igual”. Hay que recurrir a precedentes y al protocolo comparado, como haríamos con el Secretario General de Naciones Unidas o el Presidente de la Comisión Europea o un Comisario de la UE o el Secretario General de la OTAN, por citar varios casos. En el marco de las Conferencias Iberoamericanas, la titular del SEGIB tiene rango no escrito (pero sí reconocido en la práctica) de Jefe de Gobierno. Y en España esa consideración se procura respetar cuando se trata de eventos oficiales muy relacionados con el ámbito Iberoamericano o cuya presencia se justifique por sí mismo o porque otorgue mayor nivel al mencionado acto. Sin embargo, hay que matizar mucho la cuestión.

El pasado 9 de mayo, la Secretaria General aludida, acudía al acto de entrega del Premio Europeo Carlos V en Yuste (Extremadura) y ocupaba un puesto lateral en la zona de la presidencia, por delante del Ministro de Educación, Cultura y Deportes, como puede apreciarse en esta imagen:

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Pero no está en la presidencia, quedando, en consecuencia, por debajo del Presidente del Parlamento Europeo, Presidenta del Congreso y Ministro de Asuntos Exteriores. Es decir, no se le dio rango de Jefe de Gobierno, porque de haber ocurrido iría en la mesa presidencial. Su asistencia venía justificada por el próximo acuerdo o convenio que firmará la Academia de Yuste con la SEGIB y parecía de cortesía darle el mejor tratamiento posible, pero sin que estuviera en la mesa de presidencia, porque ciertamente no tendría mucho sentido. De hecho de no haber sido por esa circunstancia comentada, probablemente se hubiera ido a la primera fila de autoridades en la zona de público. Pero la solución dada nos parece correcta porque se sitúa como la primera autoridad fuera de la mesa de presidencia.

“Se procura” buen puesto

Las altas instituciones españolas siempre tratan de darle un puesto de precedencia elevado por dos circunstancias: la primera y más importante, por el hecho de que la sede permanente de la SEGIB está en Madrid; y segundo porque para nuestro país (impulsor junto a México de las cumbres) la Conferencia Iberoamericana es clave en las relaciones internacionales. Pero ahí se queda protocolariamente hablando, en dos palabras: “se procura”. Pero no se garantiza. Como he vivido en numerosos eventos la presencia del titular de la Secretaría (antes Enrique Iglesias y ahora Rebeca Grynspan) y no tener referencias para justificar una posible precedencia, elevé en numerosas ocasiones consulta a las altas instituciones y nunca tuve una respuesta nítida y clara sobre el criterio a seguir. Unas veces iba muy adelante, otras veces más atrás… Siempre dependía del tipo de acto, del nivel de otras autoridades y de la justificación de su presencia. Más o menos su puesto respondía a esta pregunta: ¿Es importante u obligada la presencia de la Secretaria para el acto? Según la respuesta se decidía.

En consecuencia, hay que concluir que aunque a efectos de cumbres y actos propios promovidos entorno a la Conferencia Iberoamericana, se le otorga el rango de Jefe de Gobierno, para el resto de los eventos su puesto vive de la palabra tan manida en protocolo: “depende”. Lo que sí todos convergen es que no hay que darle un puesto cualquiera, sino un puesto especial relevante, cuya altura vendrá condicionada por el tipo de acto y el resto de autoridades presentes. Ese puesto especial que es difícil de explicar, pero que un buen responsable de protocolo sabe dónde encontrarlo. Un buen puesto especial fue el caso de Yuste, donde no se le dio el puesto de Jefe de Gobierno (no tenía sentido), pero sí se sentó en lugar destacado en el escenario, por delante del Ministro de Educación, Cultura y Deportes, aunque por detrás el Ministro de Asuntos Exteriores.

Premio Europeo de Yuste

Para quien sea neófito en esto, quedará extrañado de esto último. ¿Cómo es posible? Si no entiende las circunstancias no se aclarará. En Yuste se otorgaba el Premio Europeo Carlos V, que promueve el Gobierno de Extremadura, cuyo presidente ejercía de anfitrión (sentado a la izquierda del Rey). Al acto asistía el Jefe del Estado español, el Presidente del Parlamento Europeo (invitado de honor y más al tratarse del Día de Europa y ser un Premio que distingue a personalidades que contribuyan a la construcción de una Europa fuerte y unida.), la Presidenta del Congreso de los Diputados (representante de la institución que ostenta la soberanía nacional) y el Ministro de Asuntos Exteriores como Ministro de Jornada designado por el Gobierno de España. Ante tales personalidades, hacer hueco a la titular del SEGIB sería forzar en exceso (además de que resultaría imposible por razones de espacio físico). Dicho esto, ¿qué opción habría para ella?: puesto especial. No en primera fila de público que no se la vería, pero sí a la izquierda de la presidencia, mirando hacia el público y por delante del Ministro de Educación, dejando así claro la cortesía y el carácter especial de su puesto.

Comida en honor del Presidente de Costa Rica

Algo similar ocurrió en la reciente comida ofrecida por los Reyes en Palacio Real en honor del Presidente de Costa Rica, de visita oficial a España. Ocupó un lugar muy especial en la mesa, por detrás de los presidentes del Congreso y el Senado, pero por delante de los presidentes del Constitucional y Consejo General del Poder Judicial y ministros. Eso se llama un puesto especial, algo favorecido también por el habitual protocolo de alternar sexos, al menos en los puestos centrales de la mesa. Por cierto una alternancia que obligó a que la Presidenta del Congreso quedara técnicamente por detrás del Presidente del Senado (cuestión la de la alternancia que en estado puritano quizá habría que repensarla cuando provoca estos cambios; en este caso concreto no veo mayor problema pues los dos aludidos están a dos puestos a la derecha de los Reyes, es decir, prácticamente ocupan la misma “plaza” y, por lo tanto, puede hacerse perfectamente, pero en otros casos habría que evitarlo, porque alguien puede disgustarse y “posiblemente” con razón).

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Conclusión

Valoremos cada caso y determinemos con el mejor tino posible cuál es el puesto idóneo para la máxima representante de la SEGIB, pero es obvio que si viene por un asunto relacionado con el ámbito iberoamericano su precedencia sube como la espuma y se sitúa entre las primeras autoridades del país. En otros casos, valoremos el mejor puesto posible pero sin descafeinar el objetivo y contexto del evento. Y como este caso habrá que hacer con otras muchas autoridades de ámbito internacional a las que no siempre el protocolo comparado da respuesta y que es imposible normativizar.