Tiempo de cambio, tiempo de oportunidad

Es inevitable. En tiempos de cambios políticos llegan ceses y nombramientos en el ámbito de protocolo, especialmente ahora en ministerios y órganos dependientes. Para quienes se van por iniciativa propia o porque no se les releva, nuestros mejores deseos. Seguro que con la profesionalidad que han demostrado encontrarán pronto una alternativa laboral. Para quienes también acreditado su buen hacer y continúen al frente de sus departamentos nuestros mejores deseos para que sigan cumpliendo con su labor institucional. Y para quienes lleguen los mejores augurios.
A todos ellos hemos de exigirles profesionalidad y lealtad a la institución para la que trabajarán, porque ser leales al organismo es serlo a cada uno de sus jefes. En estos momentos deberíamos pedir a quienes tienen la responsabilidad de cerrar equipos en que a la hora de seleccionar el responsable o técnicos de protocolo valoren en la selección, por encima de todo, loss conocimientos y experiencia en el sector de los posibles candidadtos. Es decir, que valoren la proifesionalidad y no solo la lealtad al partido o el mero hecho de premiar por otros servicios prestado. Para este puesto no vale cualquiera, lo podemos asegurar.
Soy consciente de que en determinadas funciones como las que corresponden al gabinete de un ministro, el puesto de asesor o jefe de protocolo es de la máxima confianza. No me cabe la menor duda. Como tal requiere de un perfil que se ajuste a esa necesidad de poner en sus manos informaciones y situaciones delicadas. Como en todos los oficios, hay puestos de confianza y otros que no requieren esta cuestión y se puede hacer una selección más ajustada a criterios de rigurosidad e idoneidad para el cargo.
En el caso de las personas de confianza creo que hay muchas que pudiendo ser merecedoras de esa confianza están perfectamente preparadas y podrán realizar su tarea sin tener que pedir el primer día de trabajo un libro para saber cómo se colocan unas banderas. Hablo con criterio porque ayer mismo ya recibí una llamada en el Instituto de Protocolo de la Universidad Camilo José Cela en ese sentido. Es cierto que también recibí otras de personas muy profesionales que ocuparán puestos claves en protocolo y cuyo próximo nombramiento al menos para mí ha sido motivo de alegría y satisfacción, porque son muy acertados, como en su día lo fue el de Arancha de la Mata para el servicio de Protocolo de la Presidencia de Castilla-La Mancha. Los nombres irán saliendo poco a poco y sé que desde determinadas fontanerías se está intentando que estas responsabilidades recaigan en manos de personas que acrediten ser buenos profesionales, al margen de si son o no afiliados que para mi eso no tiene importancia. Al menos, existe la percepción de que habrá menos intrusismo que en anteriores gobiernos.
Les toca aplicar un Protocolo para la crisis, especialmente en este año 2012 en que el propio Presidente ha anunciado un recorte económico importante y obviamente afectará a muchas partidas, entre ellas ésta. Pero debemos pedirles a los responsables de la organización de actos en las administraciones –y aquí lo hago extensivo a todas las españolas- que demostremos que el Protocolo no es sinónimo de gastos, fastos y dispendios. Debemos demostrar, y ahora más que nunca, que un buen Protocolo hace rentabilizar un evento, que probablemente resulte más barato y además bien administrado que cumpla sobradamente con los objetivos. Un buen profesional de Protocolo gasta hoy mucho menos que otro no tan gran profesional por la misma acción. Por algo será.
Quienes tenéis la oportunidad de trabajar en estos campos asumís una importante responsabilidad moral y ética y por el bien de todos debéis de demostrar, jugando con vuestra experiencia, creatividad y entrega, la importancia que para España tiene un buen Protocolo. Por eso tengo mucha confianza en que Protocolo y Organización de Eventos salga muy reforzado de esta crisis, porque ya lo estamos viendo y analizando desde nuestro Instituto. 2012 es una buena oportunidad para demostrarlo. A todos los profesionales de protocolo y organización os pedimos que estéis a la altura de vuestra responsabilidad, que sepáis hacer equipos y liderar las situaciones, hacer grande nuestra profesión y colaborar con el colectivo en general, a través de la participación en asociaciones, de generar oportunidades a jóvenes promesas y en definitiva lo más importante: acreditar que un buen profesional de protocolo es tan indispensable como un buen jefe de gabinete.
Y que ejerciendo nuestra profesión, lo hagamos con discreción, que se note nuestra mano, no nuestra presencia, porque hace escasos días vimos en televisión en  todo esto de los traspasos algunas situaciones generadas por personas de protocolo que precisamente no hacían más que desacreditar nuestra misión.
Aprovecho para desear a todos mis lectores y profesionales en general unas felices fiestas y un buen año. El 2012. El año de la oportunidad.