Cómo hacer una placa protocolaria con “alma”

El pasado 3 de diciembre escribí un artículo en este blog hablando de la importancia de las placas en los eventos donde se consideran necesarias su presencia. Nos referíamos a la visita del Rey a Campofrío y señalábamos que a la placa protocolaria que descubrió Felipe VI le faltaba “alma”, teniendo en cuenta que su visita se producía en el contexto de la apertura, dos años después, de la destruida fábrica como consecuencia de un incendio que dejó en la calle a más de un millar de trabajadores de Burgos.

Decíamos entonces que “al término del recorrido, y para poner fin a la visita, el presidente de Alfa Group invitó a Su Majestad el Rey al descubrimiento de una placa conmemorativa. Es una pena que a la placa no se le sacara mayor rendimiento en su contenido, quedando un pobre texto, muy frío y sin mensaje, teniendo en cuenta la especial circunstancia de este resurgimiento: “Su Majestad el Rey visitó estas instalaciones de Campofrío. Burgos, 21 de noviembre de 2016”. Único texto en un pequeña lápida que nos parece no responde al espíritu de la Nueva Bureba”.

Desde aquél post son varas las personas que me han pedido si podría proponer una alternativa que les sirviera para conocer el proceso de construcción de contenidos de una placa conmemorativa. Por ello, basándome en la misma situación de Campofrío hago una propuesta, seguramente mejorable, pero con la que he querido profundizar más en el proceso de construcción que en el resultado final (aunque éste ha de responder a los objetivos). Debemos dejar claro previamente que si los responsables de determinar el contenido de la placa realmente colocada optaron por esa sencilla solución, seguramente sus motivos habrán tenido y es probable que pasaran por no hacer alusión alguna a aquél triste recuerdo. No obstante, nosotros entendemos que esa adversidad, para una empresa que ha vuelto a levantarse de sus cenizas, gracias al apoyo de directivos y trabajadores, y que vuelve a dar empleo, constituye una oportunidad para dar más valor a la reapertura. De hecho la presencial Real es debida al reconocimiento hacia ese esfuerzo y ejemplo que ha hecho posible que Campofrío vuelva a tener sus instalaciones de Burgos y, además, haya aprovechado para incorporar nuevas tecnologías que la convierten en una de las fábricas cárnicas de mayor nivel en Europa. Continúe Leyendo…