Otro desatino con el Himno Nacional

CarolinaCar0lina Marín tras recibir los trofeos que la acreditan como campeona del mundo de Bádminton, en Indonesia.

Supongo que el Gobierno de España, a través del Consejo Superior de Deportes y de la Jefatura de Protocolo del Estado (función asumida por la Dirección del Departamento de Protocolo de la Presidencia del Gobierno), exigirán responsabilidades a la Federación Española de Bádminton por el grave hecho de que esta mañana sonara en Indonesia el Himno de España en una versión no oficial, ni admitida, cuando la deportista española Carolina Marín disfrutaba desde lo más alto del podio más el símbolo musical de nuestro país, al vencer en la final del Campeonato del Mundo de Bádminton.

La organización asiática de este campeonato, que ha permitido a la onubense igualar el record de conseguir don mundiales consecutivos y, además, ser la primera no china en conseguirlo. Una circunstancia sin precedencia que felicitamos, pero que ha generado –más que una anécdota- un desacierto grave al interpretarse el himno nacional español –que como bien saben los expertos no tiene letra- con los párrafos escritos en su momento por el poeta gaditano, José María Pemán, y que tradicionalmente se ha vinculada a la era política de Franco. La regulación del Himno Nacional de España viene descrita, con partitura y todo, en el Real Decreto 1560/1997, de 10 de octubre, publicado en el Boletín oficial del Estado número 244 de 11 de octubre de 1997. En él nunca se hace referencia a texto alguno.

Sí, es un hecho grave que no debe dejarse pasar como si nada. Carolina Marín seguramente ni se dio cuenta de ello –su felicidad no creo que esté para estos detalles-, pero sí para todos los demás que seguimos incrédulos el desatino. ¿Cuánto se ha hablado en España de la necesidad de que el Himno tenga letra?¿Cuántas polémicas se han generado? ¿Cuántas veces se ha enfatizado con el “Chan chan ta chan…, como para que a estos niveles no se sepa que no tenemos letra en nuestro símbolo? Representantes de España, por favor… Que los asiáticos lo desconozcan puedo entenderlo (ojo, no el hecho de que no haya comprobado el mismo ante la representación española), pero no el resultado final de la ceremonia.

Es grave, en primer lugar porque se atenta contra el símbolo de un país –intocable- y toma más relevancia desde el mismo momento que la hazaña deportiva es de tal calibre que genera seguimiento y orgullo popular. No es la primera vez que ocurren hechos de este tipo, pero ante lo previsible de la situación, los delegados españoles deberían haber comprobado con todo detalle desde el primer día del Campeonato que tanto el himno como la bandera que la organización indonesia tenían eran los correctos. Esa es responsabilidad de la Federación Española. Desconocemos por ahora los detalles sobre la causa real –si la organización no comprobó como debía si el himno era correcto o no-, pero en cualquier caso, y más en países tan lejanos, es responsabilidad compartida de la Federación o de los responsables de la delegación española, verificar la idoneidad de los símbolos que se utilizan en nombre de España.

No es una anécdota divertida más. Es un “desprecio” al símbolo del país que gracias a su deportista se ha encumbrado en esta disciplina deportiva en la cima mundial del Bádminton. Y al mundo les hemos enviado un texto inexistente de nuestro himno, y que, encima, es el impulsado por el régimen franquista (aunque nunca hubo legislación al respecto).

Hay que hacer una llamada a todas las federaciones deportivas, clubs y por qué no a las propias embajadas españolas, para que se ocupen de estas cuestiones que van más allá del mero protocolo.