Día de la Constitución: protocolo para los candidatos

Puestos especiales
Puestos especiales 3A la derecha el lider de Ciudadanos, Rivera. Dis puestos a su derecha, el de Podemos, Iglesias. Ambos en la primera línea frente a la presidencia.

Teníamos algunos profesionales mucha expectación sobre el tratamiento protocolario que se daría en el acto de esta mañana en el Congreso de los Diputados a los candidatos a las próximas elecciones generales del 20 de diciembre y que actualmente no son diputados, ni ostentan un cargo que les otorgue derecho a una precedencia. ¿Dónde se les colocará? Era una pregunta que estos días iba de boca en boca entre nosotros. Especialmente acostumbrados al buen protocolo que se hace en la Cámara baja española, capaz de adaptarlo a las circunstancias lógicas de cada momento, algo esperábamos al respecto. En concreto la expectación se centraba en si se reservaría puesto o no a los cabezas de lista de los partidos Ciudadanos, Albert Rivera, y Podemos, Pablo Iglesias.

Si hace cuatro años el Congreso se adaptó al inminente, entonces, cambio presidencial, era esperable que fuera sensible a los candidatos que “pelean”, y con posibilidades, por la presidencia del Gobierno. Recordamos que el 6 de diciembre de 2011, conocidos ya los resultados que daban la mayoría absoluta al Partido Popular y a su candidato Mariano Rajoy, pero siendo todavía presidente en funciones José Luis Rodríguez Zapatero, los servicios de Protocolo del Congreso optaron por algo muy lógico: situar a ambos lados de los Presidentes del Congreso y del Senado, al Presidente del Gobierno en funciones (a la derecha) y al que iba a sucederle en pocos días (a la izquierda). Fue una interesante novedad que ya entonces calificamos de muy acertada.

Una legislatura después, teníamos, pues, curiosidad –y más tal y como están las encuestas- por saber si esa “cintura” institucional que siempre acredita la institución que mejor y acertadamente observa e interpreta el protocolo de Estado en nuestro país, generaría algún gesto especial desde el punto de vista protocolario con los citados candidatos. Lo hubo, muy medido y estudiado, pero se ofreció un tratamiento singular y en mi opinión acertado.

Presidencia

La zona de presidencia

Las autoridades que actualmente ejercen sus funciones ocuparon el lugar que les corresponde según el artículo 10 del Real Decreto 2099/83 sobre Ordenación General de Precedencias en el Estado, manteniendo la costumbre parlamentaria de diferenciar autoridades externas al Poder Legislativo y las internas. Así volvieron a presidir en el centro los presidentes del Congreso y Senado, a la derecha aquél, por celebrarse en su sede y por ostentar la representación general de Las Cortes cuando hay sesiones o actos conjuntos. A su derecha, en dos filas, las autoridades del Estado, reservándose hasta la Defensora del Pueblo. Primera fila para los presidentes del Gobierno, Tribunal Constitucional y Consejo General del Poder Judicial, seguidos por los ministros de acuerdo al orden ministerial (antigüedad de su creación). En la segunda fila, los presidentes autonómicos presentes por el orden de antigüedad de sus estatutos de autonomía. Y el Jefe de Oposición (Sánchez) en el sitio que prevé la normativa. A la izquierda de los presidentes legislativos, también en dos filas, los miembros de las mesas del Congreso y Senado, y tras ellas los portavoces de ambas cámaras de acuerdo a su ordenamiento interno. Y ahí se acababa la protocolización de invitados, dejando libertad en el Salón de Pasos Perdidos al resto de invitados, tuvieran sitio en el Real Decreto o no.

Buena

Lugar especial para los candidatos no diputados

Albert Rivera y Pablo Iglesias, aunque no lo pareciera, tuvieron un espacio reservado, pero el elegido no les situaba entre las autoridades institucionales (porque aún no lo son), ni entre los diputados (tampoco lo son). Pero estaban en la primera fila de invitados sin protocolizar, sin quedar manifiestamente pero sí próximos, porque eso hubiera significado una extraña coincidencia que haría pensar que finalmente fueron protocolizados oficialmente (y no corresponde). Estaban casi juntos, pero en la primera fila frente a la presidencia del acto. Por cierto, muy cerquita de ellos el director de Gabinete del Presidente del Gobierno (con rango de Secretario de Estado), cuya posición tampoco es casual. A ninguno se le indicó precedencia sobre el otro. Se les señaló el espacio y ellos mismos optaron por el sitio. No estaban en la presidencia, pero sí frente a ella tomando un protagonismo más alto que si se les hubiera situado a continuación de las autorizadas protocolizadas. Un acierto. Y más que al terminar el evento el Presidente del Gobierno fuera directamente a saludarlos.

Los dos candidatos aceptaron la propuesta, porque de esta manera tenían “sitio” reservado lo que implicaba el reconocimiento de su futuro institucional, así como la actual notoriedad que corresponde a quienes están llamados a jugar un papel esencial en la próxima legislatura. Se encontraban cómodos porque, al mismo tiempo, dejaban ellos claro que no estaban con quienes ahora ocupan puestos de poder. Gestocon mensaje que deja a todos contentos. Cuando el protocolo consigue eso, estamos ante un claro acierto. Como también ha sido su presencia, porque se esté o no de acuerdo con la Carta Magna, su vigencia ha garantizado y garantiza la democracia en este país. Otra cosa es lo que en pocas palabras dijo Iglesias: “Celebramos la Constitución de nuestros padres que era la de 1978, pero toca ahora hacer la de sus hijos, la de 2016”. Participar en los actos de celebración de este Día es importante porque supone aceptar las reglas del juego (cuestión aparte es que fruto de los resultados electorales, esas reglas puedan modificarse). Su aceptación de sumarse al acto ha quedado engrandecido con el sencillo puesto reservado por los servicios de Protocolo de la Cámara Baja. Todos hemos salido ganando.

Podrían pensar algunos que no se trataba de un sitio especial, pues estaban entre el público, aunque fuera en primera línea. Quienes en alguna ocasión hemos asistido a este evento, sabemos que siendo los últimos invitados en llegar, (prácticamente acudieron al mismo tiempo Iglesias, Sánchez, Rivera y Rajoy, que fue el último y con él se inició el acto), resulta imposible meterse en el Salón de Pasos Perdidos o de Conferencias y llegar a la primera fila, salvo que todo estuviera preparado para que así fuera. ¿Tendría sentido que estuvieran en la parte de atrás del salón? Evidentemente no.

Presidente bandera

El macero que tapa

Dos apuntes más al margen de la precedencia. El primero una sencilla apreciación escénica. Debería cuidarse la posición de los maceros que durante el discurso del Presidente de la Cámara Baja toman tras el Presidente, pues uno de ellos tapaba la bandera de España (al menos para la señal institucional de televisión), y en un acto como el de hoy eso no debe ocurrir, pues tenía más protagonismo la europea que la nacional, cosa que no tiene sentido.

RecibimientoLos presidentes del Congreso y Senado recibieron en la puerta a todos los invitados.

¿Por qué no asiste el Jefe del estado?

Segundo apunte, éste algo más trascendente. Sigo sin entender que en un acto de estas características el Jefe del Estado (rey Felipe VI, como ocurría con su padre el hoy honorífico rey Juan Carlos) no acuda siempre. Entiendo perfectamente que el protagonismo de este acto lo tienen los representantes del pueblo, en quienes reside su soberanía, diputados y senadores, y que su presidente sea quien haga el discurso (sin partidismos). Pero ello no impide que el Rey acuda al evento institucional como la máxima autoridad del Estado. No es necesario que pronuncie discurso, pues en este día corresponde al Poder Legislativo, responsable de aprobar la Constitución. Pero debería estar ahí. ¿No es extraño que en un día tan singular estén todos menos el Jefe del estado? ¿No asiste porque roba protagonismo al Congreso y Senado? ¿Es malo para el acto que el Rey acuda aunque no hable? Obviamente puedo equivocarme en esta apreciación, pero es una lectura que hago como un simple ciudadano de a pie que ve a toda la representación institucional celebrando la máxima Norma que nos garantiza la democracia y echa de menos a su Jefe de Estado.