La oportunidad que brinda el Congreso de los Diputados a los profesionales del Protocolo y los eventos

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Es un hito histórico para los profesionales de la organización de eventos y protocolo que el Congreso de los Diputados nos abra sus puertas y acoja la I Jornada dedicada a la comunicación y organización de eventos de Estado. Será dentro del marco del III Congreso Universitario de Comunicación y Eventos que promovido por diferentes universidades españolas y las principales asociaciones profesionales tendrá lugar en Madrid entre los días 7 y 9 de mayo próximos.

La decisión fue tomada por unanimidad de la Mesa del Congreso de los Diputados (órgano de gobierno de la Cámara Baja), donde están los principales partidos con representación parlamentaria en la actualidad. Pero no solo nos abre sus puertas, sino que se implica, por cuanto que la organización de la citada jornada correrá a cargo de la Dirección de Relaciones Institucionales de dicha entidad y en la que colaborarán las entidades que promueven el tercer encuentro.

Por la temática planteada constituye una importante oportunidad para que los profesionales del ámbito institucional u oficial, y por qué no también de las empresas –las agencias y las empresas en general cada vez tienen mayor relación en el tema protocolario con los organismos oficiales y sus autoridades- podamos hablar, reflexionar y debatir sobre numerosas cuestiones que nos afecta a todos y poder sentar de esta manera diferentes planteamientos que llegarán a los representantes políticos.

Es el momento de hablar y estar. Llevamos años quejándonos de la “mirada hacia el otro lado” de los políticos cuando sale a la palestra la cuestión del protocolo. En esta ocasión, la mirada está centrada en lo que digamos y debatamos. Las instituciones españolas en su conjunto necesitan una clara renovación de su protocolo y de sus eventos y qué mejor marco y oportunidad que hacerlo donde trabajan y deciden los representantes de todos los ciudadanos españoles.

Por ello animamos desde aquí a que los profesionales se sumen a este III Congreso y en especial a esta Jornada porque solo su presencia ya refuerza nuestra posición y si ahora que nos dan esta oportunidad miramos nosotros hacia el otro lado estaremos haciendo el peor favor a la profesión. Son oportunidades éstas dónde cualquier observador sensato puede deducir a quién le importa de verdad la profesión y quien se limita únicamente al ejercicio de la supervivencia en su puesto de trabajo, sin buscar mayor implicación, ni favorecer el corporativismo y la relación.

La hora de expresarse

Hay temas importantes planteados en esta Jornada, y sobretodo mucho tiempo para el debate y para que cada uno se exprese libremente sobre las cuestiones. Vamos a reflexionar sobre la necesidad o no de que haya una ley que agrupe toda la normativa de protocolo, qué cambios serían importantes de realizar sobre la cuestión de las precedencias, cómo debe de actualizarse toda la cuestión de los honores, qué hacer cuando hay lutos oficiales, qué tratamientos debemos dar a determinadas autoridades autonómicas y locales que no se contemplan en la normativa, qué libertad organizativa tienen las comunidades autónomas y las entidades locales cuando asisten a sus eventos los poderes del Estado, qué pasa con las cesiones obligadas, por qué no mejoran sus puestos los altos representantes de las autonomías y los ayuntamientos… Y así un largo etcétera de temas.

Sentados en los pupitres de sus señorías haremos un gran servicio a nuestra profesión, no sólo de quienes están en las instituciones, sino de profesionales de los eventos de otros sectores que también “sufren” y “padecen” en sus actos corporativos las consecuencias de la presencia de autoridades. Estamos, pues, ante un momento de inflexión en el protocolo institucional en el que nadie debe quedar fuera. Por ello conviene hacer una llamada a la responsabilidad personal de cada profesional y pedirle que abandone el ostracismo habitual y por unos días sea capaz de construir también profesión.

Lo primero es demostrar a sus señorías que hay profesión, y que ésta quiere hacer cosas para prestigiar el buen nombre del protocolo que no busca otra cosa que facilitar la comunicación y las relaciones institucionales, hacer que el protocolo no sea un problema, sino un instrumento adecuado para armonizar y propiciar la convivencia, unificar criterios y poner un claro “Basta ya” a la imagen negativa que en los últimos años ha recaído de forma injusta en el término protocolo. Si de verdad te consideras profesional, te esperamos en el Congreso de los Diputados y en el III Congreso Universitario de Comunicación y Eventos.