Protocolo para despedir a Rubalcaba

Miles de personas han acudido ya a dar su último adiós a Alfredo Pérez Rubalcaba.

Quizá sea temprano entrar en valoraciones y más en cuerpo presente, acerca de los honores, protocolo y ceremonial que se están dispensando en la despedida oficial al ex dirigente socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, definido por muchos políticos como el “gran seductor político” y que fuera, entre otros muchos cargos, vicepresidente y portavoz del Gobierno (2010), ministro de varias carteras (Presidencia en 1993, Educación en 1992 e Interior 2016), diputado durante 21 años, candidato a la presidencia del Gobierno (2011) y secretario general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) (2012 hasta 2014). Tras comunicarse su fallecimiento como consecuencia de un infarto cerebral a primeras horas de la tarde de ayer, se informó que la capilla ardiente quedaría instalada en Salón de Pasos Perdidos del Congreso de los Diputados. Allí llegó su féretro y portado por policías nacionales y guardias civiles fue conducido al interior del Palacio de las Cortes por la puerta principal de los leones, esa que sólo se abre para las grandes ocasiones o situaciones como éstas. Fue recibido el cadáver por una singular línea de autoridades, familiares y amigos muy próximos al difunto que analizaremos más adelante. Rubalcaba ha sido definido por la casi totalidad de los políticos como un hombre de Estado que ha realizado importantes servicios al país. Basta sólo con reflejar el mensaje que a través de twiter publicó la Casa de Su Majestad: “Hondamente entristecidos por la repentina muerte de Alfredo Pérez Rubalcaba. Le recordaremos y le agradeceremos siempre su permanente y profunda visión institucional y su alto sentido del Estado en su vida política al servicio a España”.

Cartel situado junto al féretro.

El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, bajo el título de “Un hombre de Estado al servicio de España”, señalaba en un párrafo que lo resume todo: “Con él en distintos puestos de responsabilidad, España cambió para siempre y su legado es tan profundo que solo el paso del tiempo podrá hacerle verdadera justicia y rendirle el homenaje que merece. Hoy llora la familia socialista, pero también el país en su conjunto. Rubalcaba era un hombre de Estado, y como tal se va: admirado y homenajeado por España, sin distinciones ni matices ideológicos. Por su parte, el ex presidente Mariano Rajoy también en el mismo diario, bajo el título “Rubalcaba, un rival admirable”, escribía: “Ha sido una de las personalidades más importantes de la reciente historia de España y como tal merece ser honrado y reconocido. No llegó a ser presidente de Gobierno pero, hasta su retirada de la política, fue una persona decisiva en los distintos ejecutivos socialistas y también en las labores de oposición. Inteligente, hábil negociador e implacable dialéctico, era un rival temible: brillante y afilado como un bisturí, pero sincero a la hora de negociar y todo lo leal que se puede ser entre contrincantes políticos”.

¿Por qué hacemos referencia a estos comentarios en un blog dedicado a temas de protocolo y organización de eventos? Desde ayer he recibido numerosas llamadas y mensajes sobre un posible exceso en el tratamiento oficial en la despedida del político. Ya parto de la base que no estoy de acuerdo. Sí es cierto que todo el ceremonial nada entre una despedida de Estado y un adiós oficial/personal a la carta, porque una despedida para este personaje precisaba de muchas singularidades, en un país políticamente muy estimulado por los procesos electorales, necesitado de referentes políticos no cuestionados y con muchas horas previas de alto seguimiento mediático durante la estancia en el hospital. Continúe Leyendo…

Protocolo Premio Cervantes

Esta mañana se ha entregado en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares (Comunidad de Madrid) el Premio de Literatura en Lengua Castellana Miguel de Cervantes (correspondiente a la edición de 2018), bajo la presidencia como es habitual de los Reyes de España. El galardón (considerado como el Nobel de la literatura en castellano) fue otorgado a la poeta, ensayista y crítica literaria uruguaya, Ida Vitale (1923, Montevideo). El Ministerio de Cultura y Deporte concede este premio a los escritores que contribuyen con obras de notable calidad a enriquecer el legado literario hispánico. Está dotado con 125.000 euros, además de la medalla del Cervantes, obra del escultor Julio López. Se otorgó por primera vez en 1976 a Jorge Guillén y desde entonces han sido 42 los autores galardonados. En 1979 el Premio se concedió ex aequo a Jorge Luis Borges y Gerardo Diego. Desde entonces, la orden de convocatoria contempla que el Premio no pueda ser dividido, declarado desierto, o concedido a título póstumo. Bajo un ceremonial ya consolidado, el protocolo ha vuelto a ser exquisito, pese a las notables dificultades que tiene el diminuto Paraninfo de la universidad. Se entrega siempre el 23 de abril, día del aniversario del fallecimiento de Miguel de Cervantes. Continúe Leyendo…

Felio Vilarrubias, “padre” del protocolo moderno

No me gusta redactar obituarios de personas que han sido colegas en la profesión y con las que he tenido un trato muy especial durante muchos años, porque siempre he tenido miedo a dejar cosas importantes en el tintero, y más cuando tienes que referirte a una persona que ha marcado un antes y un después en la vida profesional de muchos técnicos de protocolo, entre los que me incluyo. El fallecimiento este lunes en Barcelona de Felio A. Vilarrubias i Solanes (1921), excelentísimo por norma (estaba en posesión de diferentes condecoraciones, entre ellas la Gran Cruz del Mérito Civil) y por trayectoria (su legado traspasa la propia excelencia), es una de esas pésimas noticias que, aunque esperadas (cumplía los 98 en menos de un mes), nunca deseas que lleguen. Esta mañana se ha abierto su capilla ardiente en la ciudad Condal y mañana se celebrará la misa funeral. Pero he pensado en escribir unos sencillos párrafos sobre esta persona humilde, afable y de extraordinaria referencia para muchas generaciones, porque puede ser que algunos jóvenes, aunque hayan tenido acceso a parte de sus obras, desconozcan su papel esencial en el protocolo de nuestro país, especialmente en la segunda mitad del siglo XX.

Protocolo Felio Vilarrubias

Felio A. Vilarrubias i Solanes, en una imagen de las múltiples entrevistas concedidas a los medios de comunicación.

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La “brecha” de los protocolos oficiales

VI Congreso de Comunicación y Eventos.

El VI Congreso Universitario de Comunicación y Eventos celebrado este jueves y viernes en Madrid, dedicado íntegramente al “protocolo local”, primero de estas características que se celebra en España, ha puesto de manifiesto algo que se sabía pero que nunca se había visto con tanta clarividencia: una relativa (por utilizar un término prudente) orfandad de los profesionales que atienden este necesario espacio de servicio público en las entidades locales. Una soledad, en términos institucionales, provocada por la exigencia social y política de avanzar hacia un modelo renovado y actual, más flexible, frente a la existencia de unas normas, costumbres y tradiciones que están ahí para ser cumplidas o respetadas. Una orfandad, también provocada por la inexistencia de unas bases mínimas que puedan ser aceptadas por todos y a partir de las cuales cada ayuntamiento, diputación, cabildo u otras entidades locales menores, puedan construir su propio protocolo, dentro del respeto a la autonomía local, atendiendo las singularidades de cada entorno.

Hemos observado una brecha grande entre el protocolo de Estado (el que afecta especialmente a las altas instituciones), el protocolo aplicado desde las comunidades autónomas y el estrictamente local. En lenguaje coloquial, unos y otros se han echado piropos, pero lo cierto es que el distanciamiento, por mucho que puedan aportarse excepciones muy contadas, es importante y, de alguna forma, provoca cierta ansiedad e inseguridad en los niveles “inferiores” de la administración pública, precisamente los más cercanos al ciudadano. Frente a esta orfandad/soledad, los expertos locales acreditan en su mayor parte un nivel alto de profesionalidad y entrega para resolver cuestiones complejas, aunque no siempre con los resultados deseables. Continúe Leyendo…

Protocolo para generar empatías

Hacer protocolo hoy ya no es sólo comunicar, aplicar normas y tradiciones. También es “empatizar”, generar empatías, es decir, conseguir que con tu evento “conectas” con tu público y éste contigo, que hay sintonía mutua. Ese es el gran cambio de la organización de eventos en el mundo actual. Las entidades privadas lo saben y pretenden buscarlo, y las instituciones oficiales han de empezar a pensar que lo más importante es el acercamiento por mutua aceptación. Por lo tanto el protocolo oficial está entrando en otra dimensión, en otra galaxia, que va más allá del mero cumplimiento de la norma. No pretendo para nada redefinir lo que es protocolo, pero sí queda cada vez más claro que el ejercicio de protocolo, incluso en los más altos eventos de Estado, tiene que concebirse la organización con una finalidad de llegar a los ciudadanos y clientes y lograr el “feeling” necesario para ganar en credibilidad y romper barreras. El diccionario de la Real Academia Española define la empatía como un “sentimiento de identificación con algo o alguien” y, también, como la “capacidad de identificarse con alguien y compartir sus sentimientos”. De ahí los amplios cambios que en los últimos diez años se están produciendo en el ámbito de la organización y en el protocolo severo de Estado. Las normas están para cumplirse, pero éstas quedan condicionadas a la consecución de esta empatía. Ello obliga a hacer referencia a las denostadas frases de “romper el protocolo”, “saltarse el protocolo” o “hacer protocolo a la carta”. Algo que a los profesionales no les gusta demasiado porque pone en jaque los llamados “mínimos” y genera inseguridad porque da la sensación de que impera el “vale todo” con tal de conseguir lo que los promotores desean. Pero estas apreciaciones necesitan matizaciones.

Protocolo empatías

Los profesionales de protocolo somos auténticos directores de orquetsa en la construcción de relaciones humanas e institucionales

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La boda que moderniza el protocolo británico

Boda real británica

El Príncipe Harry retira el velo de la novia.

Ha pasado ya un día de la boda entre el Príncipe Harry (Enrique) y la ex actriz Meghan Markle, en la Capilla de San Jorge (hogar espiritual de la insigne Orden de la Jarretera británica, una de las más importantes del mundo), en el histórico Castillo de Windsor (significativo el detalle). Cada uno podrá hacer ahora las lecturas que desee. Habrá quien se haya quedado con las etiquetas y estilismos, otros con el protocolo o con la puesta en escena o la supuesta modernización de la monarquía británica o el cambio sustancial que ha supuesto el enlace Real con respecto a otras anteriores. Como escribí ayer en varias redes sociales me quedo con esta reflexión: Harry y Meghan han podido dulcificar y humanizar el rígido protocolo británico. Han conseguido, sin romper lo sustancial de las “leyes de las costumbres de la Casa Real inglesa”, bordearlo para generar un relato y una puesta en escena que les ha situado en el epicentro del solemne acto, desplazando el tradicional boato del ceremonial y, sobretodo, demostrando que era posible encontrar un punto de equilibrio entre dos culturas protocolarias radicalmente distintas, superar las siempre difíciles barreras interculturales y no convertirse en reos del imperturbable protocolo. Lo que normalmente se entiende como protocolo fue ayer lo de menos. Lo importante estuvo en el guión y su escenificación. De todos los titulares de prensa me quedo con el del periódico español El País: “Enrique y Meghan modernizan la monarquía con una boda rompedora”. ¿Alguien a priori cuestionaba que habría fallos o problemas de protocolo? Eso es impensable en Reino Unido. Pero pocos podrían imaginarse que como una apisonadora pasó por encima un estilo renovador que dejó de lado etiquetas, carrozas, títulos nobiliarios e inclinaciones de cabeza. El chico “díscolo y problemático” de la Familia Real y la afroamericana Markle dieron una lección a todos los especialistas en organización de que lo importante no era lo formal, sino la narración. Esa fue su clave, lo que necesariamente nos lleva a pensar que pusieron mucha mano en todo esto. La forma dio paso a una puesta en escena que fascinó a casi todo el mundo. Contribuyó de forma decisiva la ausencia de cortes reales, el casi inexistente protagonismo del resto de la Familia Real y la inclusión en la ceremonia de elementos novedosos que le dieron aire fresco y que a más de uno le ha provocado emociones. Eso ha sido fruto de un gran protocolo con mirada de futuro y un revés para quienes consideran que el sostenimiento de las monarquía residen en salvaguardar su glamour. Continúe Leyendo…

Mejoras en el Protocolo en la ceremonia de bienvenida al Presidente de Israel

El pasado lunes 6 de noviembre, el Presidente de Israel y su esposa eran recibidos oficialmente por los Reyes de España en el Palacio Real, sede de la Jefatura del Estado. Era el primer acto oficial con ocasión de su visita de Estado que se prolongaría 48 horas más con diferentes actos protocolarios, entre ellos los habituales encuentros en el Palacio de La Zarzuela, la cena de Gala, la visita al Senado (que se alterna con el Congreso), la reunión con el Presidente del Gobierno y la recepción en El Pardo (donde se aloja el visitante), entre otras. La ceremonia de bienvenida se celebró por segunda vez en la historia reciente de nuestra monarquía en el Patio de la Armería de Palacio Real, tras el “estreno” de esta modalidad con ocasión de la visita del Presidente de la República Argentina, el pasado mes de febrero. En la ceremonia del jefe de Estado israelí se han producido interesantes cambios en el formato con respecto a la visita argentina y que han venido a mejorar notablemente el resultado protocolario, ganando en vistosidad, solemnidad y sencillez de movimientos. Analizamos los cambios de un acto que parece haber encontrado el estilo que buscaba Felipe VI y su equipo de protocolo, dirigido por Alfredo Martínez Serrano. El Rey, desde su acceso a la Jefatura del Estado en junio de 2014, viene marcando su propio estilo protocolario y ya desde el primer día de su reinado viene notándose. Como escribimos en su día, el acierto del cambio del lugar de la ceremonia, prescindiendo de El Pardo por el Palacio Real, constituye un acierto, pues por encima de todo pone en valor dicho Palacio como sede de la Jefatura, permite abrir a la sociedad la ceremonia y vestirla de mayor solemnidad, dentro de la sencillez que en todo momento quiere el Monarca. No obstante, siendo reservados, hay que barajar también la posibilidad de que estos cambios obedezcan en parte a las malas condiciones físicas de la Primera Dama invitada. En las próxima podremos confirmar si son cambios confirmados o si estamos ante dos modelos que se aplicarán según las circunstancias de cada visita.

Ver video íntegro de la ceremonia, pinchando aquí. Continúe Leyendo…

Reglamentos municipales de protocolo, ¿papel mojado?

El Reglamento de Protocolo y Ceremonial y Honores y Distinciones del Ayuntamiento de Huesca está dando mucho juego periodístico y bastante quebraderos de cabeza a los protocolarios y políticos. Si ya hubo polémica en su tramitación y aprobación, otra se viene a sumar ahora: ¿debe sancionarse a los políticos-concejales que lo incumplan? Si fuéramos a más, ¿debería sancionarse a quien incumple las normas de protocolo a nivel nacional? Es decir, ¿si alguien coloca mal la bandera española debe sancionarse? ¿Cómo? ¿Debe multarse a un jefe de protocolo que pone a un teniente de Alcalde por delante de un consejero autonómico en un acto que organiza la Diputación? ¿Debe sancionarse a Rajoy cuando en el Congreso de los Diputados se coloca por delante del Presidente de la Cámara Baja? Debería hacerse una reflexión en profundidad acerca de los posibles regímenes sancionadores cuando se incumplen las normas de protocolo que tienen rango de ley o de Real Decreto, Decreto o Reglamento. Si las normas se aprueban es de suponer que es para cumplirlas, luego su incumplimiento debería conllevar una sanción o multa. De lo contrario, la norma se queda en mero texto orientativo. ¿Era esa la intención a la hora de aprobarlo? Pues si era así, más que hablar de un Reglamento debería referirse a un manual. Continúe Leyendo…

Tocar a la reina Isabel

“El gobernador general de Canadá, David Johnston, rompió el protocolo con la reina Isabel II. Johnston tomó a la reina del brazo mientras ella bajaba las escaleras y causó polémica, aunque él insiste en que lo hizo por una buena razón”. Esta noticia ya es del pasado 20 de julio, pero desde entonces me sigue dejando perplejo la reacción/obsesión que siguen teniendo diferentes medios por el hecho de que toquen a la “intocable” reina Isabel II del Reino Unido. Más mito que realidad, porque realmente ese protocolo no es como se cuenta.El Gobernador de la ex colonia, en las declaraciones que hace y que se recogen en este video, explica los motivos y me parecen muy razonables. También es cierto es que si el Gobernador ya era consciente de la peligrosidad de la alfombra, ¿por qué no ordenó solventar el problema? Ese hubiera sido el mejor protocolo.
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El protocolo hace de Felipe VI un Jefe de Estado más que un Rey

Los reyes de España, Felipe VI y Letizia Ortiz, realizaron esta semana su primera visita de Estado al Reino Unido, invitados por la reina Isabel II, que por diferentes causas había sido aplazada en sendas ocasiones. Desde el punto de vista político hay que reconocer el éxito de dicha visita, y desde la perspectiva de protocolo también. El protocolo y ceremonial nos han dejado diferentes detalles relevantes, apenas percibidos por la opinión pública, pero muy sustanciales en mi modesta opinión, que ponen de manifiesto que pese al férreo protocolo inglés, los Reyes españoles han sabido superar con creces el corsé protocolario británico y mantener, con el respeto a sus anfitriones y al programa diseñado, su propio estilo. No era fácil la cuestión, y menos con un buen número de medios de comunicación a los que sólo les importaba el glamour, el boato y la etiqueta, especialmente en la figura de la reina Letizia, desgraciadamente siempre sometida a dos cuestiones: su estilo, etiqueta y saber estar frente a la Familia Real británica (por desgracia la más mirada y admirada del mundo por los monárquicos) y su papel de cierta discreción como Primera Dama en visitas de esta relevancia. Continúe Leyendo…