Atentados: #TodosSomosBarcelona (y Cambrils)

Duele mucho (y cuesta más) retomar el pulso de este blog, tras el paréntesis vacacional, con los atroces y horrendos atentados ocurridos ayer por la tarde en Las Ramblas de Barcelona y en el Paseo Marítimo de Cambrils. Unos actos cobardes que han dejado un balance provisional de 15 personas inocentes fallecidas (españolas y extranjeras) -13 en Las Ramblas y una en Cambrils- y más de un centenar de heridos graves y leves, entre ellos varios niños. Seis terroristas han sido abatidos por las Fuerzas de Seguridad, y aunque desde la rabia y la impotencia ciudadana podemos tener la tentación de pensar en “estrangular” físicamente al resto del grupo criminal, dejemos a la policía y a los tribunales que hagan su trabajo y apliquen con dureza la fuerza de la ley. No obstante, vaya por delante nuestro pésame a las familias de los asesinados, nuestro apoyo a quienes se debaten entre la vida y la muerte en los hospitales y para quienes yacen menos graves en sus camas recuperándose de las injustas heridas. Nuestro máximo agradecimiento a todas las fuerzas de seguridad, equipos médicos, protección civil, ciudadanos anónimos que prestaron su ayuda, a la coordinación de las instituciones y a la solidaridad nacional e internacional. Hoy, más que nunca, #TodosSomosBarcelona (y Cambrils).

Desde las 00.00 horas de hoy y hasta las 24.00 horas de domingo día 20 de agosto, el gobierno de España ha declarado luto nacional mediante un escrito remitido a noche desde la Dirección General de Protocolo de la Presidencia del Gobierno, y ratificado por su publicación en el Boletín Oficial del Estado esta mañana, y que establece que la bandera nacional debe ondear a media asta en todas las instituciones públicas del Estado. Aunque el BOE solo se refiere a la española, el escrito del Director habla de las banderas, por lo que –tecnicismos legales al margen- lo normal es que todas las banderas oficiales se pongan a la misma altura. Igualmente, el Gobierno invita a los ciudadanos a guardar un minuto de silencio a las 12.00 horas frente a las entidades oficiales de todo el país. Por su parte, el Gobierno de la Generalitat emitió a noche otro Decreto “pel qual es declara dol a tot el territorio de Catalunya amb motiu de l’atemptat terrorista comés a Barcelona el día d’avui”, durante los mismos días, en los que han de suspenderse “la celebración de recepciones y actos oficiales y las banderas ondearán a media asta en los edificios y dependencias de la Generalitat y en las corporaciones públicas de Cataluña”.

Juntos ante el dolor

Celebro al menos ahora, porque tiempo tendrán los tertulianos de evidenciar determinados paralelismos que se están produciendo entre la administración central y la autonómica, ver por primera vez en muchos años juntos a todos los principales representantes de las instituciones españolas y catalanas, en la Plaza de Cataluña, mostrando la solidaridad de España y Cataluña con los familiares de las víctimas y con los heridos. El Rey, el Presidente del Gobierno, el Presidente de la Generalitat, la Presidenta del Parlamento catalán, la Alcaldesa de Barcelona, entre tantos de cientos de autoridades más, manifestaban en silencio su dolor juntos. Que esa foto no se olvide y ojalá nos sirva para que pueda darse un giro (a favor de la unidad) a todo lo que está ocurriendo políticamente con el asunto catalán y volvamos a la cordura. Lástima que haya tenido que ocurrir esta sangrienta barbarie para captar esa imagen, pero es importante ahora mantenerla. Fue fría y distante la comparecencia entre unos y otros, pero al menos estaban allí juntos.

Ir más allá del momento coyuntural

En este sentido, de todos los editoriales que he leído esta mañana en los medios de comunicación, me quedo con este párrafo de El País: “Sin embargo, pensamos que las consecuencias de este atentado deben ser de más hondo calado e ir más allá del momento coyuntural. Lamentablemente, el brutal atentado terrorista que ha vivido Barcelona coincide con un momento de máxima confusión política en Cataluña. Un ataque de esta magnitud tiene que ser un aldabonazo que devuelva a la realidad a las fuerzas políticas catalanas que, desde el Govern, el Parlament o los movimientos por la independencia han hecho de la quimera secesionista la sola y única actividad de la agenda política catalana en los últimos años. Es hora de acabar con los sinsentidos democráticos, la violación flagrante de las leyes, los juegos de engaños, los tacticismos y los oportunismos políticos. Es hora de que nuestros gobernantes, todos nuestros gobernantes, trabajen en beneficio de los verdaderos y principales intereses de los ciudadanos”.

“No tengo miedo”

Nada más se puede decir hoy que mostrar dolor y solidaridad, llamar a la unidad de todos y que de estos absurdos e inútiles atentados aprendamos que en un mundo global si no vamos juntos, estamos perdidos. “No tengo miedo” fue el grito unánime que tras el minuto de silencio espontáneamente los ciudadanos congregados en la mítica plaza. No tengamos miedo a tendernos la mano. España ha sufrido, también, como suyos los atentados de Cataluña y los catalanes han podido ver la solidaridad del resto del país y del mundo. Dentro de la desgracia, saquemos conclusiones positivas, y que todas las partes pongan lo suyo para que sigamos conectados.

Descansen en paz los fallecidos. Y a seguir trabajando para que esto no se repita. Y que los profesionales de protocolo contribuyamos con nuestros eventos y acciones a una mejor convivencia institucional y ciudadana. Aprovecho para agradecer y felicitar por su buen trabajo en estos críticos días al director de Protocolo y Relaciones Institucionales de la Delegación del Gobierno en Cataluña, Antonio Rodríguez de Rivera, un gran profesional en un puesto muy complicado.

Que no quede impune el dolor, que no genere odio, sino proximidad entre la gente de bien.

Este post es mi particular minuto de silencio escrito.