Los primeros pasos de la Princesa de Asturias

LeonorLeonor de Borbón, Princesa de Asturias, durante el acto de proclamación de su padre cono Rey en el Congreso de los Diputados.

La Fundación Princesa de Asturias ha convocado oficialmente por primera vez sus Premios Princesa de Asturias 2015. En su 35 edición, estos galardones toman la expresión femenina que corresponde al título del heredero de la Corona de España, actualmente la hija mayor de rey Felipe VI, Leonor deTodos los Santos de Borbón y Ortiz. Según la web oficial de la FPA (http://www.fpa.es/es/premios-principe-de-asturias/reglamento-2015/), “el objeto de este reglamento es la fijación de los principios que rigen la presentación de candidaturas y las normas generales de constitución y funcionamiento de los ocho jurados encargados de la concesión de los Premios Princesa de Asturias en su convocatoria del año 2015”.

Captura de pantalla 2014-11-15 a la(s) 18.28.49Página web de la Fundación Princesa de Asturias, tomada en el dia de hoy.

 

La Casa de S.M. aún no ha modificado su web

Cierra así cualquier posibilidad que pudiera pensar que estamos ante el inicio de otra etapa o, en cualquier caso, ante una nueva numeración (primera edición o 35 edición). Se produce de esta forma sencilla el relevo generacional en la presidencia honorífica de esta institución privada que la Casa Real ha hecho siempre suya. Es curioso, por cierto, que al menos hasta hoy la web oficial de la Casa de Su Majestad siga hablando de la Fundación Príncipe de Asturias y que sus técnicos informáticos o su servicio de Comunicación no hayan procedido al cambio, aprobado oficialmente por el Patronato de la Fundación en el mes de octubre pasado. Una modificación que ha venido obligada por el acceso a la condición de rey de Felipe VI y la conversión automática, según el mecanismo constitucional, en Princesa de Asturias de doña Leonor.

Captura de pantalla 2014-11-15 a la(s) 18.14.25Página web de la Casa Real española tomada en el día de hoy. Se observe que aún no se ha modifcado el nombre.

 

La ceremonia de 2015

Oviedo acogerá en octubre de 2015 los primeros galardones que responden a la denominación de Princesa de Asturias. Tendremos ahora por delante unos meses en el que unos y otros se preguntarán sobre la posible concurrencia a la próxima ceremonia de Leonor de Borbón. Personalmente estoy seguro de que sí estará y será la primera vez que asuma un papel estelar. Si su padre hace con ella como Juan Carlos I lo hizo con el príncipe Felipe, los Reyes acudirán al acto de Oviedo hasta que su hija mayor cumpla los 18 años. No será su primera aparición pública como Princesa, pues ya ha concurrido como tal a dos actos de Estado: la proclamación de su padre antes las Cortes Generales el 19 de junio y el desfile de la Fiesta Nacional el 12 de octubre pasados, respectivamente.

Minutos antes de ser proclamado rey, Felipe VI junto a su esposa y sus hijas, recibió sus primeros honores de ordenanza como Jefe de Estado.

Podio bueno

Tribuna presidencial durante el desgile militar con ocasión de la Fiesta Nacional el pasado 12 de octubre en Madrid.

Podio Fiesta Nacional

La decisión sobre la asunción efectiva de sus funciones como presidenta honorífica de la Fundación asturiana, en especial su presencia en el acto ovetense, será tomada por el propio Jefe de la Casa Real, Felipe VI, responsable (más allá de su condición de padre) de la distribución de los papeles de representación institucional de los miembros de la Familia Real, compuesta actualmente por el Rey y su esposa, Letizia Ortiz, sus dos hijas, Leonor y Sofía de Borbón, y los reyes honoríficos, Juan Carlos I y Sofía de Grecia. En octubre de 2015, Leonor de Borbón, nacida del 31 de ese mismo mes de 2005, estará a punto de cumplir los diez años. Su padre acudió a la primera ceremonia de Oviedo en 1981, cuando tenía 13 años –nació el 30 de enero de 1968-, y pronunció, además, su primer discurso en público.

Un Rey, dos Reinas y una Princesa en Oviedo

No se trata de hacer quinielas ni jugar a futurismo, pero todo hace pensar que Leonor de Borbón y Ortiz estará en Oviedo en octubre de 2015, acompañada por sus padres los reyes y que muy posiblemente en la presidencia del acto se sitúe a la derecha de los Reyes, que presidirán –simbólicamente no estaría mal que se ubicara en el medio de ambos, para reforzar con ese gesto la singularidad de la situación, asumiendo con ello un protocolo que les humaniza-. Es muy probable que el próximo año veamos en el coliseo ovetense, en un acto de trascendencia internacional, al Rey, nuestras dos Reinas –titular y honorífica– y la Princesa heredera, algo que ocurriría por primera vez en la historia de España (salvo que haya otro acto antes que no sea familiar o de Palacio, cosa que será difícil). Todo apunta que habrá una buena foto a la llegada de la Familia Real a la puerta del Teatro Campoamor. Desdeluego histórica y por varias razones.

Si el Rey de España desea que su hija heredera siga los mismos pasos que él ha dado, todo hace pensar que efectivamente Leonor estará en Oviedo pero no para pronunciar su primer discurso. Incluso mediáticamente sería más idóneo que sus primeras palabras se reserven para 2016 ó 2017, una vez alcance una edad más razonable.

La cita de Covadonga y su fecha

La presencia pública oficial de la Princesa en Oviedo aconsejerá que Leonor acuda previamente a la localidad asturiana de Covadonga, al pie de los Picos de Europa, para ser homenajeada como Heredera que lleva el título de esta tierra. Su padre fue el 1 de Noviembre de 1977 al simbólico e histórico rincón asturiano, cuna de la Reconquista, donde se encuentra la Gruta en la que se venera a la Patrona astur, Nuestra Señora de Covadonga, la “Santina”, bajo la cual asoma tras unos cuantos kilómetros de recorrido por las entrañas de la montaña, el río Orandi que regala su caudal al más conocido río Sella.

Es ya notorio y conocido que Felipe VI es un hombre de gestos y simbolismos, y no sería de extrañar que buscara una fecha simbólica para ese homenaje astur, como ocurrió en su caso, al hacerlo coincidir con su onomástica, el 1 de noviembre (fecha en la que se anunció en 2003 su compromiso nupcial). Cuatro fechas se nos antojan como idóneas en ese simbolismo y las señalamos en el orden temporal: 22 de febrero –Santa Leonor-, 8 de septiembre –día de Asturias y día de Covadonga-, 31 de octubre –décimo cumpleaños de la Heredera- y 1 de Noviembre –día de Todos los Santos-. El 8 de septiembre cae del calendario, pues sería inviable hacerlo en un día muy especial para los peregrinos y devotos de la Virgen que no perdonarían las lógicas restricciones que acarrearía la presencia de la Familia Real en santuario (además daría al acto un simbolismo religioso del que Felipe VI ya ha dado claras muestras de separarse de él). El 31 de octubre y 1 de noviembre serían después de la ceremonia de entrega de los Premios –señalados para el 23 de octubre de 2015- y carecería de sentido que el homenaje que viene a representar el reconocimiento histórico de los asturianos hacia el/la heredero/a que toma como título primero y más importante el nombre de su tierra, se hiciera después de presidir el espectacular evento ovetense. En fin, si no se quisiera hacer coincidir con fechas tan directamente vinculadas a Leonor, tampoco habría que descartar el 22 de mayo, fecha en la que los reyes cumplirían once años como casados. Pero tampoco hay que descartar que esa ceremonia se haga la víspera del acto del Campoamor. Simbólicamente tomará más relevancia.

Imposición del escudo de Princesa de Asturias

El acto de homenaje de Covadonga pretende rememorar la aceptación de los asturianos de las persona que llevará por el mundo su nombre. Por ello, le harán entrega de  la venera, o cruz de Rey, que identifica al sucesor del trono; el tributo entregado por los parlamentarios asturianos (el tradicional “Tributo de Mantillas”, una bolsa con monedas que pretende aludir a la aportación económica que los astures hacían a las finanzas de la Corte cuando nacía un Príncipe heredero; hoy, ciertamente, es puro simbolismo, unas monedas conmemorativas especiales que recordarán la histórica cita); y el pergamino donde están inscritos los nombres de los 78 concejos asturianos. A los pies de la estatua del caudillo Pelayo, primer Rey de Asturias –el germen de la reconquista de una España católica que luchará durante más de 500 años contra la presencia musulmana-, se repetirá el ritual seguido con su padre y que gracias al archivo de RTVE puede observarse en este vídeo.

La formación de futura Reina

Iniciará así su vida pública esta joven Princesa que sin dejar de serlo tendrá que combinar sus obligaciones públicas con su formación civil (y probable militar, aunque personalmente no veo razón alguna para que tenga que hacerlo, estamos en nuevos tiempos donde no hay necesidad alguna que la futura Reina tenga que ser militar de carrera). Un tiempo que requerirá el sosiego institucional para ella a los efectos de que pueda crecer y madurar sin la tensión y presión mediática que arrastrará cada vez que asome su cabeza por la ventana. No obstante, no auguramos a partir de los 18 años una amplia agenda pública para la Heredera que junto a sus padres habrán de multiplicarse para acudir a las necesarias citas institucionales. El bajo perfil público que se viene acreditando para los reyes honoríficos y la reducción de la Familia Real –actualmente Felipe y Letizia deben mantener una agenda de locura- harán que nuestra Princesa tenga una proyección pública mayor que la de su padre cuando era Heredero. Pero, como se señala, primero deberá pasar por el hemiciclo del Congreso para que como su padre jureel cumplimiento de la Constitución Española el mismo día que cumpla su mayoría de edad –si no cambia la edad legal, el 31 de octubre de 2023-.

Reina a los treintaytantos

Parece lejos 2013, pero en “cuatro días” estamos de nuevo poniendo alfombras en la sede de la soberanía del pueblo español. Jurará entonces una Princesa que sabe –salvo avatares no deseados- que en la década siguiente llegará la sucesión. Estamos seguros que Felipe VI no olvidará lo importante que es para la continuidad monárquica dar el relevo en el momento oportuno. Porque el “oficio” de Rey o Reina no tiene por qué extinguirse con la vida o el desgaste físico. Veremos a Leonor con poco más de 30 ó 35 años reinando en este país. De nuevo una Reina joven para seguir impulsando el importante papel institucional de la Corona. Su preparación, en consecuencia, deberá responder a un ritmo diferente al que ha seguido el hoy Rey de España.