Atril en la carretera, “accidente” en las precedencias

Rajoy Asturias
Rajoy en el atril pronunciando su discurso de inauguración de la nueva autovía. A la derecha de la imagen por este orden, el Presidente de Asturias, la Ministra de Fomento y el Presidente de cantabria.

La verdad es que la imagen llama mucho la atención. Si no se hiciera comentario alguno ¿qué conclusión sacaría el lector al ver estas imágenes? ¿De qué va este evento? ¿Qué carajo estamos viendo? Si alguien se está preguntado estas cuestiones, los organizadores se han equivocado en la puesta de escena.

Rajoy bucólicoTodo muy bonito, pero ¿qué se está inaugurando la apertura de un Parque Nacional o una autovía?

Se trata de la inauguración del tramo de la autovía A-8, entre Unquera (Cantabria) y La Franca (Principado de Asturias), celebrada el pasado 30 de diciembre. Nada menos que 4,5 kilómetros de nuevo trayecto. Es cierto que es un corto recorrido para tanto presidente, pero su apertura resulta simbólica porque acaba con un importante “embudo” que generaba severos problemas de tráfico en esta carretera que a falta de dos pequeños tramos en Cantabria que se abrirán este año une a través nada menos que Portugal con Europa por el norte de España).

Como dijo el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se podrá viajar de “Faro (Portugal) hasta París por vías de alta capacidad”. Es decir, poco kilometraje para una inauguración en el norte de la península que moviliza a un Presidente del Gobierno, pero muy simbólica porque es casi el fin de una obra –la transcantábrica- que comenzó a tramitarse hace 25 años (y en cualquier caso el fin en su paso por el Principado) .

Bueno, la cuestión está en la foto, en la puesta en escena, que “francamente” no nos convence para nada. ¿Estamos inaugurando una carretera, un mirador, un circuito, un acceso a un Parque Nacional, o estamos haciendo balance de los accidentes de tráfico? La verdad es que la imagen es tan chocante, tan fuera de lugar, tan desafortunada, que no podía dejarse de comentar en este modesto blog. Seguramente hubiera quedado mucho mejor una perspectiva en la dirección que muestra la imagen siguiente, para transmitir la idea de que lo que se inaugura es una autovía y además entre Asturias y Cantabria.

Rajoy mejor perspectivaQuizá hubiera quedado mejor la presidencia del acto con esta perspectiva de fondo (entiendase, ubicando a los invitados en otro lado)

El puesto de los presidentes

Este acto nos aporta otra reflexión. Las precedencias seguidas para los dos presidentes autonómicos, Javier Fernández (Asturias) e Ignacio Diego (Cantabria) y la ministra de Fomento, Ana Pastor. Durante el discurso, se aplican de acuerdo al Real Decreto 2099/1983 sobre ordenación general de las autoridades en España. Por lo tanto no se pueden calificar de incorrectas. Pero en este país, tan dado a saltarse las normas protocolarias cuando viene en gana, parece que cuando la lógica las justificaría es cuando alguien se “planta” y dispone su cumplimiento. Y al Real Decreto hay que interpretarlo y bien, cuestión que muchos profesionales olvidan. Sí, interpretar bien, porque tiene tantas lagunas y carencias que exige ese esfuerzo.

Si se trata de la inauguración de un trayecto que une por autovía de forma definitiva Asturias y Cantabria, sus presidentes deben situarse al mismo nivel, no separados por la Ministra, que en este acto debe ceder todo su protagonismo al Presidente, asumiendo el papel que llamamos de anfitriona desplazada en un acto que promueve su ministerio. ¿No hubiera quedado mejor que los dos presidentes quedaran al mismo nivel (primero el asturiano porque el acto se celebra en su territorio pero inmediatamente después el cántabro). Y no hubiera pasado nada. Quedaría superelegante que la tercera fuera la Ministra, una política que por cierto hubiera aceptado esta opción porque ha acreditado ser comprensiva en este campo. Pero a buen seguro ha sido sumisa con el protocolo que el responsable de turno ha dispuesto. Pocas veces se justifica saltarse el protocolo del Real Decreto, pero en esta ocasión pienso que hubiera beneficiado al sentido del acto, es decir, a sus objetivos.

Hito 1Derecha del hito a descubrir: Presidente del Gobierno y Presidente del Principado de Asturias. Izquierda, Ministra de Fomento y Presidente de Cantabria.

Hito 2Foto de Familia, tras descubrir el hito.

Igualmente, en esta otra foto la precedencia hubiera sido más acertada si a la derecha del hito kilométrico se hubieran colocado el gobierno nacional (el presidente Rajoy y la ministra Pastor) y a la izquierda los dos presidentes autonómicos (el asturiano Fernández y el cántabro Diego). Y para no alargarnos más, mejor dejamos para otro día la chapuza de tela dispuesta para el descubrimiento de este hito indicador. Tantos sustos al mismo tiempo no son buenos.

La batalla (protocolaria) de Granada

Muy buena presidenciaEste jueves ha vuelta a surgir la polémica a propósito de la no asistencia de la Presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, al X Premio Internacional de Poesía Ciudad de Granada, Federico García Lorca, celebrado en Granada al considerar que el Alcalde anfitrión, Torres Hurtado, no le permitía intervenir en el orden protocolario correcto. Los medios de comunicación se han hecho eco de este conflicto intentando buscar explicaciones protocolarias para buscar quién está en posesión de la verdad y valorar el alcance político de la cuestión. Antes que nada, recordar que el galardonado eraEduardo Lizalde. Hagamos ahora las reflexiones y valoraciones desde el punto de vista técnico, una vez hablado con las partes y vistos los diferentes medios de comunicación.
Los actos son programados, fijados y desarrollados por la entidad anfitriona, que es quien debe decidir sobre el contenido de los mismos. Es el anfitrión a quien corresponde invitar a las personas que considera idóneas para tomar la palabra o realizar un discurso. Por lo tanto, desde el punto de vista de la norma y de las tradiciones si puede decirse que el Ayuntamiento de Granada actuó de forma correcta si fuera cierto que no fue invitada la Presidenta de la Junta de Andalucía a tomar la palabra. Pudiera opinarse si era conveniente o no que hablara, pero no es ni política ni protocolariamente obligatorio que haya que darle palabra. De hecho, no en todos eventos a los que acuden los presidentes de las comunidades, especialmente cuando acompañan a la Familia Real, son invitados a hablar. Un buen antecedente de ello lo tenemos en los Premios Príncipe de Asturias en Oviedo o en el Premio Cervantes en Madrid. En ambos casos asistentes los presidentes autonómicos no son invitados a ello. Por lo tanto, hemos de entender que no es un descortesía o falta de consideración que no se invite a la Presidenta a hablar.
La primera propuesta
Pero hay matices muy importantes que conviene hacer. Según he podido contrastar con las diferentes partes implicadas, tanto del Ayuntamiento como de la Junta y de la propia Casa de S.M., la primera comunicación que llegó a la presidenta andaluza desde el ente municipal se le invitaba a hablar de acuerdo a este orden:
–       Lectura del Acta.
–       Entrega del Premio.
–       Discurso del galardonado.
–   Intervenciones del Secretario de Estado de Cultura, Presidenta de la Junta de Andalucía, Alcalde de Granada y Príncipe de Asturias (y en ese orden).
Se argumentaba para esta propuesta que el acto era muy importante para el Ayuntamiento, que era quien lo financiaba y que el Alcalde debía hablar el penúltimo (en protocolo la cuestión de pagar ni quita ni da derechos), cuestión que la Junta rechazó por no ser el orden que habitualmente se aplica de menor a mayor rango de acuerdo al Real Decreto por el que se establecen las precedencias en el Estado (que da mayor precedencia al presidente de la comunidad frente al alcalde del municipio del lugar donde se celebra el acto). Para la Junta transigir al respecto suponía un precedente no admisible.
Segunda propuesta
Tras las oportunas conversaciones entre los servicios de protocolo de las partes implicadas, el Ayuntamiento de Granada hizo una (no explicada) segunda propuesta en la que quedaban fuera de las intervenciones tanto el Secretario de Estado como la Presidenta de la Junta, manteniendo el mismo orden para el resto. Desde el gobierno regional se mantuvieron conversaciones con altos responsables de la Casa de S.M. que intentaron convencer al Ayuntamiento de que la Presidenta tomara la palabra y antes del Príncipe. Sin embargo, el Ayuntamiento no cedió y la Presidenta optó por no asistir.
Los antecedentes
A favor del criterio autonómico, habría que recordar el antecedente de la entrega del Premio García Lorca de 2004, al que asistieron el Príncipe y el entonces presidente Manuel Chaves quien habló y lo hizo inmediatamente antes que el Príncipe (que cerró) y después que el primer Edil, que era por cierto el mismo Alcalde actual. En la edición de 2005, Chaves volvió a asistir a la ceremonia de Puente Pinos y también habló de acuerdo al siguiente orden (no hubo presencia de Familia Real):
–       Alcalde de Granada.
–       Ministro.
–       Presidente de la Junta de Andalucía (que cerró).
Vistos estos antecedentes, parece claro que la Presidenta fue invitada a hablar y de ser así debía hacerlo inmediatamente ante que el Heredero de la Corona, y en cualquier caso después del Alcalde. Aunque el anfitrión del evento sea éste último y suya es la responsabilidad de fijar el contenido del mismo, la tradición y la costumbre (que para protocolo tiene rango de Ley), así como la propia normativa vigente, señala que la Presidenta debía haber pronunciar su discurso después del Alcalde y antes que el Príncipe. Además, cuando se invita a una autoridad debe tenerse en cuenta que hay que respetar el protocolo que le corresponde. Si no se va a cumplir es preciso informarle de forma previa o sencillamente no invitarle.
De cualquier forma, para no dañar la imagen del acto (como ha ocurrido) el sentido común nos dice que lo normal es que el Alcalde hubiera accedido a la postura del gobierno autonómico. No obstante, el hecho de que la presidenta de la Junta, pudiera haberse considerada “ninguneada” por el Alcalde de Granada debería haber valorado antes de tomar la decisión de no ir, si con ella perjudicaba la imagen del Premio, de su galardonado y el de la Comunidad. Por los datos que he podido obtener pienso que el criterio de la Junta es acertado, pero también estimo que aunque fuera protocolariamente “mal tratada” la presidenta debiera haber asistido igualmente al evento, dejando claro su malestar y protesta. Pero esto ya es política y al respecto nada tengo que opinar.
 autoridades
Rectificación municipal 
Sobre si el servicio de Protocolo del Ayuntamiento debiera haber rectificado la decisión, no es una cuestión que competa al mismo, pues su misión es ejecutar del evento de acuerdo a las directrices políticas que se le señalan (suponemos que habrán hecho su propuesta pero la decisión última es del Alcalde). Estoy convencido que habrán sugerido al Alcalde la conveniencia de que hablara la Presidenta y lo hiciera en el orden que todos los profesionales consideramos correcto (después que el primer edil y antes del Príncipe). Con ello se hubiera evitado esta polémica que no es buena ni para Granada ni para Andalucía y España. Pero los técnicos de protocolo no debemos meternos en política, y si alguien lo ha hecho resultaría reprobable desde el punto de vista del Código Ético de la profesión.
Asistencia de la Presidenta
Considero que la Presidenta debiera haber asistido el acto, no solo por deferencia a los Príncipes, sino por respeto al Premio y a su galardonado, y por extensión a los granadinos y andaluces. Pero entiendo por otra parte, su reacción, porque el “enrrocamiento” del Alcalde esconde claramente una intencionalidad política que va más allá de los intereses relativos al Premio y en los que no entramos. No tiene sentido (aunque respetamos la decisión) que la representante ordinaria del Estado en la Comunidad Andaluza se ausente por diferencias protocolarias en un evento importante de este calibre (ya nos vamos acostumbrado en España a situaciones simlares). Las discrepancias o desavenencias políticas, en eventos de este tipo, deben ventilarse en los despachos y no ser trasladados a lo público, en perjuicio de la imagen institucional de todos. Me imagino que para el Príncipe y el Premiado el acto terminaría por resultarles incómodo. Obviamente, en relación a la posición, como también es habitual, la Presidenta debiera estar junto a los Príncipes, lo mismo que el Alcalde (uno a cada lado).
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El Ministro “educado”

Ministro y Cospedal Hoy, sábado 18 de enero, comienzan las actividades oficiales del IV Centenario del fallecimiento del universal pintor El Greco (7 de abril de 1614 en Toledo), lo que se ha venido en denominar el Año Greco.  Un conjunto de eventos que organiza la Fundación El Greco 2014, que honoríficamente presiden los Reyes de España. El presidente esGregorio Marañón y Bertran deLis, Marqués de Marañón, y cuenta con 16 patronos natos, entre ellos la Presidenta de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, y  el Ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert (citados oficialmente en ese orden), y otros 16 patronos, como el Presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, y la Alcaldesa de Madrid, Ana Botella. Se inaugura el Año con un concierto decampanas acompañado de un espectáculo pirotécnico en Toledo. Según reza la web oficial “los campanarios de la ciudad elevarán al cielo sus sonidos en un gesto poético y envolvente. Una llamada a la participación y la celebración”.
Pero realmente el campanazo de salida lo marcaron la Presidenta de Castilla-La Mancha y el Ministro de “Educación”, Cultura y Deporte el pasado día 14 cuando presentaban oficialmente las actividades del Año Greco, en el Museo del Prado en Madrid, en un evento promovido por ambas instituciones. El campanazo vino por la “anécdota” provocada por los organizadores ministeriales al dar la palabra antes al Ministro (PP) que a la Presidenta (PP), cuando al parecer estaba previsto lo contrario. La reacción de total contrariedad de Cospedal puso el resto. La cadena televisiva La Sexta aireó a todo trapo el video y los medios de comunicación en general se hicieron eco de la circunstancia. Así el diario El Mundo titulaba “El rifirrafe con Cospedal ‘fue por cortesía de caballeros’. El ministro desmiente que se peleara con la secretaria general del PP en el Prado”. Por su parte El País, destacaba: “Wert dice que el ‘enfado’ de Cospedal en un acto fue por su “excesiva” cortesía”.
Evidentemente, circunstancias al margen, ambos políticos han logrado que el Año Greco comience con la máxima difusión. Ya se sabe, lo importante es que hablen de uno aunque sea mal. A estas alturas la mayoría de los españoles ya saben que celebramos “un” centenario del afamado pintor que ha abanderado para sí Toledo. En ese sentido, no les viene mal a los promotores.
Analizando estrictamente el protocolo, al celebrarse el acto en el Museo del Prado, territorio del Ministerio de Educación, Cultura y Deportes, la presidencia del mismo correspondía a José Ignacio Wert, aun cuando el evento estuviera promovido conjuntamente con la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. Ambos mandatarios eran anfitriones del acto, pero uno, además, anfitrión del lugar. En consecuencia no cabe la menor duda de que el Ministro en este acto tenía precedencia sobre la otra anfitriona. Hay que matizar que no por celebrarse en Madrid el Ministro tenga mayor rango que la Presidenta de Castilla-La Mancha, sino por el hecho de celebrarse en el Museo del Prado. Si el evento hubiera estado promovido solo por Castilla-La Mancha la Presidenta tendría prioridad como anfitriona.
Para evitar equivocaciones hay que recordar que en la aplicación de precedencias oficiales hay que valorar en primer lugar la cuestión del anfitrión y si hay varios la precedencia establecida para ellos según el Real Decreto 2099/83. En este caso, tanto el artículo 10 como el 12 (cualquiera que se quisiera aplicar) otorga la precedencia al Ministro, por ser coanfitrión y celebrarse en su “casa”, por que si el evento hubiera sido organizado exclusivamente por la Junta de Castilla-La Mancha, aunque fuera en Madrid, la precedencia sería para la Presidenta de la Comunidad. Pero ése no era el caso.
Estaba previsto que tras otras intervenciones previas, la Presidenta de la Comunidad y el Ministro (en ese orden) cerrasen el evento. Así parecía estar pactado y eso es lo que esperaba Cospedal, hasta que se vio sorprendida (diría contrariada por su  reacción), cuando el “malogrado” conductor del acto (porque peor no lo pudo hacer, especialmente al anunciar el posterior discurso de Cospedal, aludiendo a que “ya sabemos que todos queremos irnos, pero debe hablar la Presidenta”) anunció primero al representante estatal y, después, a la Presidenta. Para quienes desconozcan la cuestión, normalmente los discursos se hacen de menor precedencia a mayor, cerrando el que preside, en este caso el Ministro.
 El Greco general
La preocupante versión del Ministro
Hasta ahí la polémica que luego los medios de comunicación (y es que el Protocolo ofrece siempre muchas lecturas, especialmente cuando se aplica mal) interpretaron como señal de mala relación entre ambos políticos. No entramos en ello, ni nos preocupa. Pero nos ha dejado sin palabras la versión que el Ministro, dos días después, ofreció en un desayuno organizado por el periódico El Economista, en el que dijo textualmente lo siguiente (fuente:http://politica.elpais.com/politica/2014/01/16/videos/1389897201_969075.html):
  • “Como el acto se celebraba en Madrid me correspondía a mí intervenir el último, pero la tradicional cortesía y caballerosidad hace que a veces los caballeros cedan el paso a las señoras, le cedí el paso a Dolores de Cospedal. El enfado, el supuesto enfado, es que María Dolores de Cospedal me agarra del brazo porque le parecía excesiva la cortesía que suponía cederle a ella el cierre del acto. En la tarde hablamos, nos reímos muchísimo de como se había interpretado la situación”.
Es evidente que Cospedal no está en este evento por ser mujer, sino la Presidenta de la Comunidad de Castilla-La Mancha. La explicación del Ministro, además de estar fuera de lugar y responder a una actitud claramente sexista, supongo que no habrá gustado absolutamente a nadie con dos dedos de frente. Que sean amigos no lo dudo, que se hayan reído tampoco, pero personalmente esa actitud demostrada por el Ministro de Educación es reprimible. Es lógico que nos hagamos algunas preguntas: ¿Hubiera hecho lo mismo el Ministro si fuera la Presidenta de la Junta de Andalucía, de militancia socialista? Y yendo más lejos, ¿no lo hubiera hecho si hubiera sido el Presidente de Galicia (PP)? Para Wert un Ministro debe actuar protocolariamente de forma diferente según el sexo de la autoridad con la que se relaciona. Que tomen nota los representantes institucionales españoles que quieran negociar con el Ministerio y su titular: que envíen a sus representantes femeninos (mejor que el Presidente, la Consejera; mejor que el Alcalde, la concejala). Un despropósito del Ministro que sigue sin entender el protocolo.
Lo que más nos ha extrañado de este cambio de programa, que no es una improvisación instantánea de Wert (fue anunciado por el conductor del acto que lo tenía en su guion), es que no fuera puesto en conocimiento de la Presidenta. Por la reacción de la misma está claro que no. Éso es un fallo grave de los servicios correspondientes de Protocolo (ya desconozco de qué parte). Puede que el Ministro haya ordenado previamente el cambio, pero debería haberse comunicado a la Presidenta vía responsables de protocolo). Wert no improvisa, sino que sale cuando se le llama. Es decir, los responsables de Protocolo eran conocedores de esta situación y debían haber actuado en el sentido señalado anteriormente. Es difícil encontrar justificaciones al respecto. Y deleznable la explicación del Ministro “tan educado”.