“Protocolo profesional”: mucho más que “cumplir el protocolo” (caso entrega despachos a jueces en Barcelona)

El pasado lunes, la Escuela Judicial del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), con sede en Barcelona, entregaba los despachos que habilitan a 65 nuevos jueces (46 mujeres y 19 hombres), y que corresponden a la LXVII promoción de la carrera judicial. Un acto que se celebró en el Auditorio de la ciudad condal bajo la presidencia del rey de España, Felipe VI. Un acto que acredita, si se profundiza en su relato y contenido, que el ejercicio del profesional de protocolo va más allá del mero cumplimiento de las normas protocolarias. Un evento real que desacredita a quienes piensan que hacer protocolo no es más que aplicar procedimientos, normas y costumbres. El protocolo oficial, en este contexto, implica generar un contenido entendible, un mensaje directo y un correcto respeto institucional, a través de la aplicación de la norma y técnicas comunicación y marketing institucional. De nuevo, el Poder Judicial, gracias a su servicio de protocolo (y, en este caso, también a los responsables de la Escuela Judicial), con el apoyo y colaboración de los directivos de protocolo de la Casa de Su Majestad y de la Delegación del Gobierno en Cataluña, demuestran que cumpliendo la norma se puede ir más allá para que un evento sea exitoso, cumpla sus objetivos y no se quede sólo en una mera puesta en escena. Ejemplo a seguir. Desgranamos y explicamos los detalles.

Video del acto: http://www.poderjudicial.es/portal/site/cgpj/menuitem.65d2c4456b6ddb628e635fc1dc432ea0/?vgnextoid=d34f68605b3b2610VgnVCM1000006f48ac0aRCRD&vgnextfmt=default&vgnextlocale=es_ES

 

Saludo al Presidente del CGPJ a su llegada al Auditorio de Barcelona.

Saludo al Ministro y al Fiscal General del Estado

Recibimiento al Rey

A las 12.00 horas llegaba al Auditorio el Rey, donde fue recibido por el Presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Lesmes (anfitrión), el Ministro de Justicia, Rafael Catalá, y el Fiscal General del Estado, Julián Sánchez Melgar. Ya en el interior, saludaron, y por este orden (aplicando el Reglamento 2/2005, de 23 de noviembre, de Honores, Tratamientos y Protocolo en los Actos Judiciales Solemnes, adaptándolo a las circunstancias de un evento que afecta a todas las comunidades autónomas), los siguientes:

  • Vicepresidente del Tribunal Supremo, Ángel Juanes (orden correcto porque es Vicepresidente también del CGPJ y antecede a los vocales).
  • Vocales del Consejo General del Poder Judicial (16).
  • Secretario General del CGPJ, Joaquín Vives.
  • Directora de la Escuela Judicial, Gema Espinosa (anfitriona desplazada por la presencia del Presidente del Poder Judicial, que según el Reglamento debe presidir si está presente cualquier acto promovido desde este Poder, y a la que se le busca un puesto especial en atención a esta circunstancia).
  • Presidentes de los Tribunales Superiores de Justicia (asistieron 15 y se colocaron por su orden conforme a la antigüedad de su nombramiento, ver anexo al final del post).
  • Presidente de la Audiencia Nacional (desplazado un escalón por la lógica de dar preferencia a los representantes judiciales de cada comunidad autónoma), José Ramón Navarro.
  • Presidente del Tribunal Militar Central, Rafael Eduardo Matamoros.
  • Fiscal Superior de la Fiscalía de la Comunidad Autónoma de Cataluña, Francisco Bañeres.

 

Acceso a la Sala Sinfónica donde se celebró el acto, previo anuncio de “Su Majestad el Rey”.

La Presidencia

Finalizados los saludos, el Rey accedió al escenario del salón principal (Sala Sinfónica) y se situó en el puesto central de la mesa. El protocolo de la misma fue el siguiente:

 

No hay en la presidencia ningún representante del poder ejecutivo, legislativo, nacional o autonómico, pues se quiso hacer un acto exclusivo del Poder Judicial, a diferencia de ediciones anteriores donde a la izquierda del Rey solían colocarse el Presidente de la Generalitat, Ministro de Justicia, Presidente del Parlament, Delegado del Gobierno y Alcalde/sa de Barcelona. Con independencia de que actualmente Cataluña no tiene Presidente de Gobierno autonómico, ni que tampoco asistieron el Presidente del Parlament ni la Alcaldesa de Barcelona, se pretendió con esta opción enviar un claro mensaje de independencia de poderes precisamente en un momento en el que algunos lo cuestionan en este momento de “conflicto” entre instituciones de la autonomía catalana y el Poder Judicial nacional.

El puesto del Ministro de Justicia

La presencia del Ministro (como Ministro de Jornada) fue argumentada en razón al cumplimiento del artículo 64 de la Constitución Española, que dice textualmente: “Los actos del Rey serán refrendados por el Presidente del Gobierno y, en su caso, por los Ministros competentes (…)”. Entendemos la decisión tomada por los organizadores sobre el Ministro (hay claros antecedentes, como por ejemplo el acto solemne de inauguración del año judicial cada año en el Tribunal Supremo en Madrid), pero en este contexto hubiera sido más coherente colocarlo fuera de la presidencia (para “refrendar” no es necesario estar al lado, por lo que creo que pesó la costumbre imperante en el Supremo. No obstante, siempre puede alguien agarrarse al artículo 12 del Reglamento de Honores y Protocolo del Poder Judicial se dice que “si al acto concurre el Presidente del Gobierno o quien le represente, ocupará un puesto junto al Presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial. Igual precedencia se otorgará al Presidente de la Comunidad Autónoma en que se celebre el acto”. Podría deducirse que que esto significaría la reserva de un puesto singularizado para el Gobierno, cuestión que podría justificar el puesto del Ministro.

Quienes desconozcan este Reglamento, recordamos que, sobre precedencias, dice en su artículo 10: “En los actos judiciales solemnes organizados por el Consejo General del Poder Judicial, las autoridades judiciales ocuparán un espacio propio, en el que se observará el orden de precedencia regulado en este Reglamento. El resto de las autoridades ocupará otro espacio. Las precedencias de las autoridades no judiciales se regirán por la normativa que les resulte de aplicación”. Y señala en su artículo 8 que “los actos judiciales solemnes, con carácter general, serán presididos por la Autoridad que los organiza y convoca”, contemplando en su apartado 8,2 que “cuando concurran a los actos judiciales solemnes el Rey, la Reina, el Príncipe o Princesa de Asturias o alguna de las Infantas y otros miembros de la Casa Real, los presidirán” (es el único supuesto de cesión prevista en este Reglamento).

Pregunta reflexión

La pregunta queda en el aire: ¿Se hubiera hecho lo mismo en caso de que Cataluña tuviera un Presidente de la Generalitat o hubieran asistido al acto los otros representantes del Parlament y el Ayuntamiento de Barcelona? No puedo responder a esa pregunta porque desconozco las circunstancias exactas, pero sí puedo opinar (y así lo vengo reclamando desde hace tiempo), la necesidad de que los tres poderes oficiales del Estado apliquen un Protocolo que resalte claramente esa independencia. Y dado que el CGPJ tiene su propio Reglamento la viosualización de esta independencia es más sencilla de observar. Un mensaje claro para el Congreso de los Diputados y el Senado (que deberían tener su propio Reglamento de Protocolo) que en algunos de sus eventos queda cuestionada esa independencia cuando el Presidente del Gobierno, tanto en la Cámara Baja como Alta, antecede en algunas secuencias a los titulares del Poder Legislativo (casos evidentes podríamos poner y que han sido objeto de comentario en este mismo blog).

Presidencia del acto en la edición de 2017, también en Barcelona.Lado derecho de la Presidencia las autoridades judiciales por su orden. Lado izquierdo las autoridades no judiciales por el orden del Real Decreto 2099/83, artículo 12: Presidente de la Generalitat, Ministro de Justicia, Delegada del Gobierno en Cataluña y Alcaldesa de Barcelona. Observese cómo están detrás las banderas autonómicas, en la que falta la española, que se ubicó  en el lado derecho de la mesa, tras el atril allí dispuesto.

El desarrollo del acto

Tras conformarse la presidencia habló en primer lugar la Directora de la Escuela Judicial seguida del Presidente del Consejo General del Poder Judicial (primero los anfitriones). A continuación el Rey dio la palabra al Secretario general del CGPJ quien fue llamando a los 65 nuevos jueces, quienes accedieron a la presidencia en para recoger sus credenciales. Primero lo hizo en solitario la número uno de la promoción, Marta Nadal, que además de su despacho, recibió como es costumbre la Cruz de San Raimundo de Peñafort (segunda clase). Una deferencia obligada.

Entrega del despacho a la número uno de la promoción por el Rey de España.

La número uno de la promoción posa tras recibir la Cruz de San Raimundo de Peñafort (segunda clase).

Se fueran llamando de 7 en 7 al resto de la promoción, recibiendo su acreditación de manos de cada uno de los siete miembros de la presidencia.

Entrega de despachos.

El Rey, dejando la mesa de la presidencia y, desde el atril, hizo seguidamente su discurso de clausura, finalizando su intervención levantando la sesión. Seguidamente, todos los nuevos jueces con los miembros del claustro de profesores, junto al Rey y el resto de autoridades de la presidencia hicieron la foto de familia, quedando junto al Jefe del Estado el Presidente del Poder Judicial (derecha) y la número uno de la promoción (a su izquierda). Un gesto elegante y obligado por otra parte.

Después de una foto de familia, realizada por deferencia con un grupo de jueces iberoamericanos que se encuentran en Barcelona realizando un curso en la citada Escuela Judicial, se ofreció una copa de Cava.

 

La ordenación de banderas

El pasado año, desde este mismo blog, criticábamos la colocación de las banderas de las comunidades autónomas tras la presidencia, sin que presidiera en el medio de ellas la de España, que se trasladó a la derecha de la Presidencia tras el atril de los discursos. Algo que nos pareció inadecuado, porque aunque la española estuviera en solitario y quisiera jugarse con el concepto de una España (bandera sola) fruto de la unión de 17 comunidades y 2 ciudades autónomas (banderas tras la presidencia). Pese a ese pretendido mensaje, la imagen central del acto dejaba fuera de ángulo a la española, que parecía haberse quedado desplazada, precisamente en Cataluña. En estas imágenes se puede apreciar:

Intervención del Rey con las tres banderas oficiales destacadas tras el atril.

Discurso del Presidente del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Lesmes.

Entonces se quiso singularizar el vexilo español, disponiéndolo en un lugar especial al margen de las autonómicas, un hecho que nos extrañó y que en esta edición fue corregido o modificado. Como puede apreciarse en la imagen que sigue, la enseña nacional lució la primera de las banderas autonómicas, si bien para poner de manifiesto que estábamos en un evento nacional y de Estado, se repitió la bandera española colocándola también tras el atril, y por deferencia con la de la comunidad autónoma donde se celebró el acto, la catalana (a su derecha), y como guiño a la contextualización europea la bandera de la UE (a su izquierda). Una decisión que veo acertada. Pueden pensar diferentes personas que la catalana y la europea sobraban, pero es coherente en un acto del Poder Judicial dar mayor relevancia a la enseña española sin despreciar los vexilos de las comunidades autónomas. En un acto en Cataluña (o cualquier otra comunidad), poner solo la bandera de España hubiera trasmitido imagen de soledad (como ocurrió el pasado año), frente a la manifiesta unidad que representa la disposición de las 19 banderas autonómicas juntas y nada menos que tras la presidencia.

Algunos (reconozco que como yo nada más verlo) pensamos en un primer momento que no era necesario disponer tantas banderas en esa posición y mejor colocar una buena trasera que contextualizara el evento (sería más comunicacional, incluso incluyendo en su campo de impresión la reproducción de las banderas autonómicas) o bien generar un fondo perdido jugando con ciertra creatividad.

Entendemos que su presencia obedezca al deseo de los anfitriones de demostrar a través de esta puesta en escena, la implantación y plena competencia del Poder Judicial en todos los territorios del Estado, y lo resperamos. No obstante, sigo optando por una escenografía diferente, dentro de la obligada sobriedad que marcan los tiempos, que puede incluso reforzar el mensaje pretendido. Un buen fondo, con una acertada creatividad, aportaría más al mensaje institucional, y evitaría esa extraña sensación de tanta bandera. Pero estoy convencido que razones presupuestarias desaconsejaron un gasto que para este espacio tan grande podría ser alto si se hace algo con dignidad institucional. Desdeluego, las telas para cubrir el conjunta de mesa que componen la presidencia debe mejorarse y evitar esa visión puzzle de mesas encadenadas que obliga incluso a generar distancias desiguales entre sus ocupantes. Eso apenas cuesta.

Conclusiones

En su globalidad el protocolo del evento ha estado acertado (siempre hay cosas mejorables, claro), porque ha sabido situarse por encima de la “cuestión catalana” que tanto nos preocupa a todos y ha potenciado un cambio de estilo que favorece algo muy importante en una democracia: la independencia de los poderes (y que se refleje claramente en su actos oficiales) y el alcance de sus competencias (todo el país). Si hubiéramos aplicado protocolo sin más, todos estos detalles, tan importantes, hubieran quedado olvidados. Por eso generamos este artículo, porque se ha convertido en un evento oficial de referencia, y recalcamos el mensaje de nuestro titular: hacer protocolo es más que aplicar normas de protocolo. Exige un relato, un mensaje y la adaptación a la realidad y circunstancias del momento. No hay un protocolo a la carta como hemos criticado en otros eventos, sino una concienzuda aplicación de criterios que, respetando la normativa, favorecen mucho el mensaje institucional. Y todos los profesionales del ámbito oficial, al menos en situaciones de este tipo, hemos de pensar que organizar actos no es sólo cuestión de protocolo. Hay mucho más. Los detalles (a veces muy pequeños) cobran en ocasiones una alta relevancia en la comunicación institucional. Enhorabuena a los organizadores.

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Anexo:
Orden de los presidentes del Tribunales Superiores de Justicia, a fecha de hoy, en razón a su antigüedad, y que en todo momento ha de ser comprobada cada vez que haya ceses o cambios):
  • País Vasco
  • Cataluña
  • Galicia
  • Andalucía, Ceuta y Melilla.
  • Asturias
  • Illes Balears
  • Castilla y León
  • Castilla y La Mancha
  • Comunitat Valenciana
  • Canarias
  • Navarra
  • Aragón
  • Cantabria
  • Región de Murcia
  • La Rioja
(No asistieron Comunidad de Madrid y Extremadura)