La anorexia simbólica y de protocolo de España

Siempre que sale a la luz un libro relacionado con el protocolo y ceremonial, si es tratado con seriedad, rigurosidad y amplias fuentes documentales, es una buena noticia no solo para los profesionales, sino para el conjunto de la sociedad. El experto jurídico, imprescindible referente en el ámbito del protocolo, ceremonial, heráldica, nobiliaria y derecho premial y, además, general del Cuerpo Jurídico Militar, Fernando García-Mercadal y García-Loygorri, acaba de sacar su nuevo trabajo “Los símbolos políticos, el ceremonial y las distinciones oficiales del Reino de España” (Ediciones Hidalguía y Editorial Dykinson, en colaboración con la Real Asociación de Hidalgos de España) que recoge en esencia el contenido del que fuera VIII Premio Hidalgos de España (2018). Un libro imprescindible hoy en estas disciplinas y que aporta no sólo extraordinaria información, sino numerosos análisis críticos sobre la situación normativa de símbolos, precedencias y otras cuestiones relacionadas con el mundo de las condecoraciones. Un trabajo que es extraordinario, fácil de leer pese a la densidad (324 pgs.) y calado de su contenido y que indudablemente es ya un referente esencial en el mundo del protocolo oficial. Analiza los símbolos nacionales (Rey, bandera, escudo, himno) así como la normativa vigente en el amplio campo del protocolo y ceremonial, y lo hace desde una reflexión crítica muy seria que le lleva a concluir que hoy en día “España padece una anorexia simbólica en lo que respecta a los símbolos nacionales integradores, que son tratados con cierto desdén, y esto se debe a una falta de cultura ciudadana, a la necesaria pedagogía que debe hacerse sobre todas estas cuestiones en los colegios, resaltando aquellos aspectos que nos unen a todos los españoles, por encima de las diferencias políticas” (Europa Press).

Contenidos tratados

A lo largo de este libro, el autor aborda desde el análisis, la historia y la reflexión crítica temas como los símbolos políticos (apoyándose en la opinión de destacados juristas españoles), entre los que incluye no solo a la bandera (“¿símbolo integrador o reivindicativo?”), el escudo (“un diseño manifiestamente mejorable” y el himno nacional (“metáfora silente de una conciencia nacional debilitada”), sino a la propia monarquía, las fiestas nacionales (“poco que celebrar”), lugares para la memoria (“escasa función representativa de algunos edificios y espacios públicos”), monedas y emisiones postales (de las que asegura cada vez son más feas y estrafalarias). Aborda, igualmente, las precedencias protocolarias (“una normativa obsoleta”), los tratamientos (“el desbarajuste está servido”), los títulos de la nobleza (“el absurdo recato para usarlos con normalidad”) y las órdenes, condecoraciones, medallas y otras distinciones afines (“demasiadas y poco conocidas”). Finaliza con una recapitulación donde aborda el debate sobre la identidad española y la ruptura del consenso fraguado en la Transición sobre los símbolos nacionales, los verdaderos motivos de la anorexia simbólica que padece España y el análisis de algunas prioridades y reformas que de cara al futuro deben abordarse.

Deficiencias técnicas en los símbolos

Ya en su introducción se intuye claramente el análisis crítico que realiza en la obra, en la que parte siempre de un riguroso estudio legal de los temas tocados y su aplicación (lo que le da un sentido muy pedagógico). Así señala al inicio afirma que las normativas ordinarias que regulan el escudo, himno y fiestas se resiente “de serias deficiencias de técnica normativa, y en lo que afecta al escudo nacional graves descuidos en su diseño gráfico”.

Actualización de las precedencias

En su opinión el Ordenamiento General de Precedencias en el Estado (Real Decreto 2099/1983) “ha quedado totalmente superado por las sucesivas modificaciones introducidas en el organigrama estatal y reclama desde hace tiempo una actualización que, por el momento, no parece que vaya a producirse”.

El lío de los tratamientos

Afirma que tras la derogación en 2015 del Código de Buen Gobierno (Consejo de Ministros, 2005), “si lo que deseamos es saber cómo dirigirnos protocolariamente a las dignidades civiles o militares, así como a los más encumbradas profesiones oficiales, deberemos escudriñar un sinfín de reglamentos propios (…) que en algunos casos pertenecen incluso al siglo XIX. Asunto éste, el de los tratamientos honoríficos o de cortesía, en el que hoy en día no se legisla por pudoroso igualitarismo pero que en la práctica casi todo el mundo exige con indisimulada vehemencia cuando le afecta personalmente”.

Desguace de los símbolos políticos

Fernando García-Mercadal señala que “asistimos a un minucioso desguace de los símbolos políticos que reflejan nuestra historia centenaria. Bandera, Escudo, Himno y fiestas nacionales, ceremonias y protocolo oficial, reales órdenes y condecoraciones y, en general, todos aquellos ritos e iconos tradicionales o través de los cuales se proyecta la idea de España como comunidad política unitaria, más o menos cohesionada, son objeto de un indisimulado menosprecio por parte de quienes saben perfectamente que desatender o menoscabar los aspectos emocionales e integradores de la vida pública supone conducirla forzosamente al fracaso, al faltar la necesaria adhesión de la ciudadanía hacia los valores que encarna y representa”.

Dice el autor que en nombre de esa presunta modernidad y de los tópicos multiculturales más oportunistas, se están reemplazando los milenarios escudos municipales y los de algunas universidades y corporaciones más señeras por logos, gadgets y otros fetiches, a cual más ramplón, banal y hortera, o se han creado un sinfín de premios y condecoraciones por parte de autoridades y entidades diversas, hasta sumir nuestro Derecho Premial en un confuso guirigay normativo y transmutar la solemnidad institucional, exigible a toda nación antigua como la nuestra, por un caos protocolario que ha terminado por hacer irreconocibles muchos de los títulos, formalidades y cortesías que hasta hace poco tiempo dignificaban y enlucían las relaciones éntre los distintos organismos del Estado.

Anorexia simbólica

En su recapitulación final, García-Mercadal habla claramente de la anorexia simbólica que sufre nuestro país y que no son anécdotas o episodios banales insignificantes el incumplimiento sistemático de la Ley de Banderas, los frecuentes pitidos y abucheos al Himno Nacional y las criticas destempladas al Jefe del Estado y otros miembros de la Familia Real. En su opinión son “un síntoma muy preocupante de una situación que –por mucho que la mayoría de nuestros políticos miren para otra parte- no se debería soslayar”.

El autor pretende demostrar como los poderes públicos de la España constitucional de 1978 han sido incapaces de generar y administrar eficientemente el capital simbólico del que forman parte los emblemas nacionales, las ceremonias protocolarias y las distinciones oficiales. Y cómo esta deficiente previsión arroja un balance muy insatisfactorio en términos de cohesión social y territorial de nuestra nación. “Principalmente porque quienes se han propuesta erosionar, sin rebozo alguno, la legitimidad de nuestro sistema político han encontrado en la anorexia simbólica que padecemos un valiosísimo e inesperado aliado”.

Escaso fuste del Ceremonial de Estado

No se queda atrás el experto jurídico cuando denuncia directamente los siguientes factores:

  • El escaso fuste del Ceremonial de Estado (con un Himno Nacional que lleva años reclamando a gritos letra propia, unas fiestas nacionales por completo desvitalizadas, un Panteón de Hombres ilustres del que nadie se acuerda, la inexistencia de una norma que aclare en qué consiste un luto nacional y a qué se deben atener en este punto las instituciones oficiales.
  • La pobrísima consideración que se viene dispensando a las tradiciones culturales y usos jurídicos privativos de la Dinastía. ¿Quiénes forman parte de la Familia Real propiamente dicha? ¿Qué alcance tienes las dignidades de Infante y Príncipe Heredero? ¿Qué individuos concretos ostentan derechos de sucesión al trono? ¿Cuáles son las exigencias que determinan la validez de las abdicaciones y renuncias? ¿Cuáles son las causas que harían viable la inhabilitación del monarca’
  • Los continuos desajustes producidos por el Ordenamiento General de Precedencias en el Estado que, a pesar de los profundos y variadísimos cambios experimentados en las instituciones desde que se aprobara el Real Decreto 2099/83, no ha sufrido reforma alguna y ha quedado completamente obsoleto.

En fin, no hay página sin desperdicio en esta obra, ya referente, con la que se podrá compartir opiniones o no, pero que desde luego arroja elementos muy valiosos para la necesaria renovación del protocolo y ceremonial de Estado en España y el conocimiento fundamentado del mismo. Por mi parte, enhorabuena a Fernando por este espléndido trabajo. Un libro que recomiendo y que debería estar ahora mismo en la mesa de todos los políticos y profesionales de protocolo, a quien el autor pide que como técnicos hagan valer siempre el cumplimiento de la normas, por encima de intereses políticos.

Protocolo, Ceremonial y Derecho Premial

Fernando García-Mercadal, ganador del VIII Premio Hidalgos de España

Reseña del autor

Fernando García-Mercadal y García Loygorri (Zaragoza 1956) es Doctor en Derecho con Premio Extraordinario por la Universidad de Navarra. Doctor en Ciencias Políticas por la Universidad Rey Juan Carlos y Máster en estudios sociales aplicados por la Universidad de Zaragoza. Fue subdirector del Gabinete de la Presidente del Congreso de los Diputados (VII Legislatura). Autor de ocho monografías histórico-jurídicas y más de cuarenta artículos sobre asuntos relacionados con la semiótica jurídica, el ceremonial de Estado y las instituciones premiales españolas. Es Académico Correspondiente de la Real de Jurisprudencia y Legislación y vicepresidente de su Sección de Derecho Premial; vicedirector de la Real Academia Matritense de Heráldica y Genealogía y Académico correspondiente de la Real de la Historia. Además de general del Cuerpo Jurídico Militar, es profesor en diferentes estudios universitarios de protocolo y ceremonial y autor de trabajos de altísima referencia como “Las Reales Órdenes y Condecoraciones Civiles del Reino de España” (Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, 2003), “Los títulos y la heráldica de los Reyes de España” (Editorial Bosch, 1995) y “Código de Ceremonial y Protocolo” (Boletín Oficial del estado que permanente se actualiza).