Los reyes en Croacia: juego de banderas

Los reyes realizaron los pasados días 16 y 17 noviembre una visita Oficial a la República de Croacia (que no visita de Estado), que se enmarcó dentro del trigésimo aniversario de las relaciones diplomáticas entre España y Croacia. Durante su estancia mantuvieron un encuentro con el presidente croata, Zoran Milanović, y su esposa, Sanja Musić, y presidieron el Foro Croacia-España IFMIF-DONES, en el que se firmó un Memorando de Entendimiento (MOU) que refuerza la colaboración entre los dos países para la construcción en la localidad granadina de Escúzar del acelerador de partículas IFMIF Dones. Acompañaron a las Reales Personas la ministra de Ciencia e Innovación, Diana Morant.

Del análisis protocolario de la visita podrían extraerse numerosos comentarios de interés, pero hemos querido centrarnos en algo que ha llamado la atención: la ordenación y selección de banderas para cada una de las ocasiones. En las múltiples ocasiones que se exhibieron es curioso que se haya optado por soluciones diferentes. En un mismo país opciones opuestas, con las que se transmite distintos grados de cortesía. Con independencia de las normas internas del país y sus costumbres, no encontramos una clara explicación al respecto, por lo que nos limitamos a testimoniar lo que se ha visto.

En cualquier caso parece deducirse la amplia flexibilidad que al respecto se mantiene en dicho país, donde conviven normativas internas y tradiciones de cortesía internacional. Vexilos de España, Croacia, Europa, OTAN y la de la presidencia croata, cambiaban de lugar incluso en un mismo edificio oficial. Como no encontramos una explicación al respecto nos quedamos con las imágenes y nuestra extrañeza.

Veamos las fotos tomadas de la Casa de Su Majestad. Continúe Leyendo…

Premios Princesa de Asturias: el protocolo no fue el protagonista

“Vuestras obras nos recuerdan que hay millones de personas que piensan y actúan para que el mundo sea mejor”. Más allá de su vinculación con la tierra que lleva el título de la heredera de la Corona de España, Leonor de Borbón quiso el pasado viernes, en el Teatro Campoamor de Oviedo, dejar huella con su primer discurso. La esperada ceremonia de esta 39 edición de los galardones asturianos, con presencia por primera vez de la Princesa de Asturias, no fue sólo un ejercicio de protocolo y puesta en escena de la heredera, sino la concatenación de un “sinfín” de mensajes que con el tiempo se irán desgranando en su totalidad (o al menos comprendiendo). Hubo una clara escenificación de cómo el rey Felipe VI entiende la proyección del “núcleo duro” de la Familia Real en la actualidad. Más allá del protocolo adaptado para la ocasión, los premios no variaron su ceremonial, precisamente para acreditar la continuidad normalizada, pero dejando múltiples detalles para demostrar que esta Familia no ha venido para generar “dulces postales”, ni alimentar el “glamour” de quienes siguen sin saber que la España constitucional de hoy exige a los reyes y sus hijas dejar la “corona” en casa y ponerse el traje de faena para trabajar por la convivencia y el futuro mejor de todos. Ni tan siquiera su primer discurso como Princesa fue el protagonista, sino la conjunción de todos los factores que rodearon la presencia Real en los actos de esta edición: palabras, gestos, complicidad, unidad, cercanía, naturalidad, mensajes y una sensación continua de no ser “reos del protocolo”. Continúe Leyendo…

Protocolo Premio Cervantes

Esta mañana se ha entregado en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares (Comunidad de Madrid) el Premio de Literatura en Lengua Castellana Miguel de Cervantes (correspondiente a la edición de 2018), bajo la presidencia como es habitual de los Reyes de España. El galardón (considerado como el Nobel de la literatura en castellano) fue otorgado a la poeta, ensayista y crítica literaria uruguaya, Ida Vitale (1923, Montevideo). El Ministerio de Cultura y Deporte concede este premio a los escritores que contribuyen con obras de notable calidad a enriquecer el legado literario hispánico. Está dotado con 125.000 euros, además de la medalla del Cervantes, obra del escultor Julio López. Se otorgó por primera vez en 1976 a Jorge Guillén y desde entonces han sido 42 los autores galardonados. En 1979 el Premio se concedió ex aequo a Jorge Luis Borges y Gerardo Diego. Desde entonces, la orden de convocatoria contempla que el Premio no pueda ser dividido, declarado desierto, o concedido a título póstumo. Bajo un ceremonial ya consolidado, el protocolo ha vuelto a ser exquisito, pese a las notables dificultades que tiene el diminuto Paraninfo de la universidad. Se entrega siempre el 23 de abril, día del aniversario del fallecimiento de Miguel de Cervantes. Continúe Leyendo…

El futuro de la profesión de protocolo

Nuestra profesión no se ha sumido de verdad en un debate abierto de lo que es protocolo o lo que no debería entenderse como tal. Tampoco se ha metido de lleno y en serio en cómo “titular” públicamente el ejercicio profesional de organizadores de eventos y responsables de velar por el protocolo –institucional o corporativo- adecuado en cada ocasión. Esa reflexión grupal resulta necesaria y, en cierto modo, urgente, especialmente ahora que se están consolidando los estudios oficiales universitarios en la materia y, aunque parezca lo contrario, los avances en el reconocimiento institucional y empresarial han crecido exponencialmente en las dos últimas décadas. Aunque muchas empresas, organismos públicos y determinados partidos políticos huyen de la expresión protocolo, nadie debe engañarse que la función de organizar eventos está presente en todos ellos, aunque gusten de llamarla de otra forma, o cobijarla con expresiones aparentemente más modernas como relaciones institucionales, responsables de eventos, etc., o bien incluirla dentro del gran paraguas de la dirección de comunicación corporativa o institucional. Lamentamos también que algunos políticos o directivos “desprecien” aparentemente la figura del profesional de protocolo, pero se hacen más daño ellos pues somos absolutamente necesarios en el desempeño diario de las relaciones internas y externas. Incluso, en ocasiones, garantizamos la estabilidad institucional cuando se producen relevos entre los altos mandatarios. En cualquier caso también debemos plantearnos una reflexión a fondo de por qué se generan estas opiniones que pueden llevar a desenlaces no deseados. En esta Semana Santa seguro que podremos sacar algún tiempo para meditar o hablar de todo esto con los colegas más próximos.

Permitidme esta reflexión sesuda pero la inquietud del tema lo requiere.

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La precedencia del Ministro en El Prado

Algo no “cuadra” bien (en cuanto a protocolo y precedencias me refiero) en esta serie de imágenes que hemos recogido de la web oficial de la Casa de S.M., referidas al acto celebrado el pasado lunes 19 de noviembre, en Madrid, bajo la presidencia de los Reyes de España, con ocasión de la inauguración de las celebraciones del Bicentenario del Museo Nacional del Prado, de cuya Comisión Nacional son Presidentes de Honor. Esta primera celebración fue la apertura de la exposición “Museo del Prado 1819-2019“.

Bicentenario del Museo del Prado. Precedencia Ministro.

Bicentenario del Museo del Prado. Precedencia Ministro.

En estas dos imágenes se aprecia la línea de recibimiento a la llegada de los Reyes al Museo, iniciada por la Presidenta del Congreso, y seguida del Presidente de la Comunidad de Madrid, Ministro, Presidente del Patronato del Prado y Director del Museo

Protocolo en el recibimiento

A la llegada de los Monarcas, para el recibimiento oficial a pie de coche, se aplica el artículo 12 del Real Decreto 2099/83 sobre Ordenación General de Precedencias en el Estado, pues el Presidente de la Comunidad se sitúa por delante del Ministro de Cultura y Deporte (si fuera el 10 sería al revés). Interpretar si este acto en el Museo es del artículo 10 ó 12 del citado Real Decreto es complejo y delicado, pues hay razones para considerarlo en ambas circunstancias (aunque personalmente creo que es más coherente y acertado el 12). Pero sea uno u otro hay que aplicar un criterio en el acto, no dos, y así observamos que en la presidencia del evento, la ordenación cambia y parece aplicarse el 10. En cualquier caso, entendemos excesiva la cortesía de que reciba en primer lugar la Presidenta del Congreso, cuando se trata de un acto del Ministerio y no ha supuesto para los Reyes desplazarse a otra comunidad autónoma (sin valorar factor cortesía). Entendemos más que suficiente que a la llegada con el Ministro, Presidente del Patronato y Director del Museo hubiera sido suficiente y en caso de estar la Alcaldesa incorporar por su orden al Presidente de Madrid y a la citada Primera Edil, entre el titular del Ministerio y el Presidente del Patronato. La Presidenta del Congreso y otras altas autoridades presentes pueden saludar en una segunda línea, al acceder al vestíbulo, y antes de que los Reyes estrechen sus manos a los miembros del Real Patronato y al Comisario de la Exposición que abre la celebración de la efemérides del Bicentenario. Continúe Leyendo…

¿El “error” del Presidente? y los “agnósticos” del protocolo

Fiesta Nacional 12 de octubre

Vista de la Tribuna Real al paso de un Batallón mixto de alumnos de la Guardia Civil, en la parada militar del 12 de octubre pasado.

No deja de ser sorprendente que los más “agnósticos” del protocolo se agarren ahora a él para “fusilar” mediáticamente al Presidente del Gobierno por el evidente error –sea cual sea la causa que le originó- ocurrido el pasado viernes, día de la Fiesta Nacional, al inicio del saludo habitual que el Rey, en su condición de Jefe del Estado, dispensa a los invitados a la Recepción en Palacio Real que sigue al tradicional desfile militar en el Paseo de la Castellana. Desde el punto de vista técnico la posición que el presidente Sánchez tomó en el popularmente conocido como “besamanos” (en el que besar la mano es lo único que no se hace; se trata de un simple saludo del anfitrión a sus invitados) fue evidentemente inadecuada y deja en entredicho la comunicación puntual entre los servicios de protocolo y el máximo representante del Gobierno. Con independencia de cómo se originó la que terminaría convirtiéndose en una anécdota que airearon los medios y las redes sociales, y que de alguna forma comprometió la imparcialidad de los Reyes, los que a diario nos “sacuden” con las “tonterías” del protocolo, se han apoyado en su validez para dejar en evidencia a veces de forma “cruel” al Jefe del Ejecutivo. En una España permanentemente crispada desde el punto de vista político y social, cualquier error protocolario con amplia visibilidad como éste genera toda una tormenta. Estos mismos “agnósticos” deberían al menos reconocer que efectivamente el protocolo es importante para alcanzar los equilibrios necesarios en estos tiempos y facilitar la convivencia. Los errores en esta cuestión pueden a veces, como en este caso, generar consecuencias que van más allá de la simple anécdota. Continúe Leyendo…

¿Culpa del protocolo?

Foto 1

De nuevo se culpa al protocolo. Muchas han sido las críticas habidas a propósito de la no asistencia del rey emérito, Juan Carlos I, al acto conmemorativo del cuarenta aniversario de las primeras elecciones democráticas del 15 de junio de 1977 en España tras la dictadura. En ellas se eligieron los diputados y senadores que conformaron la Legislatura en la que se aprobó la Constitución Española de 1978. Dicho acto se celebró en el Congreso de los Diputados, bajo la presidencia de los reyes de España, Felipe VI y Letizia Ortiz.

Personalmente considero un error que el impulsor, en calidad de Jefe de Estado, de la recuperación de la democracia en España, el rey de España entonces, Juan Carlos I, no haya sido invitado. También me parece una torpeza la filtración del disgusto del monarca hoy emérito a un medio de comunicación, porque aún cuando pueda sentirse “dolido”, su posición institucional en este caso le obliga al sacrificio del silencio. La abdicación en junio de 2014 acarrea también asumir ese papel discreto y disciplinario con respecto al actual Jefe de la Casa Real. Continúe Leyendo…

Aspectos de Protocolo en la entrega del Premio Cervantes (2)

Segunda parte del análisis del Protocolo del Premio Cervantes: la presidencia, el puesto del Rector y la puesta en escena en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares (Comunidad de Madrid).

En el artículo de ayer hacíamos referencia a la ceremonia de bienvenida a los Reyes de España en la entrega del Premio de Literatura en Lengua Castellana “Miguel de Cervantes” 2016 al escritor Eduardo de Mendoza, que organiza el Ministerio de Educación, Cultura y Deportes y que se celebró el pasado día 20 en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares, bajo la presidencia del Jefe del Estado y su esposa. Es por lo tanto esta segunda entrega una continuación en la valoración de otros aspectos de Protocolo, que reducimos a tres: la presidencia, el tratamiento al Rector (anfitrión del espacio pero no del acto) y áreas de mejora en la puesta en escena. Información completa del acto en este enlace. Video del acto. Continúe Leyendo…

Entrega Premios ABC 2015: un buen protocolo que va más allá

Foto 1

Los eventos empresariales suelen enseñarnos muchas cosas que debieran ser perfectamente aplicables al sector oficial, a los actos que organizan las instituciones del Estado, comunidades autónomas y entidades locales. En numerosas ocasiones se ha apelado a que el protocolo empresarial, más allá de los grandes eventos corporativos que siguen otras pautas más relacionadas con la psicología, el marketing y la comunicación empresarial (interna y externa), se apoya mucho en las técnicas que se aplican en los organismos públicos. Afortunadamente cada día menos. Tratan ahora de mostrar su verdadera cara, alejándose del protocolo oficial y reivindicando su propia carta de naturaleza en este campo, sin que suponga renunciar al correcto idóneo tratamiento a los preceptos oficiales cuando concurren autoridades del Estado. Continúe Leyendo…

El desembarco del Protocolo en el Periodismo

El sector periodístico “serio” debiera plantearse muy seriamente la importancia que tiene el Protocolo en la labor diaria que realizan cuando sus representantes hacen la cobertura de determinados eventos y escriben la crónica correspondiente. Por una parte, se cometen demasiadas ligerezas en los comentarios e interpretaciones sobre determinados asuntos que para nada se ajustan a la verdad. Si uno de los propósitos del profesional de la comunicación es informar verazmente de lo que ha visto, e interpretarlo lo más adecuadamente posible, no puede dejar a su intuición o a su “sentido común perceptivo”  determinados elementos que están presentes en el hecho noticiable y que provienen del ámbito del Protocolo. Hay demasiadas cosas, con mucho significado, que pasan desapercibidas para la opinión pública sencillamente porque el periodista no dispone de formación ni de información sobre cuestiones derivadas con otras disciplinas como la que es objeto de este comentario.

El cómo se dispone una ordenación de autoridades, el orden de las intervenciones, la colocación de las banderas, manera de producirse los recibimientos, la escenografía, etc., aportan una extraordinaria información añadida que para quienes conocemos el mundo del Protocolo nos permite profundizar aún más sobre el alcance de que todo el mundo puede ver pero no todos saben comprender o interpretar. Es ya exigible, dado que el Protocolo es algo que está presente en la totalidad de los eventos que cubren los medios de comunicación, que los redactores o locutores tengan unos mínimos conocimientos para ayudar al lector, al oyente o televidente a conocer el entorno y la globalidad del alcance de la noticia y de la información que de ella pueda desprenderse.

Creo que es absolutamente imprescindible que los planes de estudios de todas las carreras vinculadas a las Ciencias de la Comunicación -desdeluego, periodismo o cualquiera de las especialidades de Comunicación- incluyan una buena dosis de créditos de estudios relacionados con el Protocolo y la Organización de Eventos.

Protocolo y Organización de Eventos, bien que le pueda pesar a algunos, es una Ciencia dentro de la Comunicación -así reconocida por el Gobierno español y otros extranjeros- y debe servir, además de la función en sñí mismo que tiene, para contribuir a una mejor Comunicación global. Así como para hacer Protocolo es absolutamemte necesario tener una buena base de lo que representa la Comunicación y sus necesidades, las demás carreras han de prever lo mismo. Es notorio cómo al público se le usurpan muchos detalles, muy significativos, porque el periodista no repara en ellos o sencillamente no sabe valorarlos.

Aunque a veces hagan referencias a temas de Protocolo no llegan a averiguar su significado, limitándose a contar las cosas como si fueran una mera descripción de lo que ven sus ojos. Lo observamos a diario este problema, y a la inauguración de los Juegos de Verano de Londres me voy a remitir -por citar una gran evento internacional- para que se observe la pérdida de eficacia comunicativa que no se explique bien el alcance del ceremonial olímpico. Es una pena, porque detrás a veces hay más información de lo que aparentemente se ve.

No voy a ser tan atrevido de solicitar que en eventos complejos aparezca la figura del asesor de protocolo, que, así todo, debería de estar cuando realmente es necesario. Pienso que bastaría en principio con una adecuada formación de los periodistas a quienes, además, se les debería dotar de materiales a los que puedan recurrir para realizar las consultas pertinentes. Es obvio, que habrá situaciones donde sería conveniente la presencia de los expertos, pero en el día a día es el periodista quien debe de “saber leer más allá”.

En consecuencia, estimo que quienes estamos en el lado de la Organización, a través de nuestros representantes legales, que son las asociaciones, deberíamos propiciar acuerdos de colaboración que vayan encaminados en esta línea. Es obligado que las asociaciones de protocolo y de periodistas, la Academia de televisión, etc., lleguen a acuerdos encaminados a esta seria necesidad. Con ello se lograría, además, acabar con la frivolización del Protocolo, expresión que para muchos periodistas solo es cosa de reyes, corbatas y tacones, por citar tres tópicos. Creo que las asociaciones deberían tomar muy en serio propuestas de este tipo en beneficio de todos. También se puede decir que hacer Protocolo hoy de espaldas a la Comunicación y sin conocer sus exigencias actuales es suicidarse profesionalmente. Al margen de lo que hagan las asociaciones, al menos uno está ya en esa batalla.