“Luto” europeo, protocolo de sensibilidad

El pasado 11 de enero falleció el presidente del Parlamentito Europeo, David Sassoli, a los 65 años y a pocos días de acabar su mandato. El periodista y político italiano es el primer alto mandatario europeo que fallece mientras ejercía el cargo, lo que a efectos de protocolo en estas situaciones complica la cuestión un poco no solo por la falta de normativa europea sobre el luto, sino por la inexistencia de antecedentes que puedan contribuir a ejecutar el luto a nivel europeo y, especialmente, en los países miembros de esta entidad supranacional.

Banderas media asta en las instituciones europeas por el fallecimiento del presidente del parlamento europeo.

Banderas media asta en las instituciones europeas por el fallecimiento del presidente del parlamento europeo.

No ha habido ninguna resolución de las instituciones europeas sobre el tipo de luto oficial que hay que seguir, más allá de la decisión tomada de poner a media asta las banderas de la UE en las instituciones comunitarias. Ya hemos comentado en artículos anteriores que la UE, en consenso con los países miembros, deberían regular el uso de la bandera de las 12 estrellas en los países miembros, pero parece que eso será difícil de resolver al menos a corto plazo porque la UE ahora mismo carece de competencias para regular el uso de su bandera en los países miembros, más allá de su recomendación de que ondee el día 9 de mayo (Día de Europa o el 25 de marzo en recuerdo de la firma del tratado de Roma, por el que se creaba la Comunidad Europea del Carbón y del Acero). Continúe Leyendo…

Protocolo para las banderas en luto oficial

Banderas a media asta en el Ayuntamiento de A Coruña, tras declarar la Corporación Municipal luto oficial en su municipio.

Banderas a media asta en el Ayuntamiento de A Coruña, tras declarar la Corporación Municipal luto oficial en su municipio.

Los asistentes a las VII Jornadas de Protocolo Covid’19 han asumido como suya la propuesta de la Asociación Aragonesa de Protocolo sobre la aplicación en las banderas oficiales cuando se declare luto oficial nacional, autonómico y local. El 67 por ciento de los asistentes dieron su si sin condiciones y un 32 por ciento también apoyaron el documento aunque pedían algunos ajustes. Sólo un 1 por ciento estimó que no al señalar que deberían ampliarse las recomendaciones. Del análisis de esos resultados acreditan que la totalidad estiman necesario disponer de ese documento, que seguramente con el tiempo irá ajustándose más e incluir nuevas recomendaciones. No se trata de normativa alguna, por supuesto, sino un documento de recomendaciones que nosotros mismos, los profesionales, nos damos para tratar de unificar las decisiones ante la laguna legislativa existente en España hasta el momento. La propuesta presentada por los aragoneses en formato de comunicación argumentada, ha sido elevada a título informativo a la dirección del departamento de protocolo de la Presidencia del Gobierno, que tiene las competencias de la extinta Jefatura de Protocolo del Estado.

En las líneas que siguen se hace un resumen de los detalles de las recomendaciones que se harán llegar a todas las personas interesadas, asociaciones y sus socios y a los servicios de protocolo de las instituciones o empresas que lo soliciten, así como a las personas que se han inscrito en las pasadas Jornadas de Protocolo Covid’19 (“Eventos ante la crisis”) (ya casi dos mil profesionales) o lo hagan en las IX Jornadas, en este enlace:

https://us02web.zoom.us/meeting/register/tZUrc-isqTwoGtCQbdBz7ro-ldEKZ4MtXlPO

El documento hace referencia también al uso de la bandera de Europa del que nos ocuparemos en un siguiente post.

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Protocolo Covid’19, más unidos

El sector profesional de protocolo y eventos ha encontrado frente a la crueldad de la pandemia una oportunidad para reforzar su corporativismo y unirse ante una situación que nunca hemos vivido. Ha servido para intercambiar opiniones, debatir, valorar, aprender de todos y dar visibilidad a muchos técnicos que habitualmente tienen escasos foros donde expresarse y compartir sus preocupaciones. Más de medio millar de expertos hemos tenido la ocasión de juntarnos semanalmente entorno a las Jornadas de Protocolo Covid´19 que cada martes por la tarde se ha convertido en referente punto de encuentro. Ha habido en las cinco sesiones celebradas (este martes, a las 17.00 horas tendremos la sexta) debates muy interesantes y resultados evidentes que se han concretado en acciones. Por primera vez, en formato virtual, salvando todo tipo de distancias, las siete principales asociaciones de protocolo que hay en España han participado activamente en la promoción de estas jornadas y se han puesto a trabajar unidas por lanzar iniciativas conjuntas.

La “guía de recomendaciones de eventos ante la crisis”, que en estos días verá la luz en su formato definitivo, tanto para eventos institucionales como de empresa, la propuesta de creación de un “Observatorio profesional de protocolo y eventos”, en el que ya un grupo de personas trabajan, la iniciativa de generar una nueva política de comunicación que nos de visibilidad y fortaleza ante la sociedad, la definición de eventos tipo para homenajes y solidaridad, el análisis de casuísticas que nos ha permitido actuar con seguridad, son algunos de los resultados. Pero por encima de ellos, lo importante es esa sensación de que hemos recuperado el sentimiento de sentirnos próximos y útiles. Un gran paso que no debe perderse y sobre el que las asociaciones han de seguir trabajando para ir todos de la mano en los temas que nos conciernen.

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Protocolo y eventos: el día “D”

Este artículo sobre protocolo y eventos probablemente sea el que más me vaya a costar escribir. De hecho estoy frente a la pantalla y se me acumulan muchas cosas. No sé ni por dónde empezar. Miro a la derecha, a través de mi ventana, y observo la calle solitaria, si acaso al fondo una señora paseando a su perro y un señor con mascarilla seguramente camino de la panadería. Hemos perdido seres queridos y amigos en este tiempo, vivimos con crudeza las cifras espantosas que nos deja el “bicho” cada día, sentimos la distancia cuando un conocido padece encerrado en su cuarto la epidemia… Nada podemos hacer más que acompañar mentalmente y transmitir ánimo y cercanía.

Ayer por la mañana, como en los últimos sábados, nos reuníamos (desde el encierro personal) el grupo coordinador de las Jornadas de Protocolo ante el ordenador para preparar la tercera sesión virtual de este martes, 14 de abril, a las 17.00 horas peninsular de España. Las dos primera citas fueron un éxito, no por el alto número de profesionales que participaron (que también), si no por facilitar un canal de comunicación que pudiera generar un debate sosegado sobre nuestro papel como profesionales de protocolo y eventos en estos tiempos de confinamiento y, especialmente, en los diferentes retos que nos vendrán cuando las medidas restrictivas lo permitan. Todos tenemos necesidad de hablar, de recibir ideas y opiniones, de sentirnos útiles y poder contribuir serenamente y al margen del debate político a la normalización en cuanto se pueda. Continúe Leyendo…

El Protocolo en situaciones de crisis toma más relevancia

Sin ánimo de ofender a nadie, por ejemplo, en esta comparecencia de los presidentes de España y Cataluña, ¿cuántas cosas se podrían haber mejorado o cuidado más? Empezando por la muy arrugada bandera de España, ese fondo de escalera, lazo negro en las banderas (ya se estaba de luto) y facilitar el trabajo a los periodistas. Solo por citar alguna cuestión.

He leído a lo largo de estos últimos días numerosos comentarios en las redes sociales hechos por algunos profesionales del Protocolo, “que lo importante es el dolor y lo de menos la forma de exponerlo”. Entiendo que lo diga la ciudadanía en general, ajena o desconocedora de lo que representa la trascendencia protocolaria como manera de expresar adecuadamente, en este caso, el dolor, rabia y solidaridad de un país que ha sufrido en sus carnes la barbarie terrorista en Barcelona y Cambrils. Pero no puedo comprender cómo dichos profesionales, duchos en la materia, puedan afirmar que la forma es lo de menos. En mi modesta opinión, no es así. Tiene mayor relevancia de lo que pensamos pues al fin y al cabo somos de alguna manera el espejo que buscan quienes precisamente desconocen sobre la cuestión y somos los responsables de dar visibilidad a la reacción colectiva como Estado. Y ahí es donde es dónde más se nota al buen profesional. Continúe Leyendo…

Atentados: #TodosSomosBarcelona (y Cambrils)

Duele mucho (y cuesta más) retomar el pulso de este blog, tras el paréntesis vacacional, con los atroces y horrendos atentados ocurridos ayer por la tarde en Las Ramblas de Barcelona y en el Paseo Marítimo de Cambrils. Unos actos cobardes que han dejado un balance provisional de 15 personas inocentes fallecidas (españolas y extranjeras) -13 en Las Ramblas y una en Cambrils- y más de un centenar de heridos graves y leves, entre ellos varios niños. Seis terroristas han sido abatidos por las Fuerzas de Seguridad, y aunque desde la rabia y la impotencia ciudadana podemos tener la tentación de pensar en “estrangular” físicamente al resto del grupo criminal, dejemos a la policía y a los tribunales que hagan su trabajo y apliquen con dureza la fuerza de la ley. No obstante, vaya por delante nuestro pésame a las familias de los asesinados, nuestro apoyo a quienes se debaten entre la vida y la muerte en los hospitales y para quienes yacen menos graves en sus camas recuperándose de las injustas heridas. Nuestro máximo agradecimiento a todas las fuerzas de seguridad, equipos médicos, protección civil, ciudadanos anónimos que prestaron su ayuda, a la coordinación de las instituciones y a la solidaridad nacional e internacional. Hoy, más que nunca, #TodosSomosBarcelona (y Cambrils). Continúe Leyendo…

¿Estamos de luto oficialmente o no? Nuevas contradicciones…

 

14/11/2015 Madrid, España El Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, durante su comparecencia ante los medios tras los ataques terroristas en Paris. Fotografía: Diego Crespo / Presidencia del Gobierno Secretaría de Estado de Comunicación

El Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, durante su comparecencia ante los medios tras los ataques terroristas en Paris. Fotografía: Diego Crespo / Presidencia del Gobierno

Un post al hilo de actualidad, porque merece una reflexión. Siento rabia por el hecho de dedicar mis dos últimos artículos a la cuestión del luto, pero las cosas vienen así. Ayer en la noche, París vivió una horas de horror y barbarie como consecuencia de la cadena de atentados yihadistas que provisionalmente ha traído un saldo de 130 muertos y casi un centenar de heridos muy graves. Un hecho deleznable que condenamos, y por el que nos sentimos solidarios. Un atentado muy grave que sacude de nuevo al país vecino, y destapa otra vez los horrores de esta “tercera guerra mundial” que tiene escenarios de terror y repulsa no solo en Europa, sino también en Oriente Medio, donde también se producen situaciones espeluznantes, con cientos de miles fallecidos por las bombas y las armas, promovidas por las partes combatientes. Y todo esto mientras otros cientos de miles de personas viven la diáspora camino de un lugar seguro en Europa donde protegerse de las matanzas. Vaya desde aquí nuestra solidaridad contra las victimas de todas estas situaciones absurdas e injustas que merecen la condena más firme. Continúe Leyendo…

La aplicación del luto nacional

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 Minuto de silencio hoy en el Pleno del Congreso de los Diputados. Mañana ha quedado suspendido.

He recibido esta tarde más de una treintena de llamadas de colegas pidiéndome opinión sobre si debían suspender tal o cual actividad en estos tres días de luto que se declaran a partir de esta medianoche. No hay nada reglado al respecto como se sabe, pero la lógica y la costumbre aconseja que, en el ámbito oficial, además de disponer las banderas de exterior a media asta, y las de interior con crespón negro, se suspendan aquellas actividades “superfluas” (aplazables), festivas (incluyendo actos de reconocimiento) o de solemnidad. Suspender un Consejo de Gobierno no tiene sentido, pues el día a día de la gestión no debe pararse. Eso sí, es recomendable acompañar esos inevitables actos con un minuto de silencio o un gesto similar.

Hay excepciones. Por ejemplo, creo que es un acierto que el Congreso haya suspendido su sesión plenaria de control al gobierno de mañana miércoles, porque es evidente que el país no está ahora para eso. Puede esperar, pues nada pasa. Pero un pleno municipal o similar debería realizarse si estuviera previsto (guardando previamente un minuto de silencio) porque el luto no implica parar la gestión. Ojo, otra cosa es que fuera un ayuntamiento de un municipio que cuenta entre las víctimas del accidente aéreo de Los Alpes a un vecino suyo, en cuyo caso lo lógico es suspender todo.

Al margen de esto, cada institución debe valorar si los eventos que tenían preparados para las próximas 72 horas deben aplazarse o suspenderse según su contenido y finalidad. Una buena forma de dirimir la duda es responder a esta pregunta: ¿se puede aplazar? Si la respuesta es positiva, lo normal es aplazarlo.

En cuanto a las empresas y corporaciones privadas, el luto oficial no va con ellas, aunque es lógico que tengan gestos de solidaridad. Pero de nada sirve poner un bandera privada a media asta, si dicha entidad sigue anunciando por la radio que compres el boleto de lotería si quieres cumplir tus sueños… o acudas a las rebajas (por citar supuestos ejemplos).

Toda esta incertidumbre creada en el día de hoy en buena culpa la tiene la inexistencia de una norma que aclare bien en qué consiste un luto nacional y a qué se deben atener las instituciones oficiales. Un tema que por cierto está previsto abordar dentro del III Congreso Universitario de Comunicación y Eventos, en la Jornada sobre Protocolo Oficial de Estado, el 8 de mayo. Hay que fijar criterios, y a falta de normativa, al menos que entre los profesionales tengamos pautas comunes a recomendar a los responsables de las instituciones,.

Normativa para el Luto Oficial

Por el Real Decreto 570/2013, de 25 de julio, el gobierno de la Nación ha declarado luto nacional con motivo del accidente ferroviario acaecido al descarrilar un día antes en Angrois (localidad situada a cuatro kilómetros de Santiago de Compostela, España), un tren Alvia que desde Madrid se dirigía a O Ferrol, sesgando la vida de 79 personas (balance a la hora de escribir este artículo) y dejando mal heridos a otros tantos. A propuesta del Presidente del Gobierno español, y “como testimonio del dolor de la Nación española por los fallecidos en el accidente ferroviario acaecido en Santiago de Compostela” (…) “se declara luto oficial desde las 00 horas del día 26 hasta las 24 horas del día 28 de julio de 2013, durante las cuales la Bandera Nacional ondeará a media asta en todos los edificios públicos y buques de la Armada”. Se da la circunstancia que precisamente el día del Funeral de Estado no se estará de luto (tema el de los funerales de Estado que nos reservamos para futuros comentarios).

 

El luto es un manera heredada por costumbre con la que externamente deseamos mostrar nuestro dolor y solidaridad por el fallecimiento de un ser querido o próximo. El Estado, a través de sus diferentes instituciones, desde tiempos inmemoriales, ha venido adaptando bajo varios modelos, el luto oficial para expresar en nombre de todos los ciudadanos su pesar por la muerte de una personalidad de relevancia, o de uno, varios o muchos ciudadanos en circunstancias trágicas, conmovedoras e impactantes (graves accidentes, atentados, guerras, etc.).

 

No están reguladas las razones que han de llevar a declarar un luto oficial, ya sea nacional, regional o local, lo que ha generado situaciones muy dispares en la que a veces los profesionales de protocolo no sabemos a ciencia cierta la forma correcta de proceder. Es una cuestión muy debatida y tratada en diferentes foros, en los cuales se ha venido a concluir en la necesidad de establecer unos mínimos preceptos legales que unifiquen la forma de expresar el luto, especialmente sobre las banderas, y la duración del mismo.

 

En relación a las banderas, está claro que si el luto está decretado por el gobierno de la Nación, la enseña de España en los edificios públicos de los organismos españoles (en todos –administración central, regional y local-, en nuestro país y fuera)  y en los buques de la Armada, debe de ondear a media asta. El propio Real Decreto, preceptivo para declarar el luto oficial, así lo determina, pero nada dice sobre banderas sostenidas en mástiles cortos que no permiten su colocación a media asta (banderas interior, o de exterior en soportes cortos).
 
 Por tradición, se sabe que el luto en este caso se manifiesta mediante la colocación de un lazo negro o crespón en lo alto del mástil. La moda última de colocarlo prendido sobre la propia bandera es de uso reciente, impuesto por necesidades mediáticas (que salga en el encuadre televisivo, lo que obliga a renunciar al lazo en lo alto del mástil) o por desconocimiento. Respetamos esta cuestión, si bien hay que advertir que la Ley de la Bandera de España prohíbe en su artículo noveno lo colocación de cualquier símbolo sobre la misma, y el lazo o crespón sí lo es. Claro está que esta ley cada día se cumple menos, empezando por las más altas instituciones constitucionales del Estado, algunas de las cuales exhiben al mismo tiempo y juntas la española y la europea u otras, cuando el artículo tres, apartado dos, lo prohíbe taxativamente. De hecho muchas comunidades autónomas, en razón a esto, se preguntan por qué el Congreso puede disponer la bandera de Europa y en un acuartelamiento militar se niega la colocación del vexilo de la comunidad autónoma donde se emplaza. Contradicciones.

 

Al margen de esta cuestión, el debate sigue abierto sobre qué hacer con el resto de las banderas oficiales cuando el luto es nacional o qué hacer con la española cuando quien lo declara es una comunidad autónoma. Y lo mismo podríamos decir de las entidades locales. No hay normativa tampoco. Conclusión, teoría del mal menor: siempre que haya luto oficial, declare quien lo declare, lo recomendable es que todas las banderas se dispongan a media asta, incluso la de Telefónica o la del BBVA (aunque sigo opinando que para las empresas es mejor señal de respeto retirar la misma). Auténticas barbaridades hemos visto como el caso de la Diputación de Guipúzcoa que con motivo del fallecimiento de Hugo Chávez, puso a media asta la bandera autonómica junto a la venezolana, tal y como se aprecia en la imagen. ¿Alguien ha denunciado que no esté la bandera de España? Y si llega a estar, ¿debería ponerse a media asta?

 

 No hay normativa, porque las leyes dicen cuándo se han de poner a media asta en el caso de que se declare el luto oficial nacional, pero no prohíbe claramente (habría que dar mil vueltas a la Ley para encontrar un hilo al que agarrarse) que se pueda poner descendida en otras situaciones no decretadas por el gobierno de la Nación. Lo absurdo puede llegar a situaciones como esta ocurrida en la Exposición Internacional de Zaragoza con ocasión del dramático accidente aéreo de Spanair en Barajas en 2008:

 

O que un equipo de fútbol, o una empresa, ponga la suya a media asta, como en este caso del Sporting de Gijón:

 

 

 

Los duración del luto

 

Especial preocupación nos entra sobre los días que han de durar el luto nacional o regional o local. Hemos analizado más de cincuenta situaciones relativamente recientemente en nuestro país y la conclusión es que vale todo. Dependerá de quien gobierne, del impacto o de la situación o circunstancia concreta. Así, al fallecer Don Juan, Conde de Barcelona, o su esposa María de las Mercedes, se establecieron nada menos que siete días. El Real Decreto aducía en sus razones que “ante el fallecimiento de mi Augusta Madre Doña María de las Mercedes de Borbón y Orleans, Condesa de Barcelona, y con el deseo de mostrar la admiración y el agradecimiento que su recuerdo merecen, honrar y reconocer su permanente ejemplo de entrega y generosidad al servicio de España, y otorgarle el tratamiento que corresponde a su Augusta Persona”, a propuesta del Presidente del Gobierno, se declaran de Luto Nacional siete días desde la fecha del Real Decreto, durante los cuales la bandera de España ondeará a media asta en los edificios públicos y en los buques de la Armada.

 

Cuando falleció Juan Pablo I, en 1978, también por Real Decreto se declaró luto nacional durante tres días desde la fecha de su publicación (29 de septiembre hasta el primero de octubre, inclusivo), así como el día de celebración de los funerales oficiales.

 

Fallecimiento en enero de 2012 de Manuel Fraga, fundador y primer presidente de Alianza Popular, ex Ministro y ex presidente de la Xunta de Galicia. Tres días de luto declarados por el gobierno gallego.

 

En junio de 2011, fallecieron dos militares del contingente español en la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad en Afganistán (ISAF). Se declaró luto oficial desde las 00 horas hasta las 24 horas del día 28 de junio  de 2011, es decir un día. Siguiendo con militares, cuando fallecieron 17, también en Afganistán tras ser abatido un helicóptero, se declararon dos días de duelo nacional. El Real Decreto decía textualmente: “A propuesta del presidente del Gobierno, se declara luto oficial como testimonio del dolor de la nación española ante el fallecimiento de diecisiete militares españoles en accidente aéreo ocurrido en cumplimiento de la misión de paz desarrollada en Afganistán desde hoy y hasta las 24.00 horas de mañana, 20 de agosto.

 

El 26 de mayo de 2003 el vuelo UKM 423 de um 4230 se estrelló en Turquía. Murieron 75 personas, 62 de ellos militares españoles. Gran impacto nacional. Se declaró luto nacional desde las 00.00 horas del día 28 hasta las 24.00 h del día 29. Dos días.

 

Otro accidente aéreo que impactó brutalmente a la sociedad española. El 20 de agosto de 2008, en la pista 36L de Madrid-Barajas, a las 14.45 h, un avión MD-82 de Spanair, vuelo 5022, se vino al suelo segundos después de despegar en dirección a Gran Canaria: 154 muertos. Tres días de luto oficial. El Real Decreto 1429/2008, justificaba la decisión: “Como testimonio de dolor de la Nación española ante el fallecimiento de numerosas personas provocado por el accidente aéreo ocurrido en el Aeropuerto de Madrid-Barajas en el día de ayer”.

 

Lorca, mayo 2011, sendos terremotos sesgan la vida a ocho personas: dos días de luto nacional. También causó un gran impacto nacional y la movilización general. El Real Decreto 681/2011, de 12 de mayo, decía: “Como testimonio del dolor de la Nación española por los fallecidos como consecuencia de los movimientos sísmicos en Lorca, Murcia, a propuesta del Presidente del Gobierno, se declara luto oficial desde las 00 horas del día 13 hasta las 24 horas del día 14 de mayo, durante las cuales la bandera nacional ondeará a media asta en todos los edificios públicos y buques de la Armada”.

 

Y pongamos ya un último caso, el que posiblemente haya sido de mayor impacto y conmoción de la historia reciente de España, los 192 muertos en los atentados del 11 de mayo en Madrid y miles de heridos. El Real Decreto 419/2004, de 12 de marzo de 2004 estableció tres días de luto nacional, “como testimonio del dolor de la Nación española ante los criminales atentados perpetrados en la Villa de Madrid el día 11 de marzo de 2004”. Por ello a propuesta del Presidente del Gobierno, se declaró luto oficial desde las 00 horas del día 12 de marzo de 2004 hasta las 24 horas del día 14 de marzo de 2004.

 

Citados todos estos ejemplos pocos comentarios se pueden hacer. No hay un baremo de medir. Depende del gobierno de cada momento. Para la Xunta de Galicia es tan relevante el luto por la muerte de Fraga, como al gobierno de la Nación la muerte de las 79 personas en el accidente del Tren Alvia y tan relevante como los atentados de Atocha, o tan relevante para un pequeño ayuntamiento cuando fallecen dos jóvenes en un trágico accidente un sábado de madrugada. Y todo es nada, cuando se alcanzan los siete días para los condes de Barcelona. ¿Cuál es la vara de medir?

 

Siendo en todos los casos justificable el luto, solo cabe hacerse esa pregunta. Por todo ello, considero de absoluta necesidad que se apruebe una disposición que regule todo lo relativo a esta cuestión, se fijen los criterios y la forma de actuar en todos los supuestos generales o habituales o excepcionales. Pero que haya algo en lo que basarse, porque un día nos podemos encontrar en cualquier lugar de España la bandera nacional a media asta y no sabremos por qué. Y sobretodo, que evite en lo posible esta desproporcionalidad que hemos acreditado a lo largo de los casos expuestos. Y por supuesto el día del Funeral de Estado, que en mi modesta opinión debía modificarse por “Acto (civil) de Estado en homenaje a… o con motivo de…”, debería ser siempre declarado Luto Nacional si dicho evento está promovido por las instituciones públicas.