Una situación dos soluciones protocolarias

Un comentario breve, pero de actualidad. Los pasados días 15 y 16 de junio el presidente de la República de corea, Moon Jae-In y su señora Kin Jung-Sook, realizaron una visita de Estado a España después de casi año y medio que no se producía alguna por la pandemia. Obviamente como todavía estamos con restricciones, hubo cambios en diferentes ceremonias, especialmente en la cena de gala en Palacio Resal, donde hubo que prescindir de la tradicional mesa imperial y habilitar en e comedor de gala diferentes mesas redondas, donde la mesa presidencial presidida por el rey tenía 8 personas y en el resto un máximo de seis.

Pero dado que eso ya lo he comentado en redes sociales, quiero llamar la atención sobre dos imágenes acerca de los dos encuentros que mantuvieron los reyes con sus invitados coreanos. Una en Palacio Real tras los honores militares de recibimiento y otras en el Palacio de la Zarzuela. Aquí van las dos imágenes, que podríamos titular un mismo encuentro dos soluciones protocolarias. Las fotos hablan por sí mismas, luego me limito a recoger ambas situaciones para que cada uno saque sus conclusiones. Protocolariamente ambas son correctas, pero al ser tan diferentes merece una reflexión general.

En una primera imagen, mientras esperaban el desfile de los honores, los reyes de España cedieron los dos puestos principales a los invitados, mientras que antes de la comida privada en La Zarzuela, los reyes de España solo cedieron la derecha a sus homólogos.

¿Cuál es la opción más correcta? Desde luego para mí, la imagen de la Zarzuela, donde el rey cede la derecha al coreano, y se divide el espacio en dos partes: derecha Corea e izquierda España. Pero bueno, esto pone de manifiesto la flexibilidad protocolaria y las circunstancias que rodean cada situación.

¿Y tú que piensas? Una situación dos soluciones.

Visita de Estado

El presidente de Corea y su esposa ocupan los puestos 1 y 2 en esta reunión en Palacio Real, y los reyes de España los puestos 3 y 4, mientras esperaban el desfile de la Guardia Real tras las honores de bienvenida.

 

Visita de Estado

Reunión en Palacio de La zarzuela. El rey cede la derecha al presidente de Corea, conservando éste el puesto principal por deferencia, y el monarca español el puesto dos. Diferente el protocolo a la imagen anterior.

Protocolo de la Pascua Militar en pandemia

La ceremonia de la Pascua Militar, presidida por los reyes de España en el Palacio Real, se celebró ayer, 6 de enero, con un protocolo sometido a las medidas obligadas por la pandemia. Su programa habitual se mantuvo, pero fue necesario realizar algunos ajustes importantes, especialmente en aforo y distanciamiento. Como se sabe el origen de esta fiesta se remonta al reinado de Carlos III, cuando, el 6 de enero de 1782, se recuperó la localidad menorquina de Mahón, que se hallaba en poder de los ingleses. Como expresión de júbilo, el “rey alcalde” ordenó a los virreyes, capitanes generales, gobernadores y comandantes militares que, en la fiesta de la Epifanía, reuniesen a las guarniciones y notificasen en su nombre a jefes y oficiales de los ejércitos su felicitación.

Los principales cambios en el acto de ayer se centraron en los siguientes aspectos:

  • Reducción de la compañía de honores de la Guardia Real.
  • Obviamente, uso de mascarillas (salvo la reina, todas de tipo quirúrgicas).
  • Solo 12 representantes de las diferentes comisiones militares y los 12 condecorados seleccionados este año, en el salón del Trono.
  • Saludo con inclinación de cabeza en el salón del Trono (no en el salón Gasparini como siempre) y traslado de la mayoría de los invitados al salón de Columnas y que siguieron la ceremonia gracias a diferentes pantallas.
  • Encuentro posterior sin el tradicional vino español.
Pascua Militar 2021

Discurso de la ministra de Defensa

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Repensar los actos del día de la Fiesta Nacional

El Observatorio Profesional de Protocolo y Eventos (OPPE) promueve para este martes, 6 de octubre, a las 18.00 horas, dos interesantes debates dentro de su XVI Jornada de Protocolo y Eventos relativos a la celebración de la Fiesta Nacional de España, cada 12 de octubre y sobre la creciente utilización de los símbolos oficiales de Estado con fines exclusivamente políticos. Ambos son del máximo interés y sus conclusiones serán relevantes para el estudio que en este sentido iniciará aquella entidad. Este artículo se centrará en la cuestión de la Fiesta Nacional, que este año por motivos sobradamente conocidos no se celebrará en su formato habitual (gran desfile militar en el Paseo de la Castellana y recepción oficial por el rey en el Palacio Real). Ya se sabía desde hace meses que el desfile tradicional no podría hacerse por la Covid-19 y desde entonces tanto el gobierno como la jefatura del Estado se han venido estudiando alternativas. La celebración (si podemos llamarlo así en estos tiempos), aunque no se conocen todavía todos los detalles, se centrará en el Patio de Armas de Palacio Real, donde se hará el ceremonial militar de izado de la bandera, homenaje a los caídos y un muy reducido desfile dentro del propio recinto. No más de 70 autoridades del máximo nivel estarán presentes y no habrá recepción en Palacio. La solución parece sensata y seguro que se vestirá de la máxima solemnidad, la que corresponde a una fecha singular que afecta a todos los españoles.

Aunque ya el pasado año aporté algunas reflexiones conforme a los actos de esta fiesta, quisiera de nuevo ahondar en la cuestión porque es una lástima que el Día de España se celebre principalmente con esos dos actos que no aportan sentimiento de país (al menos a la mayoría). No quiero decir con ello que se suprima el desfile militar, ni tampoco la recepción. Sencillamente señalo que el acto central debería diferente, más civil por supuesto, y que la celebración debiera extenderse al conjunto de las comunidades autónomas y ayuntamientos, en su mayoría muy ausentes cada 12 de octubre. Tan ágiles que son para poner la bandera oficial a media asta, no ocurre lo mismo con la celebración de nuestra fiesta. Continúe Leyendo…

Ceremonia de Cartas Credenciales en “fase 2”

La tradicional ceremonia de Estado de presentación de Cartas Credenciales por un embajador extranjero acreditado en nuestro país ante el rey Felipe VI, sufrió ayer las consecuencias de la “fase 2” de la desescalada sanitaria frente a la pandemia del Covid-19, vigente aún en Madrid. El formato hubo de ser modificado para garantizar las distancias, el aforo por debajo del máximo permitido en espacios cerrados y la etiqueta modificada en la que se introdujeron las mascarillas quirúrgicas que protagonizaron la imagen del evento. No salieron las carrozas de gala ni la Guardia Real por las calles de la capital, ni tan siquiera la sede oficial de la Jefatura del Estado, Palacio Real, albergó la ceremonia. No fue posible la entrega en mano de la Carta por el embajador, ni el obligado saludo protocolario en tiempos donde tocarse entre no convivientes está desaconsejado.

No tengo memoria histórica para recordar si hubo una variación de fórmula tan grande en las últimas décadas, más allá de los lógicos y obligados cambios por la convalecencia del rey Juan Carlos en 2013 y 2014, en los que hubo que realizar el acto también en Zarzuela, con menos boato y en turnos que llegaban hasta 15 embajadores. En aquella ocasión, fue la salud del monarca, en ésta la Covid-19 truncó la ceremonia oficial de Estado más vistosa, solemne y antigua de nuestro país.

Presentación de Cartas Credenciales ante el rey Felipe VI.

Momento en que el embajador deposita en una mesa vacía sus cartas credenciales en la ceremonia celebrada ayer en el Palacio de La Zarzuela.

El rey Felipe VI, acompañado como es habitual de la ministra de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, recibió a seis nuevos embajadores que presentaron sus cartas credenciales ante el jefe del Estado. Esta ceremonia que quedó interrumpida durante el confinamiento por la pandemia, se retomó ayer en un formato diferente, siguiendo en parte la pauta promovido en el caso de Juan Carlos I antes comentado, aunque preservando la esencia del formato. Continúe Leyendo…

Aniversario de Felipe VI: storytelling en Palacio

El rey Felipe VI podía haber conmemorado su quinto aniversario de la proclamación como jefe del Estado el pasado miércoles de múltiples formas, pero al final optó por aquella que más en línea iba con la máxima expresada en su discurso ante las Cortes Generales el 19 de junio de 2014: “(…) las exigencias de la Corona no se agotan en el cumplimiento de sus funciones constitucionales. He sido consciente, desde siempre, de que la Monarquía Parlamentaria debe estar abierta y comprometida con la sociedad a la que sirve; ha de ser una fiel y leal intérprete de las aspiraciones y esperanzas de los ciudadanos, y debe compartir -y sentir como propios- sus éxitos y sus fracasos”. Cinco años después el monarca español ha querido celebrar esta efemérides reuniendo a 41 ciudadanos españoles “anónimos” para reconocer simbólicamente el día a día de millones de españoles de bien que desde sus modestos trabajos y quehaceres habituales hacen posible que España siga avanzando. A ellos les hizo entrega de diferentes condecoraciones de la Orden del Mérito Civil en el transcurso de un acto que tuvo lugar en el Salón de Columnas del Palacio Real de Madrid y en el que el protocolo no sólo puso innovación, sino que fue clave para que el evento tuviera el sentido por el que había sido convocado. Fue además un ejemplo de acto institucional que acredita que la conocida técnica del storytelling funciona también en los actos más solemnes de la administración pública.

Aniversario del rey Felipe VI

Una de las distinguidas escucha de pie su presentación en el acto que presiidieron los reyes y sus hijas.

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¿El “error” del Presidente? y los “agnósticos” del protocolo

Fiesta Nacional 12 de octubre

Vista de la Tribuna Real al paso de un Batallón mixto de alumnos de la Guardia Civil, en la parada militar del 12 de octubre pasado.

No deja de ser sorprendente que los más “agnósticos” del protocolo se agarren ahora a él para “fusilar” mediáticamente al Presidente del Gobierno por el evidente error –sea cual sea la causa que le originó- ocurrido el pasado viernes, día de la Fiesta Nacional, al inicio del saludo habitual que el Rey, en su condición de Jefe del Estado, dispensa a los invitados a la Recepción en Palacio Real que sigue al tradicional desfile militar en el Paseo de la Castellana. Desde el punto de vista técnico la posición que el presidente Sánchez tomó en el popularmente conocido como “besamanos” (en el que besar la mano es lo único que no se hace; se trata de un simple saludo del anfitrión a sus invitados) fue evidentemente inadecuada y deja en entredicho la comunicación puntual entre los servicios de protocolo y el máximo representante del Gobierno. Con independencia de cómo se originó la que terminaría convirtiéndose en una anécdota que airearon los medios y las redes sociales, y que de alguna forma comprometió la imparcialidad de los Reyes, los que a diario nos “sacuden” con las “tonterías” del protocolo, se han apoyado en su validez para dejar en evidencia a veces de forma “cruel” al Jefe del Ejecutivo. En una España permanentemente crispada desde el punto de vista político y social, cualquier error protocolario con amplia visibilidad como éste genera toda una tormenta. Estos mismos “agnósticos” deberían al menos reconocer que efectivamente el protocolo es importante para alcanzar los equilibrios necesarios en estos tiempos y facilitar la convivencia. Los errores en esta cuestión pueden a veces, como en este caso, generar consecuencias que van más allá de la simple anécdota. Continúe Leyendo…

Ceremonia de entrega del Toisón a la Princesa: cuando el protocolo es más que norma

Me ha gustado mucho el acto y la solución protocolaria dada por la dirección de Protocolo de la Casa de Su Majestad el Rey esta mañana en el Palacio Real, para la ceremonia de imposición del Collar de la Orden del Toisón de Oro, a la princesa de Asturias, Leonor de Borbón, de manos del rey Felipe VI, jefe y soberano, además, de la misma. En situaciones como éstas cuando se hace adecuadamente es donde los gestos toman significado y tratan de decirnos cosas, dando al protocolo su verdadera condición de facilitar la transmisión de mensajes, más allá de lo que le pueda permitir la normativa vigente. No se ha roto el protocolo, ni se ha vulnerado, pues se trata de un acto interno de la Casa Real –a quien pertenece la Orden- y para sus miembros puede disponer el ordenamiento que considere más idóneo para el acto. Otra cosa es con las autoridades oficiales invitadas deba observar el artículo 10 del Real Decreto 2099/83 por el que se establece el Ordenamiento General de Precedencias en el Estado, así como para la Familia del Rey y los tres presentes españoles que tienen el citado collar (Javier Solana, Víctor García de la Concha y Enrique Iglesias). Los presidentes de los Poderes, invitados excepcionales, ocuparon (también por su orden) el lateral izquierdo del Salón de columnas, cuyo centro se reservó para una mesa que sostenía el Collar y el diploma e insignia correspondientes. Continúe Leyendo…

Nuevo protocolo en una comida oficial ofrecida por los Reyes

Mesa presidencial

Presidencia de la comida en Palacio

Un interesante cambio que no debe pasar por alto. Aunque no fue una visita de Estado, sino oficial, nunca se había optado por una solución como las que muestran las fotografías que ilustren esta breve nota. Fue con ocasión de la visita a España del Presidente de Palestina, Mahmoud Abbas, en la que el rey Felipe VI y la reina Letizia ofrecieron un almuerzo en su honor en el Salón de Columnas del Palacio Real de Madrid. Con anterioridad, ambos Jefes de Estado habían mantenido un encuentro en el Palacio de La Zarzuela, en compañía de sus respectivas delegaciones. Un protocolo diferente para el comedor y la mesa principal. Merece la pena recogerlo. Continúe Leyendo…

Mejoras en el Protocolo en la ceremonia de bienvenida al Presidente de Israel

El pasado lunes 6 de noviembre, el Presidente de Israel y su esposa eran recibidos oficialmente por los Reyes de España en el Palacio Real, sede de la Jefatura del Estado. Era el primer acto oficial con ocasión de su visita de Estado que se prolongaría 48 horas más con diferentes actos protocolarios, entre ellos los habituales encuentros en el Palacio de La Zarzuela, la cena de Gala, la visita al Senado (que se alterna con el Congreso), la reunión con el Presidente del Gobierno y la recepción en El Pardo (donde se aloja el visitante), entre otras. La ceremonia de bienvenida se celebró por segunda vez en la historia reciente de nuestra monarquía en el Patio de la Armería de Palacio Real, tras el “estreno” de esta modalidad con ocasión de la visita del Presidente de la República Argentina, el pasado mes de febrero. En la ceremonia del jefe de Estado israelí se han producido interesantes cambios en el formato con respecto a la visita argentina y que han venido a mejorar notablemente el resultado protocolario, ganando en vistosidad, solemnidad y sencillez de movimientos. Analizamos los cambios de un acto que parece haber encontrado el estilo que buscaba Felipe VI y su equipo de protocolo, dirigido por Alfredo Martínez Serrano. El Rey, desde su acceso a la Jefatura del Estado en junio de 2014, viene marcando su propio estilo protocolario y ya desde el primer día de su reinado viene notándose. Como escribimos en su día, el acierto del cambio del lugar de la ceremonia, prescindiendo de El Pardo por el Palacio Real, constituye un acierto, pues por encima de todo pone en valor dicho Palacio como sede de la Jefatura, permite abrir a la sociedad la ceremonia y vestirla de mayor solemnidad, dentro de la sencillez que en todo momento quiere el Monarca. No obstante, siendo reservados, hay que barajar también la posibilidad de que estos cambios obedezcan en parte a las malas condiciones físicas de la Primera Dama invitada. En las próxima podremos confirmar si son cambios confirmados o si estamos ante dos modelos que se aplicarán según las circunstancias de cada visita.

Ver video íntegro de la ceremonia, pinchando aquí. Continúe Leyendo…

Precedencia protocolaria para la Secretaria General Iberoamericana

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Son muchas las consultas que me llegan acerca del puesto idóneo en España que debe ocupar el/la titular de la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB), que actualmente ocupa la que fuera vicepresidenta de Costa Rica, Rebeca Grynspan. En definitiva, cuál debe ser su correcta precedencia y protocolo cuando asiste a actos más allá de las cumbres o conferencias iberoamericanas. No es fácil la respuesta, pues no hay nada normativizado al respecto en nuestro país, ni tampoco el Estatuto de la SEGIB, conocido como el Estatuto de Santa Cruz de la Sierra. La Secretaria es el órgano permanente de apoyo institucional, técnico y administrativo a la Conferencia Iberoamericana y entre sus múltiples competencias figura la de “contribuir a la proyección internacional de la Comunidad Iberoamericana en el marco de las instrucciones y mandatos recibidos de los Jefes de Estado y de Gobierno”. Desde las altas instancias de Protocolo de nuestro país se la considera “Jefe de Gobierno” a efectos de protocolo, pero no siempre ocupa el puesto que corresponde a ese rango. Continúe Leyendo…