Las propuestas del QOE o la apuesta por el cambio en una profesión con futuro

Encuentro_ministros[1]

“Queremosorganizareventos” (QOE) cumple mañana dos semanas de vida. En apenas quince días, son más de quinientas personas, profesionales en su mayor parte (un 73 por ciento, según la última estadística que hemos podido sacar), y una menor de estudiantes que están en su última fase de formación universitaria (es decir ya casi en fase de convertirse en profesionales preparados para reclamar su puesto de trabajo).

A lo largo de este tiempo, a través de su “web provisional” –facebook Queremosorganizareventos- se han producido más de 10.000 “post” o entradas a participar, entre apoyos, propuestas y debates, una cifra que ha desbordado a todo el mundo y que viene a demostrar el ánimo emprendedor de muchos jóvenes y no tan jóvenes que están deseando de que esta profesión tan apasionante y bonita empiece a ser reconocida social y oficialmente, se abra en el mercado y genere la unión de todos los que trabajamos en este sector, muy “reino de Taifas” hasta ahora.
Quienes hemos tenido la oportunidad de participar en este movimiento de base, nacido de la necesidad y el entusiasmo, creemos firmemente en esta profesión, en su necesidad y en su cualificación, sólo denostada en ocasiones por un inadecuado tratamiento por parte de los medios de comunicación –que nos siguen viendo como los de la “corbata y los tacones”-, parte importante de la sociedad que nos asocia al “saber estar y al poder y la Familia Real”- y a veces, incluso (y duele decirlo) por determinados estamentos del Protocolo Oficial que consideran el Protocolo cuestión de la diplomacia, las relaciones internacionales o las precedencias del Estado (probablemente esto nos haga más daño, pues se produce desde dentro).
Ha surgido QOE como una oportunidad abierta a todos para reflexionar profundamente y desde el ámbito de las más igualitaria democracia profesional sobre lo que queremos ser, lo que aspiramos a ser y cómo estructurar nuestra profesión al igual que lo tienen otras para trabajar con dignidad y con reconocimiento. Partimos del problema derivado del hecho del reciente reconocimiento del Grado que suscita obviamente el debate de quién es realmente experto profesional en la materia o no, o de quién debe acceder al mundo laboral, si se pudiera combatir el intrusismo. Hay personas que carecen de estudios al respecto que ocupan altas responsabilidades en el sector, otros que acreditan apenas cursos de experto o especialista, que se quedan muy lejos de quienes han estudiado un título propio de tres o cuatro años o de quienes ahora están haciendo el Grado en su totalidad o el curso de adaptación al Grado (para llamarlo de una forma que todos nos podamos entender). Tampoco es cuestión de ponerles en duda, pues hay profesionales sin estudios que son referencia. Pero es cierto que a partir de ahora esta dinámica debe cambiar pues ya hay vías legales para prepararse para esta profesión. No hay que denostar a aquellos, sino pedirles que ayuden a consolidar la nueva estructura profesional.
El QOE no debe entrar a efectos de pasado en lo que se dice en el párrafo anterior, pero sí tiene el derecho a reclamar que deben empezarse a considerar capacitados para la profesión a quienes hayan realizado estudios oficiales Grado o Postgrado oficiales de Protocolo, y a quienes hasta ahora cursaron estudios en la universidad de al menos tres años –antigua diplomatura-. Esa es la realidad, y hacia ello debemos ir, respetando obviamente a los profesionales que ejercen y que en su momento accedieron a puestos de trabajo y tuvieron que aprender a través de otros mecanismos por la inexistencia de estudios universitarios de calibre similares a lo que hoy es el Grado. Pero eso es ya el pasado. El presente y el futuro pasa –y los profesionales que lo ejercen deben defenderlo- por apoyar que el acceso a la profesión pase por los estudios universitarios oficiales, algo además que exige no sólo la normativa para la creación del Colegio Profesional, sino para inscribirlo oficialmente como profesión cualificada reconocida por el Ministerio de Trabajo.
El acceso profesional
Este es el primer punto del ideario de QOE, una manera digna y legal de defender una profesión y combatir el intrusismo profesional. Un Experto o un Especialista universitario no habilita para exigir el acceso a una profesión que ha venido demostrando y así lo ha reconocido el Ministerio de Educación, a través de la ANECA y con el sello del Consejo de Ministros, que precisa de unos estudios de Grado. Por eso, la primera acción del QOE pasa por sentar las bases de quiénes deben acceder a las asociaciones, al futuro Colegio Profesional y, en definitiva a la profesión. Es delicada la cuestión, pero hay que ir avanzando en ese sentido. De ahí la importancia de la implicación de los actuales profesionales, a los que con independencia de cómo accedieron, nadie les reclama su condición de tales. Pero, desde su responsabilidad, deben ahora apoyar la fijación de un sistema correcto que partiendo de los estudios oficiales de Grado y Postgrado, establezcan las bases de quiénes de verdad son los preparados para ejercer en Protocolo y Organización de Eventos.
Que el Protocolo lo puede ejercer cualquiera con sentido común se ha muerto. Que el Protocolo es algo innato que tienen las personas es falso. Que cualquiera con mano izquierda, buen gusto y dos dedos de frente puede ejercerlo es una barbaridad. Eso es como venir a señalar que cualquiera que se lea el Código Civil o asista a un Experto de 200 horas sobre Derecho reclame ser abogado. NO. Esas formaciones “menores” son buenas y hay que aplaudir su existencia, pero han de tomarse como estudios complementarios a otros, o como acceso a una base de conocimiento de las técnicas del sector. Pero para ejercer, y más tal y como el Ministerio ha dejado la cuestión, ya no hay duda. Si existen unos estudios oficiales sólo quienes los tengan –por haberlos cursado en su integridad o porque convaliden sus tres años de Título Propio- están en el derecho de ser los únicos o al menos los prioritarios para ejercer al menos en la Administración Pública y esperamos que con el tiempo en el resto de los sectores no oficiales. El QOE defiende con firmeza este sistema de acceso, porque no hacerlo es dejar sin valor la gran victoria que ha supuesto que el Estado reconozca los estudios oficiales.
Somos conscientes de que muchas personas no han estudiado ni el Título Propio ni el Grado y son o pueden ser buenos profesionales, pero el sector debería exigirles –bien a través de las asociaciones o del futuro colegio- su reciclaje en estudios oficiales. Tenemos la firme sospecha de que esto terminará por ser así, y que los creadores de empresas de eventos sin estudio alguno terminarán por devaluarse o profesionales sin acreditación universitaria pasarán a ser “profesionales” de segunda o de tercera, al menos en el reconocimiento general.
QOE pretende defender la Profesión y cómo no defender a profesionales que no han tenido la oportunidad de estudiar tiempos atrás los estudios de Protocolo y Organización de Eventos. QOE defiende que se establezcan categorías profesionales claramente definidas. Una persona que venga de estudios de Formación Profesional, ya sea en “Asesoría de Imagen” o en “Gestión de Eventos y Turismo” por decir algunas, no puede tener la misma consideración de quien tiene un Título Propio Universitario de tres años –aunque no sea oficial- o de quienes tienen un Grado Oficial de cuatro años o de quienes además del Grado tienen un Postgrado oficial en esta materia o incluso un doctorado en este campo general de conocimiento. Una azafata forma parte de la familia profesional del mundo de los eventos, pero está en su nivel básico y por mucha experiencia que acumule no puede exigir acceso a puestos de protocolo con mayor responsabilidad si no acredita estudios o formaciones superiores.
La experiencia profesional
Por otra parte, la obtención de un Grado Oficial, aunque te habilite para la profesión, no es suficiente para reclamar que se es profesional. Eres titulado, pero la profesionalidad auténtica se alcanza cuando posteriormente acreditas tus habilidades mediante el ejercicio real en el sector laboral. Una expresión que probablemente no cuente con la aceptación general, pero que es real, como ocurre con otras profesiones. Alguien que ha estudiado Periodismo no puede decirse profesional hasta que ha pisado la redacción y se ha enfrentado a sus primeras noticias o reportajes. Lo mismo ocurre en nuestro sector. Por eso es necesario dar pasos en este sentido, que quienes puedan acceder a sus primeros eventos no sean intrusos procedentes de sectores diferentes, sino los que han hecho un amplio esfuerzo personal y económico para prepararse. Llegarán sólo los buenos o con las tablas previas para convertirse en buenos profesionales, pero al menos han de tener una adecuada base formativa para acceder. Creemos que esto es indiscutible.
QOE luchará firmemente no sólo con el intrusismo profesional, sino contra quienes convierten el Protocolo en una mera frivolización. Los Medios de Comunicación en general hacen diariamente mucho daño al convertir el Protocolo en algo vinculado exclusivamente a la Etiqueta, el Saber Estar o las Familias Reales o la Diplomacia. Tanto es así, que además en su necesidad de generar espectáculos atraigan la audiencia contratando “supuestos expertos” que hablan de Protocolo como si éste sólo fuera cómo preparar bien una maleta, qué altura es la adecuada para los tacones o cómo saludar correctamente a una Princesa. Debemos sensibilizar a los Medios de que estas personas pueden opinar lo que quieran, pero que subtitularlos como expertos en Protocolo es generar un daño grave a una profesión que estudia concienzudamente cuatro años para prepararse a una profesión que va mucho más lejos y que en muchas ocasiones tiene entre sus manos los destinos finales de una empresa, de una institución o de una marca. Hemos de transmitir a esos medios que quienes hacemos protocolo somos los que organizamos eventos de forma distinta a lo que piensan, que somos conocedores de las nuevas técnicas de organización, comunicación, marketing, relaciones internacionales, hostelería, relaciones públicas e institucionales, estrategias y en muchas ocasiones gestores o administradores de empresas que generan empleos, y más en un país que solo en el mercado de reuniones un importante porcentaje del Producto Interior Bruto. Palabras serias.
La unidad y el corporativismo
QOE defiende la unidad. La actual dispersión de profesionales, que no ha resuelto ni el asociacionismo por ahora, debe de acabarse. Es una profesión que necesita del corporativismo, el contacto y la relación permanente. Debe de acabarse con la concepción que muchos tienen de que los expertos cualificados son los que trabajan ahora en instituciones o empresas. Es increíble que en este país no haya reuniones serias y permanentes entre responsables de protocolo municipal, o autonómico, o empresarial o de todos juntos. En este sentido es una profesión muy poco solidaria y muy rácana en participar en eventos que fomenten la unidad. Los “congresos” se siguen viendo como algo que es bueno para los estudiantes o los que buscan la oportunidad. Pensamos a veces los profesionales que asistir a un Congreso es cosa de novatos y que los que tenemos experiencia solo asistimos si es para impartir doctrina o exponer experiencias. Eso es otro error.
Le falta humildad a esta profesión para reconocer que como cualquier otra la presencia en foros nacionales e internacionales es esencial para no perder la frescura, la actualización y la relación. Las profesiones clásicas hacen de sus congresos algo esencial para estar al día. En Protocolo terminamos todos por decir que en un congreso nada aprendemos, que es perder el tiempo. Otro error. Y si pensamos así es porque los congresos o foros no están bien planteados, y si no lo están el sector tiene su responsabilidad por no exigir encuentros que respondan a la realidad de lo que ya debe ser una profesión corporativizada. Quienes tenemos la oportunidad de no sólo ejercer solo profesionalmente sino de analizar la realidad desde ámbitos de la investigación, observamos claramente cómo muchos profesionales pierden agilidad y frescura, o se alejan de las nuevas realidades organizativas, algo que en parte puede imputarse a la no participación en encuentros que de verdad aporten ideas y nuevas técnicas o a la falta de publicaciones serias y novedosas. El Protocolo avanza a tal velocidad que uno se queda desfasado en pocos años. Muchos valoran escasamente esto, pensando que lo suyo se hace bien –nadie lo discute-, pero que no se olviden que hay nuevos instrumentos que permiten hacerlo mejor. Por eso desde QOE defendemos el permanente reciclaje y el garantizar un corporativismo que facilite la actualización.
Desde “Queremosorganizareventos” pretendemos que quienes ejercen la profesión faciliten a quienes terminen sus estudios el acercarse a la realidad profesional, bien a través de prácticas, colaboraciones, etc. Es increíble a veces que se acuda a contrataciones de no profesionales, dejando en el camino a personas que están suficientemente bien preparados para colaborar, y si no lo estuvieran deberíamos los profesionales ser más comprensivos y ofrecerles la oportunidad de trabajar mientras les enseñamos al mismo tiempo a aplicar sus conocimientos universitarios a la realidad del trabajo. Esto que es básico para garantizar el futuro de la profesión no encuentra todavía su reflejo en el sector, y es hora del cambio. A veces es increíble observar cómo alguno imparten formación en Protocolo sin cualificación alguna acreditada, y de eso tenemos mucha experiencia si se acumular los CV que llegan cada día. Y estos formadores hacen mucho daño a la profesión porque a veces confunden lo que realmente hoy es protocolo.
Generar cambios para mejorar
QOE no es una plataforma para colocar o buscar trabajo. Quienes se han sumado por esta razón se han equivocado de puerta. “Queremos” es más. Buscamos generar oportunidades pero a través de alcanzar objetivos como los expresados en párrafos anteriores. Queremos hacer llegar a todo el sector la necesidad de llevar a cabo cambios de actitud y de entender esta profesión de otra manera, de asumir que hay una generación que está en el derecho de decir que son profesionales preparados para ejercer, aunque son muy conscientes de que algunos necesitan experiencia, pero otros ya la tienen gracias a las prácticas profesionales o porque ya tuvieron sus trabajos. Pero insistimos que QOE no es sólo una plataforma para favorecer ofertas de trabajo. Es un movimiento para concienciar de la necesidad de que en el sector profesional hay que generar cambios, y que la mayoría de ellos pasan por modificar actitudes de unos y de otros. QOE defiende que contra el pesimismo general, es necesario reaccionar con OPTIMISMO. Hay margen para la oportunidad. Es cierto que el Curriculum Vitae, como único instrumento para colocarse, ha muerto. Pero hay otros mecanismos para alcanzar el mercado de trabajo.
De los múltiples debates virtuales que se producen diariamente en la red, al menos en la mayoría de los miembros QOE, no son para buscar un empleo (¡que ojala!). NO. Esperan sus miembros que se convierta en una plataforma, que trabajando conjuntamente con las asociaciones, se fomente el encuentro entre los que tienen experiencia y tienen poca o ninguna, pero están preparados para trabajar. Su primer objetivo es propiciar encuentros, reuniones y, sobretodo, marcos que permitan seguir reciclando sin que sigamos hablando del Real Decreto o de cómo recibir a una Alcalde. QOE va más lejos, defiende la estructura de una profesión que ve cómo crece, pero que necesita mayor reconocimiento social e institucional. Que ha de divulgarse lo que hacemos, lo que significa de verdad nuestra profesión, lo mucho que puede ayudar ahora a salir de la crisis y permanente a la cuenta de resultados de las empresas o a la imagen de proyección de las instituciones. Algo que ya ningún profesional o político discute.
Tenemos ahora buenas oportunidades de alcanzar las máximas cotas de reconocimiento pero hemos de prepararnos bien y argumentarnos correctamente. Por eso es necesario que esta profesión se agite para recuperar su vitalidad y que se rompa el cisma de profesionales y de “chicos y chicas” que terminan sus estudios. Ese cisma no tiene sentido. Mantenerlo es malo para todos. Unos porque querrán parapetarse en sus trincheras, y otros porque harán la guerra frente a lo que sea para alcanzar sus objetivos. Esta profesión necesita un GRAN PACTO entre sus miembros para apoyar los cambios que se exigen, y en ello todos tenemos algo que decir.
Decálogo para el debate del 25 F
Por eso QOE organiza una primera reunión en Madrid el 25 de febrero, y los participantes se han agrupado por comunidades autónomas para debatir todas estas cuestiones y proponer acciones que respondan a estas necesidades. Por ello, a través de este documento sometemos a los comprometidos con el movimiento a que se estudien en los diferentes grupos de trabajo al menos, en esta fase inicial, las siguientes cuestiones:
1.       Qué se entiende hoy por profesional en Protocolo y Organización de Eventos y quiénes han de acceder a los puestos de trabajo en tal consideración.
2.       Cuáles son las categorías profesionales de este sector, y cuáles son los estudios que se requieren para ello.
3.       Cómo fomentar el corporativismo y el reciclaje permanente.
4.       De qué manera podemos entre todos sensibilizar a la sociedad de la importancia de nuestra profesión y de anular el sentimiento de que somos meros educadores sociales o maestros del saber estar.
5.       Cómo derrotar o frenar el intrusismo profesional.
6.       Sensibilizar a los medios de comunicación sobre la existencia de una profesión seria que no puede seguir tolerando que llamen profesionales a quienes salen como expertos sin serlo.
7.       Cómo conseguir revitalizar una profesión que ha sufrido el “malcrédito” propiciado por la crisis y las noticias de prensa que asocian el Protocolo al gasto y a los fastos.
8.       Medidas urgentes a tomar para dotar de una estructura al QOE para que se sostenga como un movimiento bien organizado y que responda a la estructura horizontal y genere ese aire fresco que necesita la profesión.
9.       Acciones concretas a emprender a corto y medio plazo.
10.   Estructura orgánica y territorial del QOE para poder desarrollar acciones que permitan cumplir con los objetivos de este movimiento.
QOE tiene sitio para todos. Es el mayor movimiento que en Protocolo se ha generado jamás. Está conseguiendo devolver optimismo y esperanza para de verdad trabajar juntos para defender una profesión bonita y hermosa, necesaria y que da resultados. Nunca una profesión ha encontrado una plataforma que en tan pocos días haya generado el mayor debate habido en la historia, que corre a chorros por todas las redes, y que según los expertos haya generado más de diez mil comentarios directos e indirectos. Demasiadas cifras para perder esta batalla que se ha iniciado. Por primera vez los de Protocolo estamos en condiciones de ir todos a una y en ello nos va la mejora al colectivo, paras quienes tenemos la oportunidad de trabajar o para quienes están intentándolo. Por motivos así, QOE merece la pena que se mueva. Ahora se necesitan ideas, compromiso y trabajo. La apuesta es seria, y tendrá sus resultados, porque estamos convencidos de que el cambio en Protocolo está llamando ya a la puerta.