Rajoy y el “enemigo” en casa

SusanaDiazRajoy_176El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, recibe a la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz. Se coloca a la derecha.

Susana 3Por cierto, siempre me ha llamado la atención de que los políticos a la hora de saludar a las mujeres lo hagan tomando la iniciativa de besarlas y en cambio a los hombres les larguen el brazo. Curioso. Y entre ellas lo mismo. Supongo que al final todos terminaremos por besarnos, cuando ya empieza a haber un cierto grado de conocimiento.

Suena fuerte el titular, pero que nadie lo interprete mas allá que una mera reflexión profesional sobre el protocolo oficial. A veces los periodistas somos así de “crueles”.Me inspira este artículo la reciente entrevista que mantuvo el 22 de diciembre, en el Palacio de La Moncloa con la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz. ¿Por qué Rajoy no mantiene un estilo propio como Presidente en cuestiones de precedencias y cortesía y lo aplica siempre de forma similar para que no dé lugar a interpretaciones? Casi no harían falta más comentarios, pues viendo las fotos resulta suficiente para definir una obsesión por aplicar la precedencia según el estado anímico de cada día. ¿Alguien entiende que el Presidente el 15 de diciembre pasado ceda la derecha al Presidente de Senegal –jefe de Estado- en la entrevista en el salón de La Moncloa y en cambio no lo haga cuando le recibe a la puerta de Palacio? Un invitado además al que invita a firmar en su libro de honor.

Senegal derechaRecibimiento en la puerta de La Moncloa al Presidente de Senegal, con todos los honores como acredita la presencia de la escolta de honor y la bandera senegalesa.

Senegal  Entrevista entre ambos mandatarios.

Firma SenegalFirma en el libro de honor. El Presidente de España debería situarse a la izquierda del invitado por dos razones: la cortesía de la derecha y para no tapar las banderas (más práctica).

Es costumbre internacional que en el protocolo de actos bilaterales el anfitrión ceda la derecha al invitado, como mostramos en estos ejemplos gráficos que siguen. ¿Por qué no aplicamos esta costumbre en situaciones de este tipo? Pienso que cuando un anfitrión recibe en su casa a un invitado, tenga el rango que tenga, la cortesía elemental nos señala que se le ceda la derecha, sea portero de la finca de la esquina, un famoso deportista, o un político o mandatario de alto nivel. Así lo vemos habitualmente en el protocolo en las relaciones bilaterales, como refleja esta imagen:

Rajoy Francia

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El Presidente de España a la derecha del Presidente de la república francesa el pasado 23 de mayo en la puerta del Palacio de Elíseo, en París. Rajoy no es Jefe de Estado, Hollande, sí. En la imagen de abajo durante la rueda de prensa ofrecida en la sede de la jefatura del Estado gala.

México

 El Presidente de México ofreció con motivo de la pasado Cumbre Iberoamericana un almuerzo a los dos representantes españoles, cediendo la derecha al Jefe del Estado español.

Por eso digo que Rajoy tiene el enemigo en casa. ¿Por qué? Sencillamente porque nadie le fija un estilo propio en La Moncloa que se aplique con sentido común y de forma habitual. Es muy importante en Protocolo que cada institución tenga su estilo y que que lo mantenga (aunque a veces haya que adaptarlo). Entonces el protocolo cobra más sentido y se acerca a lo correcto y al público en general. Si andamos cambiando según qué situaciones, el protocolo pierde su razón de ser.

La firma de los acuerdos sociales

Firma social

 De izquierda a derecha: Secretario General del Sindicato Unión General de Trabajadores (UGT), Presidente de la Confederación Española de Organización empresariales (CEOE), Ministra de Empleo,  Presidente del Gobierno, Secretario General de Comisiones Obreras (CCOO) y Presidente de la Confederación de Empresarios de la Pequeña y Mediana Empresa (CEPYME).

Ocurrió lo mismo en la firma de los acuerdos sociales en La Moncloa,el pasado 15 de diciembre. Durante el acto de la rúbrica entre el Gobierno y los interlocutores sociales las precedencias no son correctas de acuerdo a la norma como podrá apreciar el lector en esta foto, en la que el Presidente debía estar en el puesto 1 y no la Ministra de Empleo. ¿Casualidad? No, despiste. Tanto que nos puede llevar a pensar que en La Moncloa el protocolo se improvisa o no se ejerce. Pero tampoco es así. ¿Entonces? Tendrán que explicarlo, pero no es buena la imagen que se traslada.

Al margen de que el Presidente del Gobierno y la Ministra debieran intercambiar sus posiciones para cumplir la norma (estamos ante una presidencia par, donde de los dos puestos centrales el de la derecha es el primero), no hubiera estado de mas que los dos representantes sindicales de CCOO y UGT (esa es la precedencia vigente, por haber obtenido mejores resultados electorales Comisiones Obreras) mantuvieran una paridad posicional. Bastaría con que la Ministra –que pierde relevancia en un acto que preside su “jefe” se hubiera ido al último lugar y permitiera con ello mayor protagonismo a los otros firmantes del acuerdo, los presidentes de la gran patronal (CEOE) y de la pequeña y mediana empresa (CEPYME), y los secretarios generales de CCOO y UGT.

Firma 1

Firma 2

Firma 3

Las tres fases de la firma. Ministra, sindicatos y empresarios.

La puesta en escena no es mala, pero la precedencia mejorable. Dado que el Presidente no puede quedarse en el centro por ser par –que sería lo ideal-, al menos que tenga a su derecha a la patronal (por su orden, CEOE y CEPYME) y a su izquierda a los sindicatos. No pasa nada si la Ministra se va al último lugar. Hubiera quedado más elegante. Alguien diría entonces que copresidirían Rajoy y CCOO, pero que no se olvide que a la derecha quedaría el Presidente de los empresarios. Lo uno por lo otro. Y si se considera que la decisión fuera fuerte, al menos que la Ministra queda a la izquierda de su jefe político.

El Gobierno ya queda en buen lugar con un presidente que preside. No es necesario que los dos representantes gubernamentales se queden en el centro, copando tanto protagonismo, ese mal, esa falta de generosidad en cortesía que acaba por destruir la imagen institucional. Pero como empresarios y sindicatos “pasan” habitualmente del protocolo tampoco les molesta la situación (luego éste les pasa factura; y si fuera el secretario de UGT preguntaría por las razones de este protocolo). Y el Gobierno, que no pasa del protocolo, también es víctima de su no acertada aplicación. En fin, muchos discreparán, pero viendo las imágenes es lo primero que me dicta el corazón, y, en definitiva, es lo que ocurre con la mayoría de los mortales cuando ven imágenes de este tipo: la sensación que te transmite en los primeros tres segundos que las observas (tiempo que según los expertos dedicas a ellas).

La mesa de la reunión

Mesa social

Lo mismo puede decirse de la foto de la mesa de la reunión. ¿Por qué esa disposición? ¿No hubiera quedado mejor si la Ministra se coloca la última dejando a derecha e izquierda al Presidente de CEOE y al secretario general de CCOO, respectivamente, seguidos a cada lado por el secretario general de UGT y el Presidente de CEPYME? Y si alguno considera que la Ministra no puede ser la última o debe estar al lado de su jefe, al menos que no ocupe el puesto de invitada de honor (derecha del anfitrión) sino el lado izquierdo.

Y por Dios que eviten mesas de cristal que producen esos reflejos que desvirtúan y que parecen vislumbrar a un presidente hacia arriba y otro cabeza abajo. Al margen de estos detalles, la puesta en escena no es mala. En eso este presidente va mejorando cada día. ¿Será que ha cambiado a los responsables de protocolo por interioristas? Ya no sabe uno qué pensar.