La final del Campeonato del Mundo de Fútbol (el Mundial) de Rusia 2018, ha dejado unas cuantas “perlas” desde el punto de vista del protocolo deportivo, que en algún caso ha alcanzado a las redes sociales, incluso, a la mayoría de los medios de comunicación generalistas y deportivos, generándose amplios debates acerca de algunas situaciones. Si el presidente francés, Emmanuel Macron, no debiera haber celebrado como lo hizo los goles que dieron la victoria a su selección; si la presidenta croata, Kolinda Grabar, no tendría que haberse puesto la camiseta de su equipo, ni tampoco celebrar los goles; si el presidente de la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA, entidad organizadora de este acontecimiento), Gianni Infantino, debería estar a la izquierda y no a la derecha del presidente ruso, Vladimir Putin, en los palcos de la inauguración y la clausura; si habría que tener preparado un “plan B” en caso de lluvia fuerte a la hora de la entrega de los trofeos (como ocurrió); por qué no llegaron a tiempo los paraguas; cómo es posible que cuatro miembros del grupo musical feminista ruso Pussy Riots burlaran la seguridad y saltaran como espontáneas en mitad del partido final, etc. Son algunas de las preguntas o reflexiones que muchos se han hecho al respecto. Ha habido más situaciones de interés y en relación al protocolo estricto, hemos de decir que quizá para mi lo más relevante ha sido la estrategia de doble falsa presidencia en los palcos a los que acudía el Presidente ruso, o la no cesión del puesto 1 por el Presidente de la FIFA o su delegado aún cuando asistieran personalidades del máximo nivel.
Tag Archives: fútbol
El protocolo del palco de la final
La composición de la primera fila del palco de la final de la Copa del Rey de fútbol, celebrada ayer en el Wanda Metropolitano de Madrid, evidencia a todas luces un problema endémico que tenemos en nuestro país cuando se hace protocolo en actos no oficiales a las que acuden las autoridades y muy especialmente en el ámbito deportivo. A excepción de los presidentes de los clubes, el de la Gestora de la Federación Española de Fútbol (FEF) y del “pseudoanfitrión” (Presidente del Club que gestiona el estadio) cuya presencia era obligada. Estos, más o menos, estuvieron donde podría corresponderles, el resto de asistentes en esta fila no eran representantes como tal del mundo del deporte, aunque algunos tengan competencias en la gestión deporte, sino políticos con responsabilidades institucionales. Por ejemplo, ¿tiene sentido que haya tres ministros en la primera fila del palco? ¿Qué pinta –dicho con cariño- la Ministra de Defensa y el de Interior –aunque sea sevillano- en tan destacado puesto? Se han convertido los palcos un lugar para albergar a las autoridades en una competición oficial estrictamente deportiva? No tiene sentido. No digo con ello que haya que prescindir de las autoridades, no. Pero sí mantener, al menos, un cierto equilibrio. Por cierto, felicitaciones al Barcelona F.C. y sus aficionados por su contundente victoria frente al Sevilla (0-5). Lo más importante de todo era el partido… Continúe Leyendo…