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Mayor precedencia protocolaria para el presidente autonómico
Ceder la presidencia no es cuestión de precedencia
Se va un optimista 2012, llega un 2013 que será “El año de los Eventos”
Último día de 2012. Quedan atrás 366 días de este año bisiesto que en lo económico nos ha dejado un España maltrecha, un paro galopante y una desmoralización creciente en la Sociedad que hace difícil vislumbrar el final del túnel. Desde el punto de vista del sector de la organización de eventos, 2012 ha aportado más luces que sombras. No ha sido mal año para el empleo, en proporción a otros campos, ni para el crecimiento general, como acredita el estudio de ISPE sobre el acceso al mercado laboral en este período, y como demuestra el número de eventos que ha crecido en un 23 por ciento. Es indicativo este crecimiento el hecho reconocido por la Asociacion Nacional de Marketing de que casi la mitad de los presupuestos destinados a esta actividad se han desviado hacia el ámbito de los eventos. Es decir, las empresas apuestan cada vez más por el evento como una alternativa a las tradicionales acciones de marketing, relaciones públicas y publicidad. Tal y como están los tiempos el sector de los eventos termina el curso con fuerza y con unas previsiones de crecimiento reales importante. Sin lugar a dudas 2013 será un buen año en este sentido.
Feliz 2013, un año de muchos compromisos, muchas acciones y muy buenas ideas en marcha que harán que este período marque un antes y un después. Ese tren que arrancaba el 1 de enero de 2012, que cumplió sus estaciones, sigue su curso.
Las arras en las bodas o la señal para el contrato
La cuestión la lanzó, a propósito del lenguaje que se utiliza en las ceremonias Regina Mª Pérez Marcos, Profesora Titular de la Facultad de Derecho de la UNED, en el transcurso de un curso de verano organizada por esta Universidad a distancia española en Ávila. Definía la profesora las arras, tal y como dice en su primera acepción la RAE, “cosa que se da como prenda o señal en algún contrato o concierto”. En su segunda las define como “conjunto de trece monedas que, al celebrarse el matrimonio religioso, sirven como símbolo de entrega, pasando de las manos del desposado a las de la desposada y viceversa”, Y en su tercera definición “Entrega de una parte o depósito de una cantidad con la que se garantiza el cumplimiento de una obligación”. En conclusión, la profesora universitaria recomendó a quienes se quisieran casar que no utilizasen las mismas porque con ello se daba a entender que se estaba comprando a la novia mediante el depósito de una cantidad a cuenta.
Ahora la falda de la princesa Kate
Bandera a la “carta”
Como no es la primera vez que sucede, creo que es bueno hacer algún comentario al respecto. Tampoco es la primera vez que desde diferentes ámbitos de la profesión se viene comentando el incumplimiento de la Ley de Bandera de España en diferentes instituciones oficiales, entidades privadas y otros estamentos. Y no es cosa de izquierdas o de derechas, de nacionalistas o españolistas, de empresas fuertes o no tan poderosas. Se sucede con más frecuencia de lo que es habitual, lo que me lleva a pensar que realmente no estamos ante un fallo sino ante una estrategia forzada probablemente por la necesidad de encuadrar una determinada foto de cara a los medios de comunicación. Hemos recogido estas imágenes del Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy en la sede de la Presidencia (durante una entrevista que emitió Televisión, de la portavoz del Partido Socialista en el Congreso, Soraya Rodríguez, y al coordinador de Izquierda Unida, Cayo Lara, compareciendo ante los periodistas en una de las Salas de Prensa de esta alta institución del Estado.



Esta intención por situar la bandera nacional en el caso de España junto al que posa ante los medios, puede resolverse sin vulnerar la Ley. Basta con seguir el ejemplo francés, o bien por prescindir de la Europea (no sé por qué tanta obsesión por ella) o sencillamente por ponerlas separadamente una a cada lado. Probablemente gusten menos estas opciones, pero la ley está para cumplirla, y si la fórmula de la Ley de 1981 no responde a las necesidades mediáticas que buscan los políticos tienen la facultad de llevar una modificación a la norma al Congreso. Si se incumple, caemos en la coherencia de exigir a vascos y a Catalanes que cumplan la Ley de la Bandera de España, que ondee junto a ellas en posición preferente, que haya habido fallos judiciales al respecto, y luego desde las primeras instituciones ocurre lo que ocurre. Y en ambos casos se infringe la Ley.
Es hora ya de que los responsables de protocolo hagan valer el cumplimiento de la norma y que los políticos y autoridades respeten la misma (o que cambian la Ley). Situaciones como estas desacreditan al Estado Constitucional y le quita argumentos cundo es necesario defender la presencia de la enseña nacional en los actos oficiales que convoquen cualquiera de las instituciones españolas tanto en el interior como en el exterior del país.
Puestos a hablar de incumplimientos, deberíamos referirnos igualmente a esa otra circunstancia que tristemente en los duelos se produce: colocar el crespón o lazo negro prendido a la bandera. Algo que por tradición no debe hacerse, ya que la bandera es la que es y nada que esté contemplado en las diferentes normas que la regulen puede colocarse. El artículo 8 habla de la prohibición de colocar cualquier símbolo y aunque se refiere fundamentalmente a partidos políticos, asociaciones o entidades privadas, hemos de entender por extensión que la colocación sobre la enseña de cualquier otro símbolo debe estar prohibida, porque de lo contrario empezaremos a ver (perdón, ya lo vemos) cosidos a la bandera lazos rosas, azules, blancos, quijotes, toros, etc. El crespón, que debe reservarse en el luto solo para la bandera de interior (el luto en las exteriores se hace únicamente poniéndola a media asta, cosa que también se hace habitualmente mal en muchas instituciones de primer nivel), se coloca en la parte superior del mástil, pero sin engancharse a la bandera. Deberíamos evitar situaciones como estas:



¿Por qué el “Queremosorganizareventos”?
No es una acción más. O una intentona. Es sencillamente una apuesta. Y confiamos en que salga bien. No paro de recibir todos los días numerosos correos o llamadas, o de recibir a personas que me transmiten su desánimo por la falta de oportunidades para acceder al mundo del protocolo y la organización de eventos. Lo cierto es que el tema está como está para todas las profesiones. La crisis ha sacudido a todos. Pero si protocolo fuimos los primeros en sufrir las consecuencias de ella, también seremos de los primeros en salir.
Día de la Constitución en el Congreso, el Protocolo de la sensatez
Un buen protocolo hace más grande al deporte
Una vez más el Protocolo y la adecuada organización hicieron posible que los aficionados en general de la ya reconocida “Armada española” pudieran disfrutar de la grandeza que supone llegar a lo más alto de una competición de Tenis entre naciones. De esta forma, en mitad de un hermoso duelo de hinchas, “la roja” se impuso a la selección argentina tras una disputadísimo encuentro entre Rafael Nadal y Juan Martín del Potro que se prolongó durante más de cuatro horas.