Protocolo Premio Cervantes

Esta mañana se ha entregado en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares (Comunidad de Madrid) el Premio de Literatura en Lengua Castellana Miguel de Cervantes (correspondiente a la edición de 2018), bajo la presidencia como es habitual de los Reyes de España. El galardón (considerado como el Nobel de la literatura en castellano) fue otorgado a la poeta, ensayista y crítica literaria uruguaya, Ida Vitale (1923, Montevideo). El Ministerio de Cultura y Deporte concede este premio a los escritores que contribuyen con obras de notable calidad a enriquecer el legado literario hispánico. Está dotado con 125.000 euros, además de la medalla del Cervantes, obra del escultor Julio López. Se otorgó por primera vez en 1976 a Jorge Guillén y desde entonces han sido 42 los autores galardonados. En 1979 el Premio se concedió ex aequo a Jorge Luis Borges y Gerardo Diego. Desde entonces, la orden de convocatoria contempla que el Premio no pueda ser dividido, declarado desierto, o concedido a título póstumo. Bajo un ceremonial ya consolidado, el protocolo ha vuelto a ser exquisito, pese a las notables dificultades que tiene el diminuto Paraninfo de la universidad. Se entrega siempre el 23 de abril, día del aniversario del fallecimiento de Miguel de Cervantes. Continúe Leyendo…

¿El fin justifica las “precedencias a la carta” en actos de carácter general?

Escenario

¿El fin justifica los medios? La tópica frase utilizada para muchas cosas, ¿puede aplicarse también al protocolo y a los eventos en general en relación a las precedencias? Uno llega a la conclusión de que para conseguir el cumplimiento de los objetivos pretendidos por los promotores de eventos se hace lo imposible para interpretar la normativa a la carta, y a veces sin aval legal alguno y sin criterio. No lo digo como queja, ni como algo negativo. Apuesto por la flexibilidad. Pero si observo con cierta preocupación, especialmente en el sector institucional, que a veces en nombre de los buenos resultados (un ROI favorable y acorde) en el protocolo oficial, desde la institución más alta o la más baja, se saltan normas y tradiciones, o por el contrario se agarran a aspectos que van más allá de lo legislado o a ciertas tradiciones que obviamente con el paso del tiempo requieren en muchos casos de actualizaciones.

Por citar un ejemplo reciente, que muy superficialmente he comentado en mis redes sociales, recurro a la celebración de los actos oficiales con ocasión del 2 de mayo, Día de la Comunidad de Madrid. Hemos valorado como un paso importante (casi novedoso en este país), que en la presidencia del desfile cívico-militar en la Puerta del Sol, los cinco puestos centrales estuvieran ocupados por cinco autoridades femeninas, tal y como se aprecia en esta imagen: Continúe Leyendo…