Protocolo para el 40 aniversario de la Constitución

No debió resultar fácil la organización protocolaria del acto solemne de conmemoración del 40 aniversario de la Constitución Española celebrada ayer en el Congreso de los Diputados, con la presencia de toda la Familia Real española, las altas autoridades del Estado, los diputados y senadores y los “Padres de la Carta Magna” que aún están entre nosotros. Pero los resultados fueron brillantes: un acto sencillo, un protocolo muy estudiado y de bajo perfil, para dar toda la potencia y sentido al evento en torno a la propia Constitución de 1978 que hoy señala la forma de Estado, sus instituciones, deberes y derechos de los ciudadanos y las reglas de convivencia. Un acto que ha puesto de manifiesto el sentido aperturista de la Jefatura del Estado y los principales poderes políticos de reivindicar la “Norma Máxima”, pero abiertos a los cambios necesarios tras cuatro décadas de vigencia. Fue de bajo perfil el protocolo para no restar protagonismo alguno a lo que realmente se celebraba. Ni boatos, ni exceso de ceremonialismo, ni de un patriotismo mal entendido. Sencillez y al grano. El protocolo sirvió para hilar el relato, que fue lo importante, y cuando esto sucede se alcanza el objetivo.

40 aniversario de la Constitución Española en el Congreso de los Diputados

Panórámica general del hemicilo del Congreso de los Diputados. Al fondo la presidencia con los Reyes,, a su derefcha los Presidentes del Congreso y Senado, y a la izquierda, la Princesa de Asturias y suhermana, la infanta Sofía. En el centro, a ras de suelo y por delante de la bancada azul del Gobierno, los Reyes Honoríficos. A su derecha los expresidentes del Gobierno, y a la izquierda, los tres “Padres de la Constitución” que viven en la actualidad.

Se había especulado mucho semanas atrás sobre el difícil encaje de dos reyes en una ceremonia en las Cortes españolas, inédito desde que otros dos estuvieran en las Cortes Generales (juramento de Alfonso XIII en presidencia de su madre, la Reina Regenta María Cristina), hace 116 años. Es evidente que ambas situaciones no son comparables, ni por las circunstancias que provocaron esa dualidad, ni por el momento histórico. Ayer estaba presente el rey Felipe VI, y el Rey que lo fue cuando se aprobó la Constitución y que hoy ostenta sólo a título honorífico tal dignidad (aunque con honores de Príncipe, y en precedencias por detrás de las hijas de los actuales monarcas).

40 aniversario de la Constitución Española en el Congreso de los Diputados

Disposición de los Reyes honorificos, por delante de los escaños y frente a la Presidencia. A su derecha los ex presidentes del Gobierno, y a su izquierda los “Padres de la Constitución” que están vivos.

Las opciones posibles

Sin embargo, el protocolo en el Salón de Sesiones, fue resuelto con brillantez. Había tres opciones. La primera, imposible, la de subir a la Familia Real al completo a la Presidencia, lo que hubiese trasladado una dimensión bicéfala de la monarquía reinante. La segunda, llevar a los Reyes honoríficos, a la Tribuna Real en la zona de invitados, en lo alto del hemiciclo, y convertirlos en meros testigos de una ceremonia que obviamente debía dar más protagonismo a Juan Carlos I, firmante de esa Constitución y valedor de la misma durante 36 años. La tercera, la que vimos, reyes Felipe y Letizia, e hijas en la Presidencia (a la izquierda de los Monarcas, mientras que a su derecha se dispusieron los Presidentes del Congreso y Senado), como acostumbra el protocolo parlamentario, y puesto especial para un acto también especial para los Reyes Honoríficos, en el hemiciclo, pero sin ocupar escaños que evidentemente no eran sus sitios.

40 aniversario de la Constitución Española en el Congreso de los Diputados

Homenaje de despedida a Helmut Khol en el Parlamento Europeo. Observese a los principales líderes no europarlamentarios ocupando la primera fila por delante de los escaños.

Con un criterio fijado por la protocolo de la Casa de Su Majestad (que parecía inspirado en el modelo del homenaje de despedida a Helmut Khol, tras su fallecimiento en el parlamento europeo), se colocaron por delante del Gobierno y de los diputados y congresistas, en un lugar especial, pero fuera de la “bancada”. Ellos dos solos, Juan Carlos y Sofía, en el centro, flanqueados a su derecha por los cuatro ex presidentes vivos que gobernaron (y juraron o prometieron su cargo ante él) bajo la Corona del Honorífico (por orden de fecha de su toma de posesión, es decir, González, Aznar, Zapatero y Rajoy) y a su izquierda por los tres únicos miembros que redactaron la Constitución y que permanecen vivos, los diputados constituyentes, Pérez-Llorca, Herrero de Miñón y Roca i Junyent. Con estas autoridades tan singulares se hizo más relevante la posición de los Reyes honoríficos. Más que si hubieran estado en la Presidencia. A veces la presidencia no es el mejor sitio para destacar una determinada presencia, y los puestos especiales cobran mucho más valor, porque quedan singularizados para la historia. En cualquier cumplió con el hecho de que en la presidencia estaba la Familia Real que figura en la Constitución Española (a excepción de la infanta Sofía, que por razones de sentido común parece lógico que esté al lado de su hermana, como también se hacía cuando Juan Carlos era Rey y acudía con sus hijos solteros).

40 aniversario de la Constitución Española en el Congreso de los Diputados

Dos imágenes de las tribunas. En la primera el Presidente del Tribunal Constitucional, el Presidente del Cionsejo General del Poder Judicial y el Nuncio Apostólico (como decano del Cuerpo Diplomático), en el puesto que le corresponde. Por detrás de ellos en la última fila aparecen ex Presidentes del Congreso y del Senado. En la imagen inferior, los presidentes de las comunidades autónomas que asistieron por su orden.

Las tribunas de invitados se reservaron para las primera autoridades presentes, como los presidentes del Tribunal Constitucional y del Consejo General del Poder Judicial, a quienes por cierto se unió como puesto de deferencia el Presidente de la Conferencia Episcopal Española, el Cardenal Arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez. En otras tribunas los presidentes autonómicos por su orden, ex presidentes del Congreso y el Senado y otros invitados relevantes, entre ellos los dos hijos mayores de Adolfo Suárez y de Santiago Carillo.

Rebajas en la pompa ceremonial

No hubo honores militares al Rey, ni éste portó las medallas del Congreso y Senado que habitualmente cuelga al cuello cuando acude al hemiciclo, ni se colocó el dosel que se extiende sobre la puerta de la fachada principal cuando acude el Jefe del Estado. Con esos gestos, entendemos que se ha pretendido mantener la esencia protocolaria del evento anual del 6 de diciembre (al que salvo excepciones no acude el Rey ni su Familia), introduciendo sólo algunos elementos excepcionales por la oportunidad de la conmemoración y la presencia de la Familia Real en pleno. Esta convivencia de los dos protocolos estuvo acertada y aunque pueda costar entenderla, supone una apuesta clara por la sencillez y por tratar de conseguir que el protagonismo general del evento se repartiera entre todos los asistentes. Pero la razón de fondo en estos cambios reside en el hecho de entender que estábamos en un acto en el Congreso de los Diputados, no en una sesión del Congreso (que hubiera llevado a aplicar el ceremonial acostumbrado, como por ejemplo la Solemne sesión de Apertura) Precisamente, por ello, antes de acceder al hemiciclo, la Familia Real realizó un breve saludo a las Mesas del Congreso y el Senado, a los ministros, a los ex presidentes del Gobierno y a los tres “Padres de la Constitución”.

40 aniversario de la Constitución Española en el Congreso de los Diputados

Saludo de recibimiento a los presidentes de los poderes del Estado en la puerta del Congreso.

El recibimiento

La ceremonia en sí comenzó con la llegada de la Familia Real en una misma caravana (la primera vez que lo hemos visto en España), en tres coches, luciendo en cada uno de ellos el guión del Rey (primer coche, en el que iba también la Reina Consorte), el de la Princesa (segundo, a quien acompañaba la infanta Sofía) y el del Rey Juan Carlos (tercero, en el que viaja igualmente la Reina Honorífica). Sin escolta de la Guardia Real tampoco, ni los “coches de Estado” tan habituales en solemnidades de este tipo. Todo sencillez, nada de excesos, ni de boatos.

Recibieron en la puerta, por el orden del artículo 10 del Real Decreto 2099/83, los representantes de los tres poderes, más el del Tribunal Constitucional: Presidente del Gobierno, Presidenta del Congreso, Presidente del Senado, Presidente del Tribunal Constitucional y Presidente del Consejo General del Poder Judicial. Nadie más. Otro importante cambio con respecto a ceremonias solemnes en el Congreso: no sólo se prescindió de los honores (un acierto), sino también del saludo en la puerta a los miembros de las Mesas (otro acierto).

Se pretendía hacer valer por encima todo la conexión del protocolo con el objetivo del acto: no se trataba de una visita al Congreso, o de un acto estrictamente parlamentario, sino la conmemoración del 40 aniversario de la Constitución (aunque se celebrara en el Congreso, lugar obligado, pues ahí fue aprobado y ratificado). Otra forma de rebajar el estricto protocolo para ajustarse al sentido del acto.

40 aniversario de la Constitución Española en el Congreso de los Diputados

La Familia Real al completo en la rampa de acceso a la puerta principal del Congreso. Foto para la historia.

Tras el saludo de recibimiento, accedieron a la puerta no por la escalinata, sino por la rampa dispuesta en días anteriores para las jornadas de puertas abiertas, cuestión que vino muy bien para facilitar el acceso al rey Juan Carlos, con dificultades para caminar. Valió esa rampa, además, para que en el buen estilo del rey Felipe VI (que portaba la Medalla del Mérito Constitucional), pudieran realizarse esa deseada foto de la Familia Real junta ante la fachada del Congreso. Una imagen para la historia.

40 aniversario de la Constitución Española en el Congreso de los Diputados

40 aniversario de la Constitución Española en el Congreso de los Diputados

40 aniversario de la Constitución Española en el Congreso de los Diputados

40 aniversario de la Constitución Española en el Congreso de los Diputados

Imágenes del saludo en el interior, en forma de besamanos, por este orden: miembros de las Mesas del Congreso y Senado, Ministros, ex Presidentes del Gobierno y “Padres de la Constitución”.

Actos en el interior

Ya en el interior, y precedidos de los maceros del Congreso, accedieron al Salón de Pasos Perdidos, donde se efectuó el antes comentado saludo a la Familia Real, para seguidamente dirigirse al hemiciclo: en primer lugar los Reyes honoríficos a su lugar especial, y posteriormente los seis miembros de la Presidencia, dispuestos en presidencia par como corresponde. Pueda que alguno pienso que no había seis, sino siete. Y así fue, pero técnicamente quien estaba a la derecha del Presidente del Senado, era el Letrado Mayor de las Cortes, que por su función ha de ocupar ese puesto, como hace en todas las sesiones. Pero esa silla, como decimos es técnica, y no cuenta como tal a la hora de establecer la precedencia.

40 aniversario de la Constitución Española en el Congreso de los Diputados

Presidencia del acto tras acceder los Reyes y sus hijas.

40 aniversario de la Constitución Española en el Congreso de los Diputados

Discurso de la Presidenta del Congreso.

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Discurso del rey Felipe VI.

Comenzó la sesión con la interpretación del himno nacional en su versión larga (52 segundos), que corresponde cuando hay presencia de Rey, y tras el mismo intervinieron la anfitriona y posteriormente Felipe VI. Se ponía de esta forma fin a la celebración, con dos brillantes discursos, llenos de contenido, que aquí no reproducimos, pero que invitamos a su lectura porque merecen la pena, francamente. Una apuesta por la Constitución que nos ha permitido vivir en paz en estos cuarenta años, sin que ello suponga “abrirse” a los necesarios ajustes que los tiempos exigen. Se cerró el evento con un cóctel ofrecido en los diferentes salones de la Cámara Baja.

Adaptación del gran protocolo de Estado

Un acto, en definitiva, que nos ha permitido comprobar cómo el gran protocolo de Estado puede adaptarse perfectamente a las singularidades de cada evento, sin que ello suponga transgredir la normativa aplicable. Basta a veces con recurrir a la sencillez, a la imaginación y a la exploración de soluciones que permitan en la forma que el relato planificado se pueda llevar a cabo. Felicitaciones a los responsables de todos los servicios de protocolo, especialmente de la Casa de S.M., del Congreso y Senado y de la Presidencia del Gobierno.

40 aniversario de la Constitución Española en el Congreso de los Diputados

Numeroso público se dió cita frente al Congreso de los Diputados.

Ver acto completo, a través de la señal institucional del Congreso de los diputados.