Libro de ruta hacia el Colegio de Protocolo

Propuesta de primeros pasos para la creación de un Colegio Profesional de Protocolo y Eventos que obligaría a la reconversión de la Asociación Española en una federación nacional y la puesta en marcha de asociaciones en las comunidades autónomas, incluida Madrid.

En mi anterior artículo del 12 de abril hice referencia a la cada vez más extendida preocupación por el futuro de la denominación del profesional de protocolo, sus competencias y habilidades, el acceso a su ejercicio y la necesaria mayor visibilidad que hemos de darle para que sea conocida y reconocida y no se quede como un grupo se expertos que entiende sobre etiqueta, banderas u ordenación de autoridades. Muy lejos del auténtico valor de esta actividad: crear y desarrollar eventos que cumplan su función social, política y económica y contribuyan a la comunicación institucional y corporativa mediante la puesta en escena de objetivos y mensajes que generen un permanente diálogo de ida y vuelta, algo que las redes sociales favorecen. A raíz de aquel texto, se ha abierto una bienvenida reflexión sobre el modelo asociativo que desemboque en el tan ansiado colegio profesional, en un plazo no superior a los cinco años. Este nuevo ensayo centrado en la vida asociativa pretende aglutinar un conjunto de ideas que pongo en común para el sano debate e intentar construir una profesión con futuro.

Muchos técnicos, freelance y directivos de protocolo y eventos desean tener el colegio profesional, pero no sé si son muy conocedores de lo que implica y de los reajustes previos que deben realizarse a muy corto plazo, ni si son conscientes de la dificultad que supondrá fijar las condiciones de acceso a esta corporación de derecho público. Hemos de invitar a los interesados en primer lugar a leer bien la Ley 2/1974, de 23 de febrero, sobre Colegios Profesionales, modificada posteriormente por numerosas leyes y reales decretos tras la aprobación de la Constitución Española de 1978 y cuyo texto consolidado puede consultarse aquí. El artículo 1 de dicha Ley, apartado 1, señala que los “Colegios Profesionales son Corporaciones de derecho publico, amparadas por la Ley y reconocidas por el Estado, con personalidad jurídica propia y plena capacidad para el cumplimiento de sus fines”. Y en su apartado 2 se hace referencia a sus fines esenciales como son “la ordenación del ejercicio de las profesiones, la representación institucional exclusiva de las mismas cuando estén sujetas a colegiación obligatoria, la defensa de los intereses profesionales de los colegiados y la protección de los intereses de los consumidores y usuarios de los servicios de sus colegiados, todo ello sin perjuicio de la competencia de la Administración Pública por razón de la relación funcionarial”.

Colegio Profesional de Protocolo

Gráfico tomado del dossier explicativo sobre la organización colegial realizado por el Consejo General de Trabajo Social. ¿Qué son los colegios profesionales y para qué sirven?

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Encuentros de Protocolo para liderar el futuro

Este martes día 22 de noviembre de 2011 asistiré a las VI Jornadas Internacionales de Protocolo que organiza la Asociación Portuguesa de Estudios de Protocolo, que preside mi buena amiga Isabel Amaral, una de las más prestigiosas profesionales de Protocolo que hay ahora mismo en Europa y en el mundo. Me ha invitado en calidad de Director de los estudios de Grado y postgrado de Protocolo y Organización de Eventos de la Universidad Camilo José Cela, junto a Gloria Campos, directora general del Instituto Superior de Protocolo y Eventos y coordinadora de Postgrado de Protocolo de la Universidad Camilo José Cela,.

En primer lugar quiero felicitar a Isabel Amaral por su espíritu emprendedor para mantener y con mucho prestigio estas Jornadas, que poco a poco se van consolidando como un referente internacional. Hay que felicitarla además por el su fuerza para tirar del carro en un momento difícil económicamente hablando para Europa y en especial para Portugal y España. Precisamente, numerosos ponentes españoles estaremos allí, en lo que es el principal punto de encuentro de profesionales de protocolo de los dos países vecinos. Además de Gloria Campos, que hablará de las nuevas estrategias formativas en el sector, me gustaría hacer mención a otra gran profesional y también referente por lo mucho que ha hecho en España por la reivindicación del puesto directivo de la mujer en Protocolo, que es María Esther Regueiro, buena persona donde la haya y mejor profesional, que en estos momentos ocupa puestos de responsabilidad en Galicia dentro de la Universidad Menéndez y Pelayo.
Me ha encargado Isabel Amaral que hable del futuro de la organización de eventos de protocolo, y aunque ella en el título oficial lo pone entre interrogaciones (supongo que como técnica para obligarme a emplearme a fondo), lo cierto es que no son necesarios. No pienso tardar ni dos minutos en acreditar el notable futuro que tiene este sector del Protocolo y la Organización de Eventos, una nueva carrera oficial llamada a tomar el relevo a otras opciones universitarias desfasadas o descafeinadas o que han derivado en otros campos.
Trataré de demostrar que Protocolo ha existido siempre, que tiene notable sustento científico, que incluye numerosas técnicas a las que se llega mediante un aprendizaje que exige el dominio de la creatividad, la madurez, el conocimiento de disciplinas esenciales del ámbito de la Comunicación… De verdad, ¿hay alguien que sea sensato que pueda decir que Protocolo no es un sector con futuro? Tiene tanto futuro que incluso está condicionando muy seriamente el futuro de la Publicidad y desde luego el de las Relaciones Públicas.  Un reciente estudio al que aludiré lo acredita, pero el mero seguimiento de la realidad lo demuestra también. Basta con fijarse que hoy en día los buenos anuncios y campañas de publicidad se basan en auténticos eventos. Toda una transformación esencial de este campo, que convierte al Protocolo probablemente en una de las materias con más futuro de las tradicionales disciplinas adscritas a las Facultades de Comunicación.
Portugal, Lisboa, es otro buen momento para reflexionar sobre el futuro de los congresos en Protocolo. Personalmente estoy absolutamente decepcionado del Congreso Internacional de Protocolo que tuve la oportunidad de crear y que los actuales responsables han derivado a un encuentro carente de interés. Por eso me alegra saber que la Asociación Española está trabajando ya, en colaboración con importantes instituciones de este país, en un Congreso Nacional que realmente sea profesional, referente y que trate temas donde el futuro vaya incluso por delante del presente.  Tengo la sensación de que el Internacional ha entrado en punto muerto, y espero que lo que la AEP está trabajando responda a la nueva filosofía de lo que hoy es Protocolo y dentro de él especialmente el sector de los eventos. Nuevas temáticas, métodos, personas, sistemas…están llamando a nuestras puertas.
Y me alegra mucho saber y participar que está en marcha otra estupenda iniciativa de encuentro para ese sector de jóvenes emprendedores llamados a tirar de este sector y entre los que hay auténticos profesionales con un futuro espectacular y otros que injustamente están esperando su oportunidad y que demostrarán a la sociedad en general su valía. Probablemente este encuentro sea su punto de inflexión. Confío mucho en que esta gente sepa estar en esta iniciativa y participe ya desde su alumbramiento. Que no espere al programa y a la convocatoria que participe ya en ello. Y los profesionales, jolín, que les ayudemos a tope. El futuro bueno está en la suma de ambos. Porque estoy convencido que quien no se apunte a esto definitivamente no es un profesional de este sector. Es un oportunista que pasa por aquí.